El enredo de La Moneda por la suma urgencia y el plazo autoimpuesto para la reforma de pensiones
Luego de que el Ejecutivo ingresara la prioridad para el proyecto previsional, ante la orden del Presidente, en la oposición manifestaron su disconformidad con la medida. Incluso, el senador Luciano Cruz-Coke (Evópoli) planteó que autoridades de gobierno le habían dicho que no estaban de acuerdo con la estrategia.
El martes, luego de que la ministra del Trabajo, Jeannette Jara (PC), y el ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde (PS), ingresaran en la Comisión de Trabajo del Senado la suma urgencia para aprobar la idea de legislar la reforma de pensiones, que ya pasó por la Cámara de Diputados, los parlamentarios de oposición no escondieron su molestia.
Así se lo transmitió, enrabiado, el senador Luciano Cruz-Coke (Evópoli) al ministro Elizalde al salir de la instancia. “Déjeme verlo”, le dijo el socialista.
En distintas conversaciones el secretario de Estado ha reconocido que es complejo que el proyecto sea despachado antes del 1 de junio, plazo que ha impuesto el Presidente Gabriel Boric, como se lo transmitió a la mesa del Senado y ha reiterado en sus apariciones públicas.
“Hemos tenido diferencias durante demasiado tiempo, pero no me cabe ninguna duda de que si ponemos a Chile por delante vamos a lograr acuerdos, pero el tiempo se agota. Y espero que durante mayo se vote, en general, la reforma de pensiones en la Comisión del Senado”, dijo, el 1 de mayo, el Mandatario durante el Día Internacional de los Trabajadores.
Pero el plazo es difícil ya que entre los senadores no hay acuerdo en legislar apurados, y así se lo han advertido al gobierno, a quienes les han dicho que si se vota el proyecto tal cual está, lo van a rechazar o no se harán cargo de la urgencia.
De hecho, recién a principios de mayo se definió, junto al ministro de Hacienda, Mario Marcel, un cronograma para que los asesores designados por la comisión trabajen en puntos específicos a despejar. Por ello, la estrategia que anunció Jara llamó la atención de la derecha, en donde plantearon que era una descoordinación del Ejecutivo.
Así lo planteó el senador Cruz-Coke en la última sesión de la comisión: “He visto en la cuenta que se le puso urgencia suma al proyecto que tiene un cronograma de trabajo, y nosotros hemos sido claros en que sin cambios se va a rechazar. Parece, y yo conversé con distintas personas al interior del gobierno, que no estaban de acuerdo con poner urgencias cuando nosotros tenemos acuerdo para votar la idea de legislar una vez que hayamos visto una serie de temas”.
El parlamentario hizo un llamado al gobierno, tal como lo había hecho, a “ponerse de acuerdo internamente”, ya que ve muchas “contradicciones” en los esfuerzos que están realizando.
En la oposición han planteado que el apuro del Ejecutivo se debe a que Boric quiere tener argumentos que entregar en la cuenta pública del 1 de junio. Así, para el Mandatario sería más fácil decir que se ingresó la urgencia, pero que no se ha cumplido, aun cuando hay un cronograma de trabajo establecido e incluso considerando que la próxima semana es distrital.
Eso sí, Elizalde ha transmitido que no es cierto que haya discrepancias al interior del gobierno como plantea Cruz-Coke, y que las urgencias son coordinadas por todo el comité político y que es la Segpres, su ministerio, la que está a cargo de ingresarlas.
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