El sueldo de seis cifras anuales que ganará Trump, pero que no necesariamente llegará a su bolsillo
La cuestión de si Trump planea donar su salario presidencial durante su segundo mandato –tal como lo hizo en su primera administración- sigue en juego. En todo caso, no será el gobernante mejor pagado del mundo.
Durante su discurso de investidura en el Capitolio el lunes pasado, el presidente Donald Trump describió su visión para su segunda administración y prometió “poner a Estados Unidos primero”. Pese a su publicitada política de recorte de gastos públicos, de la cual Elon Musk aparece como responsable de llevar a cabo, tanto Trump como JD Vance, su vicepresidente, recibirán salarios anuales de seis cifras, destaca Fox News. Sin embargo, no necesariamente ese dinero llegará al bolsillo del mandatario republicano si repite su promesa de la campaña de 2016, cuando dijo que donaría su sueldo si era elegido presidente.
Como segundo al mando del país, el salario de Vance como vicepresidente sería de 235.100 dólares por cada año que sirva, según la Fundación de la Unión Nacional de Contribuyentes. Esta cifra supone un aumento del 35% respecto a su salario como senador por Ohio, cargo en el que ganaba un salario anual de 174.000 dólares. El salario oficial del vicepresidente estaba fijado en 289.400 dólares a partir de enero, pero una medida incluida en la Ley de Alivio Estadounidense de 2025 mantiene congelados los aumentos salariales para ciertos altos funcionarios políticos hasta el 14 de marzo de 2025.
El salario del presidente, en tanto, es de 400.000 dólares al año, según la ley estadounidense, y se paga en intervalos mensuales, detalla Fox News.
Además, Trump recibirá una “asignación de 50.000 dólares para sufragar los gastos relacionados con el desempeño de sus funciones oficiales o que resulten de ellas”, según la ley. El presidente “tendrá derecho también al uso de los muebles y otros efectos pertenecientes a Estados Unidos y guardados en la Residencia Ejecutiva de la Casa Blanca” durante su mandato, señala el código estadounidense.
También hay dinero para viajes y entretenimiento, que asciende a 100.000 y 19.000 dólares respectivamente, según CBS News.
Tradicionalmente, los gastos de viaje superan con creces esta cantidad (Judicial Watch calculó los gastos totales de la familia Obama durante los dos mandatos del expresidente Barack Obama en 114,7 millones de dólares, y los del séquito de Trump en 13,5 millones de dólares durante su primer año en el cargo), pero de todos modos la asignación sigue vigente.
El salario presidencial de Estados Unidos se ha mantenido igual durante 24 años. El aumento más reciente fue aprobado por el Congreso en 1999 y entró en vigor en enero de 2001.
La enmienda de 1999 duplicó el salario presidencial de su monto anterior de 200.000 dólares, lo que convirtió a George W. Bush en el primer presidente en ganar 400.000 dólares.
El aumento salarial de 1999 fue el primero desde 1969, cuando el salario presidencial saltó de 100.000 dólares a 200.000 dólares al comienzo de la presidencia de Richard Nixon, lo que equivale a más de un millón de dólares actuales en términos reales.
En todo caso, Trump no es el líder mundial mejor pagado. Según el sitio politicalsalaries.com, a la cabeza del ranking se encuentra el primer ministro de Singapur, Lawrence Wong, con un sueldo anual de US$ 1.608.000, seguido de la presidenta de Suiza, Karin Keller-Sutter, con US$ 531.000. El inquilino de la Casa Blanca aparece tercero, con sus US$ 400.000 anuales.
La cuestión de si Trump planea donar su salario presidencial durante su segundo mandato sigue en juego. Durante su primera administración, el republicano aparentemente cumplió su promesa de donar la totalidad de su salario al gobierno, como detalló Forbes.
“Durante su campaña de 2016, Donald Trump prometió donar su salario si era elegido presidente. Fue una promesa que Trump cumplió, incluso sus críticos reconocen (…) El presidente Trump donó al menos US$ 1,4 millones de los US$ 1,6 millones que ganó como presidente a varias agencias federales. Sin embargo, aún están en duda las donaciones para el tercer y cuarto trimestre de 2020. Nuestros auditores en OpenTheBooks.com verificaron 14 de las 16 donaciones trimestrales durante cuatro años”, informó Forbes.
El salario presidencial es un requisito de la Constitución de Estados Unidos en el Artículo II, Sección 1, Cláusula 7, y el monto específico lo establece el Congreso. Los presidentes no tienen permitido legalmente rechazar su salario, pero pueden donarlo a organizaciones de su elección.
Trump es el primer presidente desde John F. Kennedy que dona su salario. Tanto John F. Kennedy como Herbert Hoover donaron sus salarios presidenciales a causas benéficas. Según los registros del Congreso, George Washington inicialmente rechazó su salario de 25.000 dólares, pero el Congreso no se lo permitió.
En el caso de Trump, el desprenderse de su salario presidencial no parece ser gran problema. En un año, el magante pasó de tener un patrimonio neto de 2.500 millones de dólares y enfrentarse a importantes cargas legales, a convertirse en presidente electo y volver a figurar en el recuento de Forbes de las personas más ricas de Estados Unidos, gracias a su participación mayoritaria en la empresa matriz de Truth Social, que aumentó su patrimonio neto a 6.100 millones de dólares.
Cabe señalar que los presidentes estadounidenses también siguen formando parte de la nómina del gobierno federal después de dejar la Casa Blanca. Desde 1958, los exmandatarios reciben una pensión anual que ahora asciende a más de 200.000 dólares. También reciben un ítem para oficina en el lugar que elijan y gastos de viajes, según la Ley de Expresidentes de 1958.
Los presidentes estadounidenses también suelen ganar mucho más dinero cuando dejan el cargo gracias a las ventas de libros, conferencias, acuerdos con los medios y otros esfuerzos lucrativos.
Ulysses S. Grant (1869-1877) fue el primer presidente estadounidense en escribir unas memorias, que terminó, como es bien sabido, tan solo unos días antes de su muerte en 1885. Prácticamente todos los presidentes modernos, con la excepción de Franklin Delano Roosevelt y John F. Kennedy, quienes murieron mientras ejercían el cargo, han escrito memorias, recuerda CBS News.
“Es de ahí de donde proviene una gran parte del dinero después de haber sido presidentes”, dijo a CBS MoneyWatch Barbara Perry, copresidenta del Programa de Historia Oral Presidencial del Centro Miller de la Universidad de Virginia. “Las memorias escritas les han hecho ganar millones”.
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