¿Fusión con Demócratas? El “salvavidas” que Amarillos comenzó a evaluar por temor a desaparecer
El exdiputado Gutenberg Martínez planteó que, a través de la unión, se debe avanzar en "un centro político que llene el vacío ante una evidente polarización". Su postura es compartida por otros militantes de Amarillos, quienes están en alerta por los resultados de la elección parlamentaria del próximo año y el riesgo de ser disueltos. De concretarse la iniciativa, la nueva colectividad superaría los 15 mil militantes: más que el Partido Liberal y casi tanto como Evópoli.
No haber logrado la constitución en la Región Metropolitana a tiempo para las elecciones municipales fue un balde de agua fría para Amarillos por Chile.
El hito, que les impedirá presentar candidatos en esa circunscripción, provocó que en la colectividad encabezada por el diputado Andrés Jouannet resurgiera un ruido que, de forma soterrada, los ha acompañado desde sus inicios: la idea de fusionarse con Demócratas, la otra propuesta de partido de centro que encabeza la senadora Ximena Rincón.
La puerta la abrió el integrante del comité político de Amarillos Gutenberg Martínez, quien dijo al medio Sabes que la fusión debe ocurrir en consideración de que “tenemos acuerdo en la todas las cosas importantes del quehacer nacional. La necesidad es de proyectar un centro político que llene el vacío ante una evidente polarización. Actualmente, ambos partidos tienen sus liderazgos y estamos en la previa, eligiendo a los candidatos y después llegaremos a los acuerdos necesarios”.
En conversación con este medio, la prosecretaria de Amarillos, Bernardita Soto, complementó que “todos los partidos tienen la posibilidad de fusión. En el caso nuestro, hay diversas posturas sobre ello”. Sin embargo, reconoció que hoy la prioridad está puesta en la elección de octubre. En ese sentido, adelantó que luego de los comicios “tendremos que ver si eso tiene posibilidades, es una discusión que se debe tener internamente”.
Así, al interior del partido hay posturas a favor de la fusión, otras que se oponen y otras que, aunque prefieren esperar, no descartan esa posibilidad. Cualquier definición, en todo caso, tiene que pasar por el encuentro nacional de Amarillos, su máxima instancia de decisión partidaria, donde tendría que aprobarse por dos tercios de sus integrantes y luego convocar a un plebiscito de la militancia.
De todas formas, entre quienes son proclives a la fusión advierten que en ningún caso puede tratarse de una absorción -es decir, que los amarillos pasen a ser demócratas-, sino que se debe dar un debate político entre ambas colectividades para dar origen a un nuevo referente político.
Lo cierto es que detrás de la postura de Martínez, y con el antecedente de no haberse constituido en la Región Metropolitana, hay un temor que, en privado, distintos militantes amarillos reconocen: desaparecer en las elecciones parlamentarias del próximo año. Esto en consideración de que, según la ley electoral, los partidos serán disueltos en caso de que no alcancen “el 5% de los sufragios válidamente emitidos en la última elección de diputados, en cada una de, a lo menos, ocho regiones o en cada una de a lo menos tres regiones geográficamente contiguas”.
Una fusión sería relevante para ambas colectividades. De acuerdo a los últimos registros publicados por el Servicio Electoral (Servel) -actualizados hasta el 31 de mayo-, Amarillos acumula 8.081 militantes. Demócratas, en tanto, 6.942. Entre ambos suman 15.023. De concretarse, el nuevo partido superaría en número al Partido Liberal (9.867) y quedaría prácticamente equiparado con Evópoli (16.845).
Jorge Tarud, quien es vicepresidente de Demócratas, dijo a este medio que la fusión “es un tema que no se ha tratado, pero considero interesante el planteamiento de Gutenberg y debemos considerarlo positivamente. Las fuerzas de centro debemos representar a la inmensa mayoría de los chilenos, que está lejos de los extremos”.
Gabriel Alemparte, también vicepresidente de Demócratas, afirmó que “es algo evidente que tenemos un origen común y un destino común”. Sin embargo, enfatizó que “hasta el momento, una fusión no ha sido un tema debatido abiertamente, ni en instancias partidarias. Por ahora nuestra concentración ha estado en terminar por ser un partido nacional, asunto del que estamos muy cerca (...). Después habrá tiempo para alcanzar otras metas”.
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