Con espacios de comida y un show “normal”: así fue el concierto de The Offspring que hoy está en la mira
Luego que un asistente al recital del sábado 14 anunciara haber dado positivo en el test del Covid-19, se activaron las alarmas entre la producción y las 7 mil personas que llegaron al Movistar Arena ese día, muchos de ellos hoy en cuarentena preventiva. Si bien los fans comentan que el espectáculo se desarrolló con normalidad y sin medidas especiales, desde el recinto aseguran que se repartió información y se instalaron dispensadores de alcohol gel en el lugar.
El concierto del grupo estadounidense The Offspring del sábado 14 de marzo, el último evento internacional de la temporada en la cartelera chilena -y aparentemente el único de la banda californiana este semestre-, todavía resuena entre sus asistentes.
El sábado pasado, siete días después del espectáculo, la comunidad de fans locales del conjunto alertó en sus redes sobre el caso de una persona que fue de público al recital y que habría dado positivo en el test del Covid-19, luego de haber sentido los primeros síntomas al día siguiente del show. Tras esto, el propio asistente contó en sus redes sociales que comenzó con malestares el domingo 15 en la tarde, y junto con detallar que se ubicó en la tercera fila más cercana al escenario del Movistar Arena durante el espectáculo, hizo un llamado a los cerca de 7 mil espectadores al show a extremar precauciones y estar atentos a los síntomas.
“En el trabajo, por mi cuenta, compré mascarillas y jamás me la saqué estando allá, mantuve distancia con todo el mundo y estuve preocupado de no tocarme la cara y no toser en lugares cerrados (...) estuve con mi cuñado el viernes y sábado en el mismo auto, y él hasta ahora está sano. Por descarte, hasta ahora, me contagié en el recital”, aseguró en entrevista con el portal de música Nación Rock.
La misma comunidad de fans chilenos de The Offspring asegura que por el momento no ha recibido reportes de nuevos casos positivos de coronavirus de otras personas que fueron al concierto, aunque las autoridades de salud ya se habrían contactado con el mencionado asistente para darle seguimiento al caso.
En paralelo, profesionales involucrados en la organización del evento también están tratando de investigar la situación y se mantienen en contacto con las autoridades correspondientes para evaluar los pasos a seguir, mientras muchos de los fans que fueron al recital han iniciado una estricta cuarentena preventiva alertados por la situación.
Las productoras a cargo del evento, Red Eyes y Transistor, fueron contactadas por La Tercera PM para obtener su opinión al respecto, pero declinaron hablar por ahora.
Todo normal
El recital del sábado 14 se hizo al límite pero dentro del marco de lo permitido. Si bien una vez conocido el caso del asistente contagiado se han incrementado las críticas en redes sociales contra los organizadores del espectáculo, la producción contó con los permisos correspondientes de la Intendencia Metropolitana y alcanzó a realizarse dos días antes que comenzara a regir la prohibición de eventos para más de 500 personas, que partió el lunes 16 de marzo.
Los propios integrantes de The Offspring también pusieron de su parte para que el recital saliera a flote: tras quedar “varados” en Argentina, donde el gobierno restringió los espectáculos cuando los músicos ya habían llegado al país, el grupo punk decidió seguir adelante con su viaje a Santiago y así salvar una gira por Sudamérica que se fue desmoronando con el correr de los días, a causa de la rápida propagación del virus en la región y la reacción de las autoridades de cada destino.
Así, pese a que los otros invitados internacionales al show -los estadounidenses Pennywise- no pudieron embarcarse al país por los mismos motivos, y sólo horas después que la autoridad anunciara el inicio de la llamada “fase 3” del virus en Chile, cerca de 7 mil personas llegaron ese sábado al Movistar Arena para presenciar el concierto, que comenzó a las 17:15 horas con el grupo nacional BBS Paranoicos y se extendió hasta cerca de las 22.30 horas.
Según testimonios del público, la rutina de ese sábado y lo que vivieron antes, durante y después del evento fue como la de cualquier otro concierto que hayan ido antes. Incluso, en la tarde, decenas de personas llegaron a las oficinas de la ticketera a cargo del recital- que estuvo operativa hasta las 14.00 horas-, donde se registraron largas filas para retirar y también devolver entradas.
Las dudas y confusión de los asistentes sobre la viabilidad del show durante esa tarde -pese a que la organización ya lo había ratificado oficialmente en las horas previas- se disiparon en el Arena, donde todo funcionó con relativa normalidad. Eso sí, apenas finalizado el show, se informó la suspensión del concierto acústico que The Offspring daría al día siguiente en la capital y que se seguía comercializando hasta ese sábado.
Según describen algunos asistentes, lo único fuera de la común fue la presencia de guardias de seguridad privados usando mascarillas y guantes plásticos en la revisión y accesos.
“No hubo medidas preventivas con respecto al coronavirus, ni alcohol gel en el recinto, ni ningún tipo de información en relación al virus. Es como si no estuviéramos con una pandemia. La fila se hizo con total normalidad. Los únicos a los que vi con alguna medida de protección fue un par de guardias que estaban con mascarillas, pero supongo que por medida propia de esa empresa externa", cuenta Claudio Musat (25), quien se encuentra en cuarentena preventiva.
“Siento que no se tomaron las medidas suficientes, de hecho fue bastante normal todo, desde la entrada hasta los lugares donde se podía comer y beber”, complementa Andrés Riquelme (28), otro asistente al show. “En términos generales fue normal el evento, sólo fallo Pennywise que se restó finalmente en las últimas horas previas por la contingencia provocada por el coronavirus”.
“No vi ninguna medida especial, realizaron a mi parecer lo mismo que en otros conciertos, se realizó todo con normalidad, no vi nada extraño ni peculiar”, agrega Robinson Abarzúa (27), otro asistente.
Los testimonios contrastan con la versión del recinto y de otras fuentes ligadas a la producción, que aseguran que ese día sí se tomaron medidas especiales para el evento. Incluso cuentan con fotografías para probar que ese sábado se entregó información al público sobre medidas de prevención, a través de volantes y en pantallas, al tiempo que se instalaron dispensadores de alcohol gel en distintos puntos del arena.
Los asistentes al show consultados para este artículo, en tanto, aseguran que no han sido contactados por las autoridades de salud ni por la producción del concierto.
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