El calendario de la reforma previsional que dejaría fuera de juego a la ministra Jara
Dejar el capítulo final de un posible acuerdo por pensiones calendarizado para enero de 2025, implicaría que ese hito ya no podría ser protagonizado por la actual ministra del Trabajo, si es que decide competir por un escaño al Senado o a la Cámara de Diputados.
No solo razones técnicas hay detrás del meticuloso procedimiento y calculado calendario que acordaron el gobierno y la oposición para tramitar la reforma previsional.
Si bien el esquema impuesto por la oposición permite que se comience a votar en general y en particular la reforma, el plazo límite para despachar el proyecto de pensiones quedó para enero de 2025.
Con ello, el acuerdo final, de lograrse, será cerrado por un nuevo gabinete de ministros, en vista de que en noviembre de 2024 deben dejar el gobierno aquellos secretarios de Estado que postularán al Congreso en las elecciones parlamentarias del próximo año. Hoy la Constitución fija un plazo de doce meses antes de los comicios para que renuncien las autoridades del Ejecutivo con aspiraciones legislativas.
Una de las cartas para competir por las parlamentarias de 2025 es precisamente la ministra del Trabajo, Jeannette Jara (PC), quien hasta la fecha ha estado a cargo de tramitar la reforma de pensiones.
Las chances parlamentarias de Jara -quien se alzó como uno de los rostros con proyección del Ejecutivo, tras haber logrado destrabar la Ley de 40 horas en 2023, además del incremento del salario mínimo- eran un factor que generaba suspicacias y desconfianzas en la derecha.
Sin embargo, al dejar el capítulo final de un posible acuerdo prácticamente calendarizado para enero de 2025, implicaría que ese hito ya no podría ser protagonizado por Jara, si es que decide competir por un escaño al Senado o a la Cámara de Diputados. Sería otro titular del Trabajo, que perfectamente podría tener otra militancia política y un perfil distinto, el que sellaría ese acuerdo.
Por el contrario, si la ministra decide continuar a cargo de la tramitación de la reforma y quedarse para culminar las tratativas, para la derecha es una garantía de que Jara ya no usará el acuerdo previsional como una plataforma para las parlamentarias, al menos. No obstante, esta inhabilidad constitucional solo opera para candidaturas al Senado y la Cámara, no para una carrera a la Presidencia de la República, postulación que no tiene ninguna restricción de plazos o exigencia de renuncia anticipada más que la mera inscripción ante el Servicio Electoral en agosto del próximo año.
Tras lograr procedimiento para tramitar la reforma, Jara fue consultada si sería frustrante para ella no culminar las negociaciones por un nuevo sistema previsional, en el entendido que el Presidente Gabriel Boric puede removerla en cualquier momento o porque el mismo Partido Comunista, donde ella milita, también le puede exigir -de acuerdo a la estricta disciplina interna- que asuma una candidatura parlamentaria aun cuando ella no esté completamente convencida. “Yo voy a acompañar al Presidente Boric mientras cuente con su confianza. Esa es mi voluntad. Y lo que más me frustraría sería que la reforma previsional no salga y las personas se queden esperando su aumento de pensiones. Lo demás son especulaciones y quién sabe. Para que llegáramos a esta metodología (de tramitación) han pasado bastantes años. Ha sido un trabajo bastante duro, no de una ministra, sino que de equipos”, comentó.
En la oposición admiten en privado que el plazo de enero de 2025 tenía una connotación electoral. No solo por la situación de Jara. Detrás de aquella jugada estaba presente el interés de desvincular las tratativas previsionales con el actual proceso eleccionario para alcaldes, concejales, consejeros regionales y gobernadores, que se cerrará a fines de octubre.
“Es bueno que saquemos la discusión previsional de la contingencia política, de las elecciones municipales y regionales y la llevemos a diciembre y enero. Y la ministra Jara tiene el derecho como cualquier ciudadano a postular al Senado o la Cámara, pero si iba a usar esa pretensión para sacar resultados, nos parece que fue una buena decisión llevar esto para después”, dijo el diputado Henry Leal (UDI), integrante de la Comisión de Trabajo de la Cámara.
En la oposición estiman que, después de noviembre y hasta marzo, se va a generar una ventana antes de que se desate el siguiente período electoral para parlamentarios y aspirantes a La Moneda.
Resistirse más allá de enero para despachar el proyecto también comenzaba a jugar en contra de la propia derecha, pues el oficialismo ya había advertido que convertiría la presión para sacar la reforma previsional en una bandera de la campaña parlamentaria y presidencial.
A juicio del diputado Eric Aedo (DC), actual vicepresidente de la Cámara, detrás del calendario acordado “nada es neutro”. “En la derecha hay otro cálculo. Además de ese aspecto (la eventual candidatura de Jara), hay otro cálculo para que a la candidatura presidencial de Evelyn Matthei no la dañe”, agregó.
Adicionalmente, en marzo de 2025, el actual presidente de la Comisión de Trabajo, Juan Antonio Coloma (UDI), debía dejar el cargo -en virtud del acuerdo administrativo del Senado- para que asumiera en su reemplazo un senador de la alianza gubernamental, quien podría poner en votación la reforma a pesar de la resistencia opositora, además que el oficialismo pasaría a tener mayoría en la mencionada instancia para aprobar el cambio al sistema de pensiones.
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