El coronavirus contra el Ratón Mickey: Disney enfrenta la peor crisis de su historia

Disney World
Disney World en una imagen de inicios de marzo, poco antes de su cierre indefinido por el coronavirus.

La compañía depende principalmente de los parques temáticos, los eventos deportivos y los estrenos de cine, todos afectados por la pandemia. Ante la dimensión de la crisis, volvió a tomar el liderazgo Bob Iger, su CEO más exitoso, y la plataforma Disney+ luce como el único motivo de celebración de la empresa.


Desde hace un mes no hay parques temáticos abiertos en el mundo. Ni Universal, Seaworld ni las compañías de origen chino están funcionando. Tampoco los recintos de Disney, que partieron con el cierre en enero de las instalaciones de Shanghái y culminaron a mediados de marzo pausando las operaciones en sus resorts y parques en California y Florida.

Registrando una asistencia anual que duplica a su más cercano competidor, ninguna empresa del rubro está saliendo más dañada que la compañía fundada por Walt Disney, conocida más por sus películas de Hollywood, pero que genera más millones a través de los visitantes que reciben sus parques en Asia, Europa y Estados Unidos. Solo el último año ganó US$ 26 mil millones en este ítem, por lo que el coronavirus y sus consecuencias vienen a golpear el corazón de la empresa.

El impacto en ese ámbito se suma a los cines cerrados, con una decena de títulos aplazados que incluyen Black Widow y Mulán, y la imposibilidad de realizar eventos deportivos (Disney también posee la cadena ESPN), generando un escenario que podría estar totalizando pérdidas de US$ 30 mil millones por día, según estimó el analista Hal Vogel.

El crítico momento trajo de vuelta a su histórico CEO, Bob Iger, responsable de adquirir Pixar, Marvel, Lucasfilm y Fox y catapultar a la empresa al estatus que ostentaba previo al coronavirus, hasta que había cedido su lugar el mes pasado a Bob Chapek, principal encargado de la división de parques temáticos durante años.

“Una crisis de esta magnitud, y su impacto en Disney, necesariamente generaría que ayude activamente a Bob y la compañía a lidiar con eso, ¡especialmente porque la dirigí durante 15 años!”, dijo Iger a The New York Times, poco antes que se confirmara que el gigante había conseguido un nuevo préstamo rotativo que le daría acceso a hasta US$ 5 mil millones (en marzo ya había logrado uno similar).

Menos empleados parece ser un futuro inminente para la compañía, que ya toma medidas en el rubro que más ganancias le reporta y que ignora cuándo logrará reanudar. Esto porque anunció que despedirá a 43 mil empleados sindicalizados de Disney World, a partir del próximo domingo. El recinto ubicado en Orlando, Florida, tiene la mayor cantidad de trabajadores instalados en un solo lugar de todo Estados Unidos (77 mil), y solo mantendrá a 200 personas realizando “labores esenciales”, mientras que el resto conservará sus beneficios de seguros durante un año, según informó Service Trades Council, que agrupa a los sindicatos del parque.

El streaming: única alegría

Disney+ es la plataforma que lanzó en noviembre en Estados Unidos, Canadá y Holanda con impecables resultados. Apelando a su catálogo histórico y sumando algunas series nuevas como The Mandalorian –sobre Star Wars–, el servicio se expandió a más países de Europa el 24 de marzo y pretende llegar a Latinoamérica durante el segundo semestre, tal como viene anunciando hace meses. De acuerdo a lo comunicado la semana pasada, ya registra 50 millones de suscriptores, superando con creces las expectativas inicialmente establecidas (Netflix posee 167 millones según su último informe).

Al catálogo del servicio de streaming llegará la cinta de fantasía Artemis Fowl, una de las películas inicialmente pensadas para el cine (en Chile estaba para el 28 de mayo) y otros títulos podrían vivir algo similar, aunque no será el caso de sus producciones más grandes, como Mulán (ahora fijada para julio) y Black Widow (noviembre).

Por lo pronto, ese calendario de estrenos no deja de vivir modificaciones, con Soul –de Pixar– moviéndose de junio a noviembre y dejando totalmente huérfana su programación del primer semestre. Como todo el mundo del entretenimiento, Disney piensa en poder reanudar su actividad en la segunda mitad del año, aunque bajo completa incertidumbre.

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