Figueroa enfrenta su primer test en el gobierno: encabeza gestiones para echar pie atrás a polémica compra de la casa de Allende

Francisco Figueroa (FA) tenía todo listo para asentarse a vivir en Valdivia, en la Región de Los Ríos. En medio de su planificación llegó el llamado de La Moneda.

Esto porque el Presidente Gabriel Boric optó por confiarle a su excompañero de movilizaciones estudiantiles el manejo de la crisis que se generó en el Ministerio de Bienes Nacionales tras la fallida compra de la casa de Salvador Allende. Un hecho a todas luces inconstitucional, ya que dentro del grupo de propietarios del inmueble están la ministra de Defensa, Maya Fernández (PS), y la senadora Isabel Allende.

Este lunes, Figueroa cumplió cinco días en Bienes Nacionales, espacio al que llegó como sucesor de Marcela Sandoval (FA), a quien el Mandatario le hizo pagar los costos políticos del bochorno.

Esta misma jornada el ministro de Bienes Nacionales llegó hasta La Moneda, donde se reunió con los equipos de la Secretaría General de Gobierno (Segegob), que hoy lidera de manera subrogante la ministra de Ciencia, Aisén Etcheverry (FA).

El motivo de la reunión era preparar la vocería del nuevo ministro, quien tendrá que explicar los aspectos procedimentales con los que La Moneda busca echar pie atrás a la fallida compra de la casa de Allende, un transacción para la que se contempló invertir hasta $933 millones.

En el gobierno sostienen que se evalúan varios caminos a seguir. Aunque descartan que sea necesario que se derogue el decreto presidencial de intención de compra (una opción que varios han puesto sobre la mesa). Eso bajo la lógica de que la sola firma del contrato no cumple el efecto compraventa y, por lo tanto, basta con no continuar el proceso para detenerlo.

Según aseguran en el Ejecutivo, lo que venía después de la compraventa era un decreto que aprobaba la compraventa y ese acto administrativo ya no se va a dictar. De este modo la escritura no tendrá valor.

Todo ese proceso quedó a cargo de la División Jurídica de Bienes Nacionales, que encabeza la experta en derecho constitucional Macarena Diez.

Minutos antes de que Figueroa llegara a La Moneda, la vocera subrogante del Ejecutivo se refirió a la polémica señalando que sería el ministro el encargado de detallar cómo se enfrentará el asunto desde ahora. Por lo mismo, los equipos de gobierno están preparando al nuevo secretario de Estado para debut ante los medios, lo que se evalúa hacer entre hoy y mañana.

En su primer punto de prensa, el nuevo ministro detallará el paso a paso con el que el Ejecutivo busca enmendar el error que golpeó al “allendismo” y que generó un fuerte cruce entre el Partido Socialista y el Frente Amplio.

El equipo de Bienes Nacionales también cuenta con apoyo de los equipos de Presidencia y de la Secretaría General de la Presidencia, que lidera Francisca Moya, a quien han apuntado por no advertir la inconstitucionalidad que implicaba la adquisición del inmueble.

Sin embargo, Figueroa optó por solicitar asesoría jurídica de personeras que son cercanas a él y que se han especializado en la materia.

El gobierno de Boric está en coordinación con la familia Allende -cuya gestión está encomendada al abogado Felipe Vio, yerno de la senadora por Valparaíso-. Con ellos se están evaluando las acciones administrativas y jurídicas para concretar la resciliación del contrato, la medida que tomó fuerza en el gobierno para echar pie atrás al bochorno.

A fines de la semana pasada, sin embargo, La Moneda estaba estudiando otras alternativas para cerrar el episodio con mayor agilidad, pero hoy la ministra Etcheverry reafirmó que la resciliación sería la vía tomada por Palacio.

Figueroa llegó a Bienes Nacionales con un equipo de asesores encabezado por la arquitecta Valentina Saavedra (FA), quien era parte del gabinete de Javiera Toro cuando fue ministra de Desarrollo Social. Su especialidad son los temas de desarrollo territorial.

En la repartición que lidera la ministra Javiera Toro, Figueroa fue jefe de gabinete y Saavedra, antes de llegar a Bienes Nacionales, era jefa de asesores. Tanto Toro como Figueroa vienen del autonomismo, que luego derivó en el partido Comunes, cuyos militantes recalaron en el nuevo partido del Frente Amplio.

El flanco jurídico no es el único que enfrenta Figueroa en su debut. Esto porque, inmediatamente después de su nominación como ministro, desde el Socialismo Democrático surgieron cuestionamientos en su contra, ya que el frenteamplista fue un férreo crítico de la Concertación y los 30 años.

Por ejemplo, el senador Fidel Espinoza, del PS, publicó en su cuenta de X: “Nombran en Bienes Nacionales a un acérrimo detractor de Michelle Bachelet, quien públicamente la denostaba. Estamos cada vez peor. Esta cartera ha sido vilmente manoseada por el gobierno, perjudicando a miles de chilenos que luchan por su título de dominio”.

Los dichos del senador son compartidos incluso por integrantes de la directiva socialista, encabezada por Paulina Vodanovic. Pero han optado por guardar silencio para evitar que la polémica escale aun más.

En la misma línea que Espinoza, el diputado Jaime Araya, de la bancada PPD e independientes, solicitó a la nueva autoridad “sincerar su opinión sobre los aportes de la Concertación, el Presidente (Ricardo) Lagos, la Presidenta Bachelet, de Sergio Bitar, y sobre los 30 años más prósperos en la historia de Chile, para confirmar que sus burlas y odios son cosas del pasado”.

En su publicación, Araya adjuntó una serie de capturas de pantallas de dichos emitidos por Figueroa hace años.

“Feliz por la tremenda votación del Frente Amplio. Se acabó la Concertación y con ella los estrechos marcos de la transición. Emerge una alternativa para el nuevo Chile”, publicó en 2017. “Bachelet asume Alto Comisionado ONU con más deudas que méritos en materia de DD.HH. Nueva Mayoría podrá aplaudir, pero al hacerlo celebra reducción de DD.HH. a indicadores de buen comportamiento neoliberal, contra la concepción sustantiva que necesitamos para fortalecer nuestras democracias”, escribió Figueroa en 2018.