El “hombre feliz” de cara a Chong: Fiscal cita a general Iturriaga por casos de lesa humanidad y responsabilidad de mando

Con el acelerador a fondo ha estado la fiscal de Alta Complejidad Centro Norte, Ximena Chong, en las causas en que indaga delitos de lesa humanidad durante el estallido social y una eventual responsabilidad de mando de Carabineros, en la cantidad de lesionados durante las protestas iniciadas el 18 de octubre del 2019.

Y es que la investigadora, además de solicitar las declaraciones del expresidente Sebastián Piñera y los exministros del Interior, Andrés Chadwick y Gonzalo Blumel, también decretó otra diligencias para las 17.00 horas de este 3 de marzo: interrogar, en calidad de testigo, al comandante en jefe del Ejército, Javier Iturriaga.

El alto oficial durante el estallido social fue designado como el jefe de la Defensa Nacional para liderar los servicios de las Fuerzas Armadas (FF.AA.), mientras duró el estado de emergencia. Su rol, de acuerdo al artículo 5° de la Ley Orgánica Constitucional de los Estados de Excepción, era -entre otras disposiciones- “asumir el mando de las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad Pública que se encuentren en la zona declarada en estado de emergencia, para los efectos de velar por el orden público y de reparar o precaver el daño o peligro para la seguridad nacional que haya dado origen a dicho estado, debiendo observar las facultades administrativas de las autoridades institucionales colocadas bajo su jurisdicción”.

Como el rol del hoy comandante en jefe del Ejército tenía que ver con haber tenido a su cargo, no sólo a las FF.AA., sino que también a las policías, su declaración aparece como clave en ambas indagatorias que persigue la fiscal Chong. Por un lado, su testimonio podría aclarar cómo se dispusieron los servicios durante las protestas y si se instruyeron órdenes para evitar o no daños a la población civil.

El interrogatorio -que estará enfocado en las causas de lesa humanidad y responsabilidad de mando- se concretará en el Edificio Bicentenario del Ejército, lugar que fue fijado por el propio general, pues como máximo representante de la institución militar, tiene la prerrogativa de establecer el escenario de la diligencia.

Con el expresidente querellado, y en calidad de imputado en las investigaciones de la persecutora, los caminos del general Iturriaga y Sebastián Piñera se volverán a cruzar. Ya lo hicieron en 2019, durante el estallido social, donde el militar se despachó con una frase que lo posicionó ante la opinión pública.

“Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, que está dispuesto a usar la violencia sin ningún límite”, dijo el exmandatario, el 20 de octubre del 2019, haciendo referencia a los desmanes, saqueos e incendios intencionales que se propagaban por la capital.

Al otro día, en un punto de prensa diario que ofrecía Iturriaga, se le consultó por la frase del Presidente, a lo que contestó: “Yo soy un hombre feliz, la verdad es que no estoy en guerra con nadie (...). Estamos muy conformes con lo que hemos visto. Ha sido un despertar lento de la ciudad, en calma y en paz, lo que nos tiene muy tranquilos y al mismo tiempo muy alertas a inconvenientes que pudieran provocar algunos desadaptados”.

Entre los intervinientes del caso apuntan que la declaración del comandante en jefe del Ejército es fundamental para la causa, pues era el superior que tenía la policía uniformada durante el estallido social, al menos en el papel. Es más, las mismas fuentes consultadas destacan que la disposición legal, en su numeral seis, establecía que el rol del jefe de la Defensa Nacional era “impartir todas las instrucciones para el mantenimiento del orden interno dentro de la zona”.

Lo que el Ministerio Público, ahora, deberá despejar es de qué se trataron esas instrucciones, si se tomaron las precauciones para disminuir los riesgos de la población civil y si se modificaron patrones cuando se detectaron vulneraciones a los derechos humanos. Todo está en el radar de la fiscal Chong.