El reservado encuentro de Squella con Vodanovic y sus guiños al oficialismo para dar “garantías” sobre el proceso constitucional

“¿Podemos reunirnos?”. Fue la pregunta que hace algunos días le hizo la secretaria general de los republicanos, Ruth Hurtado, a la senadora y timonel del PS, Paulina Vodanovic.

Hurtado ya conocía a Vodanovic. Ambas habían hablado en los meses previos, cuando los partidos políticos estaban negociando un acuerdo constitucional que habilitara el nuevo proceso para elaborar una Carta Magna. Si bien los republicanos finalmente se restaron del pacto firmado en diciembre pasado, el contacto entre ambas quedó.

Así, Hurtado medió para concretar una cita en la que también participara el presidente del Partido Republicano, Arturo Squella. El encuentro finalmente se concretó el jueves 18 de mayo pasado, en un lugar “neutral” (en ninguna de las sedes partidarias), en un café de Las Condes.

El objetivo de la cita forma parte de una ronda de conversaciones que está llevando adelante Squella, con las que busca reforzar el diseño de la colectividad para enfrentar el proceso constituyente: tener una postura dialogante y “responsable” en la redacción de la nueva Carta Magna.

Esto, siguiendo la línea trazada por el propio fundador del partido, José Antonio Kast, quien dijo, en entrevista con La Tercera Domingo, que “esperamos que la nueva propuesta deje conforme a la mayoría de los chilenos, no a la mayoría del Partido Republicano”.

Así, la colectividad ha hecho un esfuerzo por potenciar el mensaje de que van con intenciones de trabajar de manera transversal en el órgano redactor, donde eligieron 23 escaños, siendo la fuerza hegemónica del Consejo.

Por lo mismo, han intentado cuidar las intervenciones de los consejeros electos y les han pedido “prudencia” e informar al partido de cualquier solicitud de prensa con el objetivo de tener un mayor control de lo que aparece en medios de comunicación.

Estos resguardos buscan cuidar el proyecto político de los republicanos debido a que transmiten que si el proceso fracasa, le endosarán a ellos esa responsabilidad y que, en esta ocasión, al ser mayoría tienen una mayor responsabilidad. Por la misma razón, algunos republicanos transmiten que el cómo se comporten los consejeros influirá en las posibilidades de mostrar gobernabilidad, pensando en las presidenciales que vienen donde apuestan a que Kast sea candidato otra vez.

En este escenario, Squella y Hurtado se reunieron con Vodanovic. La cita, según quienes conocieron de ella, duró alrededor de una hora. El mensaje que transmitieron los republicanos a la timonel socialista buscó dar “garantías” de su disposición a que el nuevo proceso constitucional funcione. Además, la idea del encuentro fue tener una “coordinación previa” a que se constituya el órgano redactor el próximo 7 de junio, para transmitir el mensaje de que enfocarse en aquellas materias que los unan, más que las que generan diferencias.

Esto en línea con reforzar la idea de que no quieren “pasar máquina” al ser un grupo mayoritario dentro del órgano constitucional.

Pero Squella no solo ha hablado con Vodanovic. También lo ha hecho, según afirman en el partido, con otros personeros del oficialismo, por ejemplo, del PPD y la DC.

Consultado al respecto, el timonel de republicanos sostuvo que “vamos a conversar con todos los sectores, dentro de ellos por supuesto, también con quienes no cuentan con representación en el futuro Consejo constitucional. Hay partidos en formación que no alcanzaron a presentar candidatos en esta oportunidad, como Amarillos, pero sin duda deben ser incorporados al debate”.

En Apruebo Dignidad, por otro lado, aseguran que con ellos no ha habido acercamientos. En las directivas de Revolución Democrática (RD) y Convergencia Social (CS) dicen que Squella no los ha llamado.

En ese sector, en todo caso, existe desconfianza respecto de la actitud que tendrán los consejeros republicanos debido a algunas declaraciones de parlamentarios como el diputado Johannes Kaiser, quien puso en duda el cumplimiento de las bases constitucionales adoptadas por los partidos, y la del senador Rojo Edwards, quien esta semana, junto a un grupo de la disidencia a la directiva republicana, dio a conocer un comunicado cuestionando el anteproyecto de la Comisión Experta.

Sobre esto último, de todas formas, en la mesa republicana transmiten que Edwards representa una postura minoritaria en el partido.

Si bien durante estos días los consejeros republicanos han estado en sus respectivas regiones, igual han sostenido reuniones telemáticas para coordinar temas administrativos de la bancada.

Según fuentes de la colectividad, una de las definiciones que ya se adoptó -y que será formalmente comunicada en un nuevo cónclave el próximo lunes y martes en Casablanca (Región de Valparaíso)- es que el partido asumirá la presidencia del Consejo Constitucional, la cual se elige en una sola votación (junto a la vicepresidencia del órgano).

La definición se concretó tras un debate interno en la colectividad, donde algunos plantearon ceder ese espacio -a Chile Vamos o a Unidad para Chile- para dar una señal de moderación, mientras otras voces defendieron ocuparlo, ejercer la mayoría que tienen en el Consejo, y no “eludir” la responsabilidad en el proceso constituyente, punto que también había sido empujado por dirigentes de Chile Vamos.

Finalmente, de acuerdo a las mismas fuentes, primó lo segundo. Eso sí, el nombre que propondrán para asumir ese desafío lo mantienen en reserva. Algunos republicanos transmiten que probablemente sea una mujer quien termine asumiendo el cargo, por lo que la consejera Beatriz Hevia (30) es una alternativa.

En el encuentro del próximo lunes y martes del partido esperan llegar con una propuesta y debatir junto al resto de los consejeros sobre la presidencia. También se encuentran revisando la conformación de las comisiones.

De acuerdo a las mismas fuentes, otra definición que se adoptó -y que también será comunicada de manera oficial en la cita de la próxima semana- es que el consejero por la Región Metropolitana Luis Silva será el jefe de bancada de los 22 consejeros republicanos, con lo cual no sería él quien asuma la presidencia del órgano redactor.