El huelguista mapuche que no quiso salir de la cárcel por estar en un “movimiento de carácter político”
Freddy Marileo Marileo lleva más de 90 días en huelga de hambre en la Cárcel de Angol. Sin embargo, el 30 de julio tuvo una opción para salir, ya que estaba fijada una audiencia para discutir sus medidas cautelares, pero él se negó a asistir a la instancia. Según explicó su defensor en la audiencia, el interno prefería seguir en prisión por razones "políticas" y porque "apuntaba a otros fines determinados, por lo que él estima que modificar la medida cautelar atentaría con esos fines". Actualmente, está investigado por un presunto doble homicidio contra otros dos comuneros.
Al preguntar entre los actores judiciales de La Araucanía quién de los 27 comuneros mapuches en huelga de hambre (en La Araucanía y el Biobío) es el “más duro”, una respuesta que se repite no es el machi Celestino Córdova (condenado por el crimen del matrimonio Luchsinger-Mackay en 2013), ni los hermanos Tralcal (también sentenciados por el caso de 2013). La mayoría asegura que es Freddy Marileo Marileo, quien no quiere salir de la cárcel. Aún.
Marileo está detenido en la Cárcel de Angol, uno de los penales donde permanece recluida gran parte de los huelguistas de hambre, acción que han desplegado -según sus declaraciones- como una manera de protesta contra las medidas penitenciarias del Estado contra los presos mapuches. Entre otras cosas, piden mayores beneficios para sus rituales y cumplir su pena bajo arresto domiciliario total mientras dure la pandemia.
Fue el 5 de febrero de 2019 que este comunero mapuche y líder de una parte de la comunidad de Boyen, en Ercilla, fue arrestado.
Ese día, Marileo, disparó contra otros dos comuneros: Jorge Marimán Loncomilla y Matías Cariqueo Loncomilla, hijos del lonko José Cariqueo Saravia.
Ambos murieron en el lugar y Marileo llamó a Carabineros para entregarse, asegurando legítima defensa.
Sin embargo, tras la investigación de la Fiscalía Regional de La Araucanía Marileo fue acusado de doble homicidio. Según las pesquisas del ente persecutor y la PDI, el imputado fue quien concertó la reunión con las víctimas, les dijo que solucionarían sus problemas y los habría esperado para abrir fuego.
Cuando se entregó, Marileo puso a disposición de las policías una escopeta, con la cual teóricamente hizo los disparos. La indagatoria, sin embargo, concluyó que el imputado habría usado un fusil, por el tipo de munición encontrada en el cuerpo de los víctimas. De hecho, las balas halladas en los fallecidos corresponden a un calibre 5.56, es decir, a armamento de guerra.
Hace casi un año y medio que el imputado permanece en prisión, pero pudo haber quedado en libertad.
Para el 30 de julio pasado estaba fijada una audiencia de reivisión de medidas cautelares, en la cual se discutiría esta posibilidad ante el Juzgado de Collipulli.
Según la resolución del tribunal, la defensa de Marileo, es decir, el defensor público Humberto Serri, “desistió de la audiencia de revisión de prisión preventiva por expresas instrucciones del imputado, y no se abrió debate respecto de la prisión preventiva (...). La voluntad del imputado ajusta a que no se revise su prisión preventiva, ya que se encuentra en un movimiento de carácter político que apunta a otros fines determinados; por eso, él estima que modificar la medida cautelar atentaría con esos fines. En definitiva, la defensa no va a debatir la medida cautelar de prisión preventiva por expresas instrucciones del imputado”.
Además, se hizo presente que a pesar de la extensa cantidad de días en huelga de hambre, “en base a entrevista realizada por el defensor local jefe de la Defensoría Penal Mapuche, don Humberto Serri Guajardo, al imputado, se pudo constatar que Freddy Jonathan Marileo Marileo, a pesar del tiempo que lleva en huelga de hambre, mantiene plenamente sus capacidades mentales, por lo tanto se entiende que la decisión que el toma es meditada y de forma cuerda”. Por lo tanto, por todo lo anterior, su prisión preventiva se mantuvo.
La semana pasada, los representantes de los huelguistas del penal de Angol rechazaron reunirse el viernes con el Ministerio de Justicia. Ayer, en tanto, seis de estos internos fueron trasladados al hospital de la zona, por presentar problemas de salud asociados a la misma huelga.
Por ahora, el núcleo de Angol de las negociaciones con el gobierno sigue en el mismo pie: no se reunirán con las autoridades del Ministerio de Justicia.
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