Gremio arremete ante el fin de la bolsas: "Parte fundamental del desarrollo de la humanidad ha sido gracias al plástico"

En Chile se producían hasta hace unos meses alrededor de 9 mil toneladas de bolsas de plástico del tipo "camiseta" trimestralmente, solo para supermercados. Estos ubicuos elementos estaban presentes en prácticamente todos los comercios, desde los almacenes de barrio a los hipermercados. No obstante, las dramáticas imágenes de los océanos cubiertos con desechos despertaron rechazo transversal contra este material. Vinieron entonces cambios normativos que, desde el próximo 3 de febrero, las harán desaparecer del retail y los supermercados. Es un primer paso antes de su eliminación definitiva en el comercio.

La industria del sector, golpeada por este escenario, busca fórmulas para adaptarse, reconoce Magdalena Balcells, gerenta general de la Asociación de Industriales del Plástico (Asipla).

-¿Qué opina sobre la conciencia que se ha generado en torno al daño que produce el plástico al medioambiente?

-Me parece muy positivo que se tome conciencia de que debemos hacer buena disposición de nuestros residuos para conservar y cuidar el medioambiente. Son muchos los materiales que generan residuos. No obstante, existe mucha ignorancia respecto de cuál es la justa medida del impacto que genera el plástico.

-¿Cree que fue un error retirar las bolsas del mercado en lugar de generar más cultura sobre su reciclaje?

-Sentimos que como se hizo, este tema no quedó dentro de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) y se pisa un poquito la cola. Lo más triste de las bolsas es que son productos de polietileno, 100% reciclables. Además, en su fabricación incorporan un porcentaje no menor de material reciclado.

-¿Ustedes no estuvieron presentes en la discusión de la ley que prohíbe estas bolsas?

-Esta idea no se conversó. Siempre se habló de disminución de bolsas, como se hace en otros países, pero de repente decidieron aplicar una prohibición y sacaron la ley en tres semanas. Nos interesa que desde ahora en adelante lo que se haga se haga bien, para que no ocurran ejemplos de este tipo.

-¿Cómo ha repercutido esta ley en la industria del plástico?

-Cuando se toman decisiones tan drásticas, claro que afecta. En concreto, dentro de nuestro sector, los empresarios que estaban orientados netamente a la producción de bolsas plásticas han tenido que reinventarse. Esta ley provocó una pérdida en activos para las empresas chilenas del orden de los 60 millones de dólares.

-¿Qué les parece la advertencia que hizo la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, sobre implementar acciones aún más restrictivas sobre el plástico?

-Asumo que a lo que se refiere la ministra es a irnos preparando, en una lógica en la que todos tenemos que pensar qué va a pasar con los residuos. Eso nos parece muy positivo. Ese es el corazón de la Ley REP: la economía circular y el fomento del reciclaje. Estamos completamente alineados con ese concepto.

-¿Han pensado en cómo reinventarse cómo industria?

-Por supuesto que sí. La industria se está reinventando en muchos aspectos. Nos estamos preparando con mucha fuerza desde hace tiempo para abordar nuestra actividad productiva con una mirada sostenible, en línea con la economía circular.

-¿Cómo lo están haciendo?

-Con mejores materialidades, incorporando ecodiseños y la monomaterialidad. Esto es muy importante, porque hay distintas variedades de plásticos y mientras no se mezclen, son 100% reciclables. También desarrollamos envases más delgados e incorporamos material reciclado en nuevos productos.

-Más allá de eso, ¿existe hoy una crisis en la industria?

-No sé si llamarla una crisis. Son puntos de inflexión. Llega un momento en la historia de cualquier emprendimiento en el que, dadas las condiciones del entorno, estás obligado a detenerte un segundo y pensar hacia donde te vas a dirigir. Como asociación, estamos haciendo un enorme esfuerzo en entender el fenómeno y hacernos cargo de él.

-¿Cómo proyectan el futuro del rubro?

-Hoy no existe un material que sea capaz de reemplazar al plástico. A final del día, la invitación es a hacernos cargo de que este material, que nos entrega tantos beneficios, no