El temor oficialista por que la elección de gobernadores se transforme en un “plebiscito” al gobierno de Boric


VOCERIA PRESIDENTE GABRIEL BORIC
MARIO TELLEZ / LA TERCERA

En los partidos del Ejecutivo es aceptada la idea de que difícilmente podrán mantener los 15 de 16 cupos de gobernadores regionales que hoy concentran la izquierda y la centroizquierda. La reducción de esa brecha, dicen, dejaría en evidencia que la derecha ganó terreno. Hasta el cierre de esta edición, los timoneles de las tiendas sostenían un comité político en La Moneda.


A las 21.00 horas del miércoles, los presidentes de los partidos que sustentan la alianza de gobierno del Presidente Gabriel Boric llegaron a La Moneda para sostener un comité político “extraordinario” que citó el martes la ministra Carolina Tohá (Interior). Aunque la invitación no especificó detalles, los dirigentes sabían a lo que iban: a reforzar la unidad que se propusieron conseguir para enfrentar la elección de gobernadores regionales de octubre de este año.

El desorden en que se encuentra el oficialismo, incapaz -por ahora- de llegar a un acuerdo para presentar candidaturas únicas en las 16 regiones del país, es un tema de preocupación en Palacio. Así lo han hecho ver la ministra Tohá e incluso el propio Mandatario en distintas instancias. En consideración de eso, en los últimos días en la alianza ha tomado fuerza una tesis: la elección de gobernadores podría convertirse en un “plebiscito” para la administración de Boric.

El fundamento tras ese planteamiento es que hoy en día la izquierda y centroizquierda -el oficialismo junto a la Democracia Cristiana e independientes- ostentan 15 de las 16 gobernaciones regionales. La única excepción es La Araucanía, con Luciano Rivas. Y en los partidos del oficialismo son conscientes de que la elección de 2021 fue algo circunstancial, que difícilmente volverá a repetirse.

En ese sentido, y en vista del buen resultado que tuvo la derecha en la elección de consejeros constituyentes, algunos se atreven a dar por hecho que como sector perderán la mitad de las regiones que hoy en día administran.

Ese escenario, reconocen en el oficialismo, sería catastrófico. Incluso peor que un mal resultado municipal, pues sería una muestra mucho más clara de que la izquierda perdió el control de regiones completas, lo que supondría una desventaja para, luego, enfrentar las elecciones parlamentarias y presidenciales de 2025.

A eso se suma que se complejizaría el ya rudo trabajo conjunto entre los gobernadores regionales y los delegados presidenciales del gobierno de Boric.

“La elección es un plebiscito en cada región a la gestión del gobierno regionalmente, eso es lo que va a mostrar (...). Cada región va a manifestar su apoyo o rechazo a la gestión del gobernador y del gobierno en cada una de las regiones”, planteó el presidente de los liberales, Juan Carlos Urzúa.

JUAN CARLOS URZUA.
31 DE AGOSTO 2023. JUAN CARLOS URZUA. PREIDENTE DEL PARTIDO LIBERAL FOTO PEDRO RODRIGUEZ

Lautaro Carmona, en tanto, es de la idea de que la verdadera medición de fuerzas se dará en otra elección. “Yo pondría como telón de fondo la manifestación de la ciudadanía (...) no en las candidaturas uninominales, ni alcaldías ni gobernaciones, sino en las candidaturas que reúnen a los partidos, como son los concejales y consejeros. Esa es la votación que hay que mirar, porque habla de una incidencia, de una tendencia, de una influencia. Son candidaturas más identitarias que las propuestas políticas que compartimos con el gobierno”, señaló.


LAUTARO CARMONA, PRESIDENTE DEL PARTIDO COMUNISTA
MARIO TELLEZ / LA TERCERA

Su par del Partido Radical, Leonardo Cubillos, por su parte, sostuvo que “toda elección al final siempre será una evaluación para las autoridades en ejercicio, no solo aquellas involucradas como candidato, sino para aquellas candidaturas que son parte de los partidos de la alianza, ya que somos el pacto que es la plataforma política del gobierno. En este tipo de elecciones el voto no es político, es decir asociado a un partido, sino más bien a una gestión territorial”.

