Europa se rebela contra uso de mascarillas en exteriores: Francia las abandona mañana y España “pronto”

Pese a que la comisaria europea de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, alertó este martes que Europa “todavía no está fuera de peligro” en relación con la pandemia y pidió “no relajarse” ni dejar de usar las mascarillas, Francia y España se sumaron hoy a otros países del continente que hicieron anuncios sobre el fin del uso de este elemento de protección personal contra el Covid-19 a medida que mejoran los índices epidemiológicos en sus territorios.

El primer ministro de Francia, Jean Castex, anunció hoy que el uso de mascarillas dejará de ser obligatorio en espacios abiertos a partir de mañana, y que, a partir del domingo, ya no se aplicará el toque de queda nocturno vigente desde hace ocho meses, lo que supone adelantar unos cambios que estaban previstos inicialmente para el 1 de julio.

“Vamos a levantar la obligación general de llevar mascarillas en el exterior”, confirmó Castex al término del Consejo de Ministros. De esta forma, sólo seguirá siendo necesario llevarla “en ciertas circunstancias”, lo que implica básicamente lugares muy concurridos o en los que no se pueda guardar una mínima distancia. En espacios cerrados, por el contrario, se mantendrá en vigor su obligatoriedad en comercios, oficinas, transportes, etc.

Numerosos expertos aseguraban que esta medida no tiene “mucho interés” en luchar eficazmente contra el virus, dijo el epidemiólogo Antoine Flahault, que insiste en la importancia del lavado de manos o la distancia social, según consigna France Presse.

Estas decisiones, anunciadas a cuatro días de elecciones regionales que se anuncian difíciles para el gobierno, se tomaron porque la situación sanitaria “mejora más rápido de lo que habíamos previsto”, justificó Castex. Francia está registrando unos 3.900 casos diarios de Covid-19, comparado con 35.000 durante el peak de marzo-abril. Más del 58% de la población adulta ha recibido al menos una dosis de vacuna. La nación miembro de la Unión Europea dispuso el martes vacunar a jóvenes de 12 a 18 años como medida de protección, al tiempo que mitiga gradualmente las restricciones.

En España, en tanto, el presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, se mostró confiado hoy en que “pronto vamos a abandonar las mascarillas en la calle” ahora que se ha alcanzado la “velocidad de crucero” en la inmunización contra el Covid-19 y que “en unos días” habrá 15 millones de personas inoculadas en el país. Según el Ejecutivo español, es “la mayor campaña de vacunación de nuestra historia”, tras el récord de 3,2 millones dosis administradas la semana pasada. Se espera que en unas semanas el 50% de la población tenga al menos una dosis de la vacuna.

Sin embargo, la Comisión de Salud Pública, en la que se encuentran representadas todas las comunidades autónomas de España y el Ministerio de Salud, no abordó en su reunión de este martes la posibilidad de eliminar la obligatoriedad de mascarillas en exteriores, según indicaron fuentes de Salud a Europa Press. “No hay fecha”, recalcaron.

Dinamarca se convirtió el lunes en el primer país europeo en eliminar la mascarilla en interiores. Este elemento de protección, que al igual que en el resto de países nórdicos nunca ha sido obligatoria en exteriores, dejará de ser un requisito en supermercados, tiendas y centros comerciales y solo se pedirá para pasajeros que vayan de pie en transporte colectivo, exigencia que desaparecerá el 1 de septiembre.

El gobierno de Islandia comenzó este lunes a relajar algunas de las restricciones impuestas por la pandemia y, entre ellas, destaca la eliminación del uso de mascarilla en ciertas situaciones. En concreto, los islandeses tendrán que utilizar mascarilla únicamente cuando asistan a eventos en los que las personas estén sentadas, como a ver una obra de teatro, ir a un centro religioso o a un evento deportivo.

Otro país nórdico, Finlandia, tampoco obliga su uso en espacios abiertos, y en el caso de los cerrados, lo recomienda en el transporte público. Esta es prácticamente la tónica general, no llevar mascarillas en espacios abiertos, a menos que no se pueda mantener la distancia, pero sí en los cerrados. Ocurre así en Hungría, Países Bajos, Croacia, Eslovaquia o República Checa.

Alemania, en tanto, avanza hacia un levantamiento gradual de la obligación de llevar mascarilla, tras una fuerte reducción de los contagios en el país, dijo el lunes el ministro de Salud, Jens Spahn. “Gracias a la caída de la tasa de incidencia, podemos proceder por etapas; un primer paso podría ser el levantamiento del uso de la mascarilla en espacios exteriores”, señaló.

“En las regiones con una tasa de incidencia muy baja y una elevada tasa de vacunación, esto podría alcanzar progresivamente a los espacios interiores”, añadió Spahn. En Alemania, el uso de mascarillas es obligatorio en los lugares públicos cerrados, el transporte público, los negocios y algunas calles muy frecuentadas.

Desde el 10 de junio, Austria relajó el mandato del uso de mascarillas al aire libre para las personas que hayan sido vacunadas, hayan dado negativo y a todas aquellas que se hayan recuperado recientemente del Covid-19. Y a partir del 1 de julio, y según la situación epidemiológica, tampoco será necesario en los espacios cerrados.

En la ciudad de Bruselas, en Bélgica, el uso de la mascarilla en la calle dejó de ser obligatorio el 9 de junio, salvo en las zonas altamente concurridas, como mercados o centros comerciales, según informó el alcalde de la capital belga, Philipe Close.

“¡La vacunación avanza y las cifras bajan! A partir del 9 de junio ya no será obligatorio llevar la mascarilla en el exterior, a excepción de calles comerciales concurridas”, expuso en Twitter el propio Close. Cada comuna de la ciudad deberá fijar ahora cuáles son esas zonas concurridas.

Según el diario La Vanguardia, Bruselas ya adoptó esta decisión en julio pasado, pero, pasadas las vacaciones de verano de 2020, tras el inicio de la segunda ola de la pandemia, se obligó de nuevo al uso generalizado de la mascarilla en la calle.

Desde el 15 de mayo, los polacos tampoco están obligados a llevar la mascarilla en los exteriores. Poco antes el gobierno anunció que comenzaba su plan de desescalada después de un descenso de las cifras de Covid en el país, “gracias a nuestro comportamiento responsable y a un número cada vez mayor de personas vacunadas”.

Sin embargo, la mascarilla seguirá siendo obligatoria si la tasa de infección por cada 100.000 personas no se sitúa por debajo de 15. Las medidas irán cambiando cada dos semanas, ya que, según explicó el ministro de Salud, Adam Niedzielski, “se necesita ese ritmo de dos semanas para observar los efectos de las regulaciones introducidas”.

En Portugal, en cambio, el uso de mascarillas en las calles será obligatorio hasta mediados de septiembre, pero solo si no se puede mantener una distancia de 1,5 metros. La ley dice que se debe usar “siempre que el distanciamiento físico recomendado por las autoridades de la salud sea impracticable”.

El gobierno portugués renovó esa normativa que continuará igual que cuando entró en vigor el pasado 28 de octubre y seguirá siendo obligatorio el uso de la mascarilla cuando se está en el interior de cualquier edificio. Incumplir esta ley puede suponer una multa de 100 a 500 euros y la mascarilla no se puede sustituir por una visera de protección.