El caso de abuso policial que estremece a Colombia
La noche del miércoles un hombre de 44 años murió en Bogotá tras recibir varias descargas de la pistola eléctrica Taser por parte de dos uniformados. El hecho generó la indignación ciudadana que desencadenó protestas y disturbios.
Todo comenzó en la madrugada del miércoles 9 de septiembre, cuando un estudiante de Derecho de 44 años, identificado como Javier Ordóñez, murió en un procedimiento policial en el cual fue inmovilizado por dos uniformados de la policía de Bogotá que, en repetidas ocasiones, le aplicaron descargas eléctricas con una Taser (pistola eléctrica). El hecho desencadenó una ola de protestas durante la madrugada de hoy tanto en la capital como en las ciudades de Cali y Medellín, y volvió a instaurar el debate sobre una reforma a la institución policial.
Las circunstancias de la muerte de Ordóñez se han podido conocer gracias a un video registrado por un testigo del incidente y los relatos de los demás presentes. Según los medios colombianos, de acuerdo a la recopilación de información de testigos, el casi abogado -estaba a punto de graduarse- y otros amigos estaban tomando alcohol afuera de su residencia en la localidad de Engativá en Bogotá, y salieron a comprar más. Al regreso ocurrió el evento con los agentes.
Según indica El Espectador, los familiares relataron que los policías le dijeron que le iban a poner un comparendo y Ordóñez respondió que lo pagaría sin problemas, respuesta que habría desatado la reacción de los policías. En el video se escuchan los gritos de Ordóñez, pidiéndoles a los agentes que por favor cesaran la agresión, mientras se escuchan alrededor de nueve descargas de las Taser. Gravemente herido, Ordóñez fue trasladado a un hospital a donde llegó sin vida.
Protestas y disturbios
Durante la noche del miércoles y la madrugada de este jueves se sucedieron una serie de protestas y disturbios que expresaron la indignación de la ciudadanía ante la violencia y el abuso policial, y que dejaron siete muertos y 140 personas heridas, 87 policías y 53 manifestantes.
Según confirmaron esta mañana las autoridades, resultaron afectadas 56 instalaciones de la Policía, 77 vehículos dañados, 37 buses de TransMilenio fueron vandalizados y ocho incinerados. Además, cinco entidades bancarias fueron atacadas al igual que dos establecimientos comerciales, “por lo que fueron capturadas 70 personas por daño en bien público y ataque contra servidor público”.
El ministro de Defensa de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, señaló que “la política del gobierno es de cero tolerancia con la violación de la ley y las normas constitucionales (...) por eso, rechazamos nuevamente, con dolor e indignación, los hechos que pueden comprometer a dos agentes de la Policía, y que concluyeron en la muerte del señor Ordóñez”, dijo el ministro y aseguró que por instrucciones del Presidente Iván Duque seguirán apoyando y facilitando las investigaciones sobre ese hecho. También, rechazó los hechos de violencia de esta madrugada e indicó que “el balance da cuenta de la atrocidad del vandalismo, de la atrocidad de la violencia que tuvo lugar el día de ayer".
La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, en tanto, insistió en la necesidad de reformar la institución policial. “Destruir a Bogotá no va a arreglar la policía. No va a acabar el abuso policial. Ahora tenemos que arreglar el abuso policial, el abuso de autoridad y la ciudad, en un momento en que tenemos muchas más dificultades. (...) Quisiera proponer que trabajemos en conjunto la reforma legal que sea necesaria para abordar el problema estructural de casos recurrentes de abuso policial”, remarcó. Además, López sostuvo que no se trata de “un hecho aislado; hay una conducta, no diría sistemática pero sí recurrente, de casos de violencia y abuso policial”. La alcaldesa de Bogotá detalló que tiene conocimiento de 137 denuncias de hechos de este tipo ocurridos en lo que va del año.
Lo ocurrido estas dos últimas jornadas en Colombia, recuerda la indignación y el debate que se provocó por el actuar del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) en las protestas durante el paro nacional en contra de las políticas de Duque, a fines del año pasado. En noviembre de 2019, el joven Dilan Cruz marchaba en el centro de Bogotá cuando recibió un impacto en la cabeza con un arma tipo bean bag, la cual fue disparada por un agente del Esmad. Dos días después, el joven estudiante falleció, desencadenando un fuerte rechazo de la ciudadanía ante el actuar policial.
Ante este nuevo hecho de violencia policial, que recuerda el uso de la fuerza de la policía estadounidense contra los afroamericanos y la condena del movimiento Black Lives Matter, el Congreso colombiano se alista para presentar un proyecto de reforma a la institución.
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