Era delivery y quería traer a compatriotas a ejercer comercio sexual: quién es “Carlitos Nike”, el peligroso tercer prófugo por el crimen del suboficial Palma
Son dos los detenidos por el homicidio del suboficial Daniel Palma, pero hay un tercer objetivo de los investigadores: Carlos Cortez Flores. Es uno de los denominados "sujetos de interés" en el caso. Su historia tiene varios capítulos: ingresó a Chile por un paso no habilitado, en Colchane; tiene nexos con la trata de personas y el tráfico de drogas y ahora último había forjado una peligrosa amistad con un homicida de Venezuela.
Intensas diligencias se siguen llevando a cabo por parte del OS-9 de Carabineros para dar con los otros sospechosos del crimen del suboficial Daniel Palma Yáñez (33). Si bien ya hay dos personas detenidas en la investigación que dirige la Fiscalía Centro Norte, existen más presuntos involucrados del crudo homicidio ocurrido el 5 de abril en el centro de Santiago.
Es en medio de estas pesquisas -donde ya se han allanado más de 40 domicilios- que la policía ha ido estrechando el cerco sobre los otros sospechosos, uno de ellos, Carlos Cortez Flores (20), alias “Carlitos Nike”. El ciudadano venezolano es uno de los “sujetos de interés” que difundió el Ministerio Público, el jueves 6 de abril, por lo que su imagen ha sido ampliamente compartida en redes sociales.
Además de Luis Lugo Machado (23), uno de los últimos detenidos, Cortez es sindicado como clave en la investigación, pues, según los antecedentes que ha podido reunir el Ministerio Público y Carabineros, mantiene un perfil de “alto riesgo”. Supuestos nexos con homicidas, la trata de personas y el tráfico de drogas aparecen hoy en su alarmante perfil delictual.
“Carlitos Nike” llegó a Chile en enero del año 2021, ingresando por un paso no habilitado en Colchane. No estuvo mucho tiempo en el norte, hasta que contactó a una de sus familiares que ya estaba asentada en Santiago, a quien le pidió alojamiento.
Cortez llegó a calle Eleuterio Ramírez a residir con su familia materna y a los pocos meses encontró trabajo como reponedor de un supermercado Lider, en la comuna de Vitacura. En esas labores duró aproximadamente seis meses, hasta que decidió irse Viña del Mar. A su familia le llamó la atención este cambio, dado que no tenía un mal comportamiento, ni en su casa ni tampoco en su vida laboral.
En Viña del Mar estuvo poco. A los tres meses volvería a cambiar de residencia y radicarse en Concepción, donde estrechó amistad con otros compatriotas venezolanos, quienes para la familia “tenían cosa raras”.
Según los testimonios que ha podido recabar la policía, fue en la Región del Biobío que estableció lazos con el mundo delictual. Sin ir más lejos, el propio Lugo Machado residía en Concepción, donde estuvo detenido por porte ilegal de armas y microtráfico de drogas.
En la investigación también apareció otro dato. Según comentó a su círculo más íntimo, estando en Concepción, Cortez intentó ingresar a Chile a una mujer venezolana para explotarla en el rubro de la prostitución, así como también dedicarse de lleno al tráfico de drogas y armas.
El arriendo de un auto y un amigo homicida
El año pasado, Cortez, sin embargo, se volcó de lleno al arriendo de un automóvil para trabajar de delivery, generando ingresos diarios que iban desde los $10 mil hasta $100, o más.
En noviembre del 2022, “Carlitos Nike” llegó a Santiago, desde Concepción, en compañía de otro amigo venezolano, quien es recordado por sus círculo de amigos y familia como alguien de tez clara, contextura delgada, y de entre 25 o 26 años. Por su forma de hablar, recuerdan los mismos testigos, “dio la impresión de que era delincuente”.
Al pasar unos días, uno de sus primos echó a andar el rumor, entre este mismo círculo, que el amigo con el que andaba Carlos había estado preso en Venezuela por haber matado a alguien y que además se dedicaba al tráfico de drogas.
La relación con su familia que residía en Santiago se comenzó a quebrar, a raíz de estos “malos pasos”, pero además por una deuda que mantenía con ellos. Por lo mismo, sus connacionales que viven en el centro de Santiago no quieren saber mucho de “Carlitos Nike”, menos ahora que es uno de los sospechosos de haber participado del homicidio del suboficial Palma.
En sus redes sociales ya no arroja pistas de sus últimos movimientos, pero en la policía creen que pronto caerá para unirse a los otros dos detenidos en el caso. ¿Es el tercer y último sospechoso? No, porque los investigadores también buscan a un cuarto pasajero del Chevrolet Sonic, desde donde se disparó al mártir 1.233 de Carabineros.
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