El conflicto que preocupa a Sebastián Rozental

El día a día de Sebastián Rozental (42) es intenso. Desde que comenzó a trabajar junto a Fernando Felicevich, -representante de Arturo Vidal y Alexis Sánchez, entre otros- su vida tuvo un vuelco total. Un día puede estar en Ankara, Turquía, y el otro en Lisboa, Portugal. El ex jugador de Universidad Católica no para.

Pero a fines año pasado a sus preocupaciones laborales sumó otra de índole familiar. Su abuela Rebeca Sigloff Mandel (79) -viuda de Moisés Rozental- le comentó que estaba en medio de un complejo problema con la familia Ahumada por la administración de los negocios que mantienen en conjunto.

En 1981, Moisés Rozental (fallecido en 2015) junto a su amigo Víctor Ahumada Cifuentes (92) adquirieron Comercial Chacao. Por aquellos años la sociedad gozaba de una amplia popularidad dado que era la distribuidora del whisky Johnnie Walker.

Tal como lo deseaban sus dueños, posteriormente la compañía comenzó a ampliar  su giro. A la fecha, el portafolio de productos de la empresa incluye las marcas Aruba (arroz, legumbres, fideos y conservas), Amanda (yerba mate) y Barilla, compañía italiana que ostenta el liderazgo mundial de pastas. Pero no sólo alimentos, sino que también insumos para la limpieza del hogar como lavalozas, cera para pisos y cloro.

Sin embargo, hoy existe un fuerte quiebre al interior del directorio de la empresa. La familia Rozental a inicios de enero del presente año, presentó una solicitud de arbitraje, aduciendo una serie de irregularidades al interior de la mesa directiva de Comercial Chacao S.A. que es administrada por la familia Ahumada. Ello, pese a que ambas familias tienen participaciones accionarias igualitarias del 50%. Ello porque así se decidió de común acuerdo en algún minuto de concordia post muerte de Moisés. No obstante, los Ahumada hoy se oponen a renovar el directorio y respetar los porcentajes.

En su escrito, Inversiones Pierre S.A., -entidad que representa a la familia Rozental- advirtió que en los últimos años se han ejecutado una serie de actos contrarios al beneficio social de Comercial Chacao y sus accionistas, lo que, advierten, podría llevar a la compañía a la quiebra. La familia de futbolista sostiene que la administración -en manos de la familia Ahumada- ha tomado una serie de decisiones que llevan a la firma a un débil momento económico. "Con estos actos se han causado cuantiosos daños", sostiene.

Para la familia Ahumada, en tanto, esto es un intento de sus socios por obligarlos a comprar su participación en Chacao y a un precio que consideran que está fuera de mercado. En estos momentos,  la empresa que se encuentra sumida en una crisis financiera y está en plena negociación con la banca para sumar recursos frescos para su operación. Advierten que si bien sufre cuantiosos pasivos, la compañía mantendría activos por un total de US$20 millones.

Prueba del quiebre entre ambas familias es lo ocurrido en la última sesión de directorio de Comercial Chacao, la cual consta en el acta que se encuentra en la Notaría Ricardo San Martín. En dicho documento, fechado el pasado 22 de marzo el abogado de la compañía, Jorge Monsalve, detalla la oposición del presidente de la empresa, Jorge Mardini (71),y de la abuela de Rozental, Rebeca Sigloff Mandel (79), a que se lleve a cabo la junta.  Ambos alegaron que la convocatoria solo la podría efectuar el presidente de la compañía y presentaron su renuncia a fin de la renovación del directorio.

No obstante, la cita se concretó igual, y sólo contó con la participación de los directores de la familia Ahumada, representada por Inversiones Las Amapolas Limitada. De hecho, el propio Víctor Ahumada Cifuentes es al mismo tiempo director y gerente general de la compañía junto a sus hijos Víctor y Luis Ahumada Contreras, quienes también integran la mesa directiva.

Según el acta, el director Luis Antonio Ahumada Contreras explicó que la sociedad "se encontraba en una situación extremadamente vulnerable".

"La sociedad tiene un déficit de caja semanal en torno a los $1.500 millones en obligaciones vencidas con proveedores, principalmente con la empresa Iansa. Con esta empresa la deuda total asciende a $1.700 millones, la cual ha sido reprogramada mediante acuerdo simple", sostuvo Ahumada según lo señala el escrito.

El mismo documento también detalló que el déficit se ha producido por varias razones, entre ellas, la elevada carga financiera producto del alza en el endeudamiento. "Actualmente, se pagan cerca de $80 millones al mes en amortizaciones e intereses de créditos pactados a plazo. A ello se suma el pago de cerca de $1.000 millones entre 2016 y 2018 para finiquitar personal, cuya productividad era muy baja y con una antigüedad que en ciertos casos superaba los 40 años", consignó.

"La sistemática baja en las venta desde 2016 a 2018, que se ha traducido en una disminución del margen bruto en $960 millones". La compañía cerró 2018 con pérdidas totales por $472 millones", remató.

El conflicto también involucra el choque de dos grandes estudios de abogados. Víctor Ahumada Cifuentes es representado por Baker McKenzie con Rodrigo Díaz de Valdés y Ruggero Cozzi. Mientras que la familia Rozental es representada por Grasty Quintana Majlis & Cía., con los abogados Jorge Meneses y Marcelo Guerrero.

Víctor Ahumada, gerente general de la compañía explicó que Comercial Chacao está pasando por  "una situación financiera difícil", y acusó a la familia Rozental de bloquear cualquier intento por mejorar el estado de la sociedad.

"Hemos intentado alcanzar acuerdos con sus representantes, pero en respuesta han formulado propuestas impracticables que no hemos aceptado. Les hemos pedido una participación todavía más activa a la familia Rozental para colaborar en solucionar los problemas que puntualmente tenemos ahora, pero se han negado. Le repito, su interés es que compremos, y para ello no han escatimado en acusaciones falsas, presiones, y otras formas indebidas que sólo perjudican a la compañía.  Nuestra prioridad es Comercial Chacao. Para ello, seguimos atendiendo a nuestros clientes y cumpliendo oportunamente nuestros compromisos".

"La restructuración de pasivos es un camino. Nuestros socios -familia Rozental- tienen activa participación en la firma pero han hecho lo imposible para bloquear cualquier solución en favor de la sociedad, actuando con un claro conflicto de intereses. Es evidente que están tratando hace meses forzarnos a comprar su participación, extremando el conflicto", sostiene.

No obstante, la familia Rozental desmiente cualquier tipo de intensión de venta de la compañía, asegurando que la supuesta intensión de venta "es un invento de la familia Ahumada para deslegitimar la demanda de arbitraje".