Final de infarto para fiscal nacional: senadores acusan lobby de abogados y Morales aún no tiene los votos para ser ratificado
"Hay un lobby brutal de los abogados más destacados de este país para que este fiscal sea elegido", dijo el senador Juan Castro. Parlamentarios evalúan votación secreta.
“Mi voto es negativo”, anunció tajante esta mañana el senador Juan Castro (Independiente-RN), ratificando así la inclinación mayoritaria de los integrantes de esa bancada a rechazar o abstenerse frente a la propuesta del Presidente Gabriel Boric para que el fiscal jefe de la zona Santiago Norte, José Morales Opazo, dirija por los próximos 8 años el Ministerio Público.
Para ello se requiere del consentimiento de 33 legisladores, cifra que hasta el momento no se estaba logrando, según estimaban en distintas bancadas. Las proyecciones esta mañana apuntaban a que Morales conseguiría entre 27 y 32 votos.
En RN, el partido que tiene la bancada más grande de senadores -por lo que es un factor decisivo- un legislador comentaba hoy que solo había cuatro votos a favor, pero en el gobierno eran un “poquito” más optimistas y calculaban que tendrían cinco de los 12 senadores de ese comité.
Varios senadores de esa colectividad, sin embargo, preferían mantenerse en silencio para evitar el fuerte lobby de influyentes abogados -según denunciaban- que han promovido el nombre de Morales. Incluso, algunos legisladores comentaban que se convencieron de votar en contra a modo de protesta por estas presiones.
“Hay un lobby brutal de los abogados más destacados de este país para que este fiscal sea elegido. ¿Qué confianza le vamos a entregar a todo el país? ¿Qué justicia estaremos entregando si para tener justicia hay que contratar a estos abogados amigos del fiscal? Queremos una persona que no tenga estos compromisos y que ni se acerque a Santiago”, comentó Juan Castro.
¿Voto secreto?
Por la misma razón, en RN comenzó a deslizarse la posibilidad de hacer secreta la votación, medida que está contemplada en el reglamento del Senado para nombramientos. “Serán siempre secretas las votaciones de los asuntos de interés particular que afecten a personas determinadas, tales como nombramientos; rehabilitaciones de ciudadanía, y otorgamiento de nacionalidad por gracia. Asimismo, la votación será secreta cuando, antes de su inicio, así lo acuerde una mayoría equivalente a los tres quintos de los Senadores presentes, a petición de uno o más Comités”, dice el artículo 59 del reglamento de la corporación.
El senador Rafael Prohens (RN) en declaraciones a T13 dijo que “este es un tema tan complejo donde hay mucha gente que llama a uno, por una razón u otra, y yo estoy convencido de que este tipo de votaciones deben ser secretas”.
Esta medida, sin embargo, nunca ha regido para designaciones de interés público, por lo que algunos senadores creen que tendría poca viabilidad plantear algo así, que solo añadiría más suspenso a la votación que se realizará a partir de las 15 horas. Por lo demás, las bancadas de la UDI y el PC adelantaron que se opondrán a una votación secreta.
Además del desmarque de RN, empujado en gran parte por la opinión del senador Rodrigo Galilea (RN), quien fue el interlocutor en estas negociaciones con el gobierno, la propuesta presidencial también tenía otros inconvenientes que hasta esta mañana aún no se resolvían.
El lío de los viajeros y el quórum
Los reparos que existían por el nombre de Morales en el oficialismo, solo se seguían acrecentando. El senador y jefe de bancada comunista, Daniel Núñez, comentó que seguía en reflexión, al igual que los otros integrantes del grupo de Apruebo Dignidad (PC, Frente Amplio y FREVS). No obstante, Núñez calificó que fue imprudente la declaración de Morales en respuesta a las publicaciones que daban cuenta de su rol en caso Basura, en la que aconsejó a una testigo, con quien tenía una relación sentimental.
Las ausencias de senadores se transformaron en otro inconveniente. Por razones de salud también está completamente descartada la presencia de la senadora socialista Isabel Allende.
Además, hay cuatro senadores de viaje, pero la mayoría no pidió permiso constitucional, lo que impide bajar el quórum de ratificación.
Solo la senadora DC Yasna Provoste -quien había declarado su apoyo a Morales, pero este martes partió rumbo a Bélgica- presentó este permiso, que es voluntario cuando se trata de periplos menores a 30 días. También partieron de viaje el socialista Alfonso de Urresti y los Evópoli Felipe Kast y Sebastián Keitel, quienes hasta esta mañana no habían presentado esta solicitud que permitiría rebajar el piso de aprobación (cada dos senadores baja en un voto el quórum).
Esta mañana, asesores de la Secretaría General de la Presidencia y del Ministerio de Justicia estaban concentrados en que alguno de los senadores que partieron de viaje enviara su respectivo permiso constitucional.
Sin embargo, hasta el mediodía no se apreciaba ningún despliegue visible de ministras del comité político (Carolina Tohá, Ana Lya Uriarte, Antonia Orellana, Camila Vallejo y Jeannette Jara) ni tampoco de la titular de Justicia, Marcela Ríos. Incluso, algunos senadores en privado comentaban que les llamaba la atención que el gobierno no estuviera haciendo intensas gestiones para evitar un inminente revés en el Senado.
De hecho, al Presidente Boric no le satisfacía ninguno de los cinco candidatos a fiscal nacional que escogió la Corte Suprema. Por lo tanto, existía la sospecha de que a La Moneda no le parecía un escenario negativo que el Senado rechazara la proposición presidencial, con el fin de forzar de que el máximo tribunal complete la quina con un nuevo nombre, tal vez más afín al oficialismo.
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