En el gobierno reconocen que la elección de gobernadores se puede entender con un plebiscito para su gestión, al igual que la reelección de candidatos oficialistas en comunas grandes. Advierten, además, que han debido involucrarse en estos comicios -más que en los de alcaldes- puesto que identificaron que, como son menos los cupos que se reparten, los partidos no han logrado despejar rápidamente la nómina. De todas formas, desdramatizan la situación, pues argumentan que toda reelección es una medición para el gobierno de turno.

Los partidos del oficialismo -y la DC- llegaron a la sede del PS a las 10.00 horas de este miércoles, para -nuevamente- intentar destrabar las tratativas. El hito estuvo marcado por el debut de Constanza Martínez, quien llegó en representación del Frente Amplio. “¿Eres vegana, Constanza?”, le preguntó la presidenta socialista, Paulina Vodanovic, al inicio de la reunión.

En tono distendido, la líder socialista agregó: “A Diego Ibáñez -el expresidente del partido- había que tenerle sándwich sin jamón”.

“No”, respondió con una sonrisa Martínez, para luego continuar con la cita.

Reunión oficialismo

La negociación se complejizó luego de que el lunes el timonel de la DC, el diputado Alberto Undurraga, notificara a las demás colectividades que ellos están por llevar candidatos en cuatro regiones: Arica, el Maule, Los Lagos y Coquimbo. Este miércoles, el parlamentario salió de la reunión a las 11.20 horas con el fin de dejar conversar a las demás tiendas sobre ese escenario.

La firme defensa de la DC por esas circunscripciones es una piedra de tope que, reconocen en los demás partidos, complejiza llegar a un acuerdo unitario. La colectividad, por no ser parte del gobierno, no fue convocada a la reunión del miércoles por la noche en La Moneda, de la que participaron los ministros Tohá y Álvaro Elizalde, además de Carlos Durán, pero se espera que sea un tema obligado de conversación. Hasta el cierre de esta edición, el encuentro aún se desarrollaba.

En la DC están atentos al mensaje que el gobierno entregue a los partidos oficialistas. Sin embargo, dicen algunos dirigentes, lo que ocurra en La Moneda no determinará lo que pase con el pacto.

En la tienda recuerdan que en febrero de 2023 el Presidente Boric citó en su casa a Paulina Vodanovic (Partido Socialista), Leonardo Cubillos (Partido Radical) y los otrora timoneles Natalia Piergentili (PPD) y Patricio Morales (Partido Liberal). Ahí, el Mandatario les pidió hacer un último esfuerzo por alcanzar una lista única junto a los demás partidos del oficialismo para la elección de consejeros constitucionales. Sin embargo, el PPD y los radicales no obedecieron y formaron una lista aparte junto a la DC.

¿Tan amigos como siempre? El encuentro de desagravio que planean en el Socialismo Democrático
Socialismo Democrático.

En ese sentido, en la Falange ven con buenos ojos que los radicales no renuncien a su aspiración de competir en Antofagasta a través de la candidatura de la exministra Marcela Hernando, pese a que el PPD pretende llevar a la reelección a Ricardo Díaz, pues es una señal de que inevitablemente habrá competencia. De hecho, el lunes los radicales plantearon que ellos incluso estarían dispuestos a ir solos, fuera de la lista del oficialismo, y omitirse donde no tienen candidatos con tal de llevar a la extitular de Minería.

Ya en ese escenario, en la DC han comenzado a sostener encuentros uno a uno con dirigentes del Partido Radical y el Partido Liberal.

De esta forma, toma fuerza la idea de establecer una competencia regulada, algo que ya había sido deslizado por el Partido Comunista, los liberales y los regionalistas verdes en reuniones electorales anteriores. Así las cosas, el objetivo de unidad que persigue el gobierno, de momento, se ve complejo de concretar.

A su llegada al encuentro, Carmona dijo que llegar a una lista con candidaturas únicas este lunes “es una expectativa que muchos de nosotros tiene, porque es lo mejor, lo óptimo, porque le da potencia a toda la confrontación electoral que va a haber (…)”.

Además, sobre la situación de Coquimbo -uno de los mayores nudos electorales- reconoció que “es un punto no resuelto”, pero sostuvo que espera que “las horas que quedan ayuden a que esto se resuelva”.

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