Estudio asegura que alcaldes de comunas más pobres de la RM presentan mayores alzas de gasto municipal en años de elecciones
La Facultad de Negocios de la Universidad de Talca realizó un análisis respecto del gasto de los municipios entre los años 2001 y 2019, especialmente enfocado durante el periodo de elecciones, en el que muchos de los alcaldes van por un nuevo periodo. El análisis apunta a que las partidas presupuestarias que los jefes comunales modifican con mayor interés, y con el objetivo de lograr la reelección, figura el desembolso del presupuesto a actividades públicas, pavimentación y servicios de mantención de semáforos, entre otros.
Un estudio realizado por la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Talca, y que consideró el gasto total en que incurrieron 345 municipios, entre los años 2001 y 2019, establece que en tiempos electorales los alcaldes elevan hasta en $ 300 millones sus inversiones en las comunas que dirigen.
El análisis sostiene que entre las partidas presupuestarias que los jefes comunales ocupan con mayor interés, y con el objetivo de lograr la reelección, figura el gasto ligado a actividades públicas, pavimentación y servicios de mantención de semáforos, entre otros. Así lo asegura Paulo Cox, doctor en Economía de la Universidad de Toulouse, Francia, quien lideró la indagatoria, que da cuenta de este mayor gasto en que incurren las municipalidades previo a elecciones y que se eleva considerablemente si se compara con otros periodos en que no está en juego la continuidad de la autoridad comunal.
Sin embargo, una de las conclusiones más llamativas del informe es que las comunas urbanas de la Región Metropolitana con menores ingresos presentan las mayores alzas en el gasto durante las elecciones. “La evidencia muestra que el aumento del gasto en la última elección fue significativamente mayor, o más marcado, entre las comunas de menores ingresos, y menor, o incluso negativo, en las comunas de mayores ingresos”, indicó Cox.
En esa línea, el economista aclaró que “seis comunas presentan un aumento marcado de gastos, superando el alza de 10%, mientras que en una de ellas esta alza llega a alcanzar incluso un 30%. A medida que las comunas de la Región Metropolitana tienen más ingresos, la tendencia es que mantengan bajo el 5% del alza en el gasto, o que incluso gasten menos”.
En promedio, se explica en la investigación, los gastos entre un año “normal” y uno en que se define a la autoridad comunal, la variación del presupuesto puede ir entre un 1% y un 2%, y aunque parece una alteración menor, la indagatoria advierte que en algunas zonas esto puede ser incluso mucho mayor, ya que dependerá del tamaño del municipio y su presupuesto particular.
Actividades municipales al alza
La investigación toma en cuenta una serie de variables que pueden hacer que una municipalidad en determinados periodos aumente su gasto. Entre los aspectos considerados están: el nivel de población, un desastre natural, el nivel de pobreza y ruralidad. Es decir, el estudio considera los aspectos relevantes vinculados y entre ellos está la desviación de recursos que se produce, a modo de ejemplo, en una inundación, pues el foco de los gastos de un municipio están concentrados en ir en ayuda de las personas afectadas.
“Aquí lo importante a tener en cuenta es lo siguiente: $ 300 millones en promedio adicionales en un año electoral corresponde más o menos a 10 veces lo que en promedio gasta un alcalde en campaña electoral durante un año de elección”, explicó Cox.
Al mismo tiempo, el estudio señala que el gasto en transferencias corrientes a organizaciones comunitarias aumentó en promedio un 24% durante 2008, considerando a todas las comunas del país durante la elección municipal. En esa misma lógica, en 2012 el aumento fue 9% y en 2016, de 11%. En contraste, en 2010 este ítem se contrajo en 13%, siendo un año no electoral.
En ese sentido, el informe concluye que las desviaciones de fondos para financiar las actividades municipales se disparan en tiempos de elecciones municipales. Por medio de un gráfico, el académico sostuvo que durante 2008 el alza en el gasto para actividades municipales fue de 4,8%. En 2012 este incremento alcanzó 19% y en 2016 el aumento llegó a 11,3%.
En ese sentido, dijo, se deben tomar en cuenta para hacer estas comparaciones de gastos los factores demográficos, socioeconómicos, y si ocurrió o no en esa comuna algún desastre natural que explique el aumento del gasto, y si no, se puede inferir entonces que dicho incremento tiene que ver con razones políticas. El académico apunta a que “hay evidencia de un ciclo político presupuestario durante las elecciones municipales. Esto conforme con evidencia de otros países en vías de desarrollo que, a diferencia de países desarrollados, no castigan el oportunismo electoral de algunos alcaldes”, complementó.
Práctica generalizada
El estudio, que está en su fase inicial y concluirá a fines de este año, consigna también que los incrementos en las partidas presupuestarias en tiempos electorales no están vinculados a un partido o coalición política en particular, sino que el amplio espectro lleva adelante esta práctica y se ha vuelto generalizada.
“En general, la manipulación, o la práctica de hacer que el comportamiento presupuestario sea distinto en años electorales, es más fuerte entre alcaldes de la misma coalición política que el gobierno de turno. Y también es más notoria en aquellos municipios donde el alcalde que se reelige obtuvo en los comicios anteriores una victoria estrecha”, explicó Cox.
A su parecer, mientras más estrecha se ve la elección de un alcalde, se observa que los recursos que llegan desde el gobierno central son mayores y que eso puede ser interpretado como una forma para ayudarlo y, según el académico, todo iría en la línea de mejorar las expectativas electorales de ese jefe comunal.
“Al aumentar ciertas partidas que son más visibles, como la pavimentación de calles y la instalación de semáforos, también se recurre a disminuir los gastos menos visibles, por ejemplo, aquellos destinados a la gestión interna o contratación de personal. Esas dos partidas de gastos no se ven afectadas o incluso se ven disminuidas en año electoral”, dice Cox.
Aunque no se aprecia esta misma situación en el gasto total de municipios en años de elecciones presidenciales, sí se observa -según el estudio- un fuerte ajuste hacia la baja, ya que el año de elecciones de alcaldes se hizo el aumento de inversión.
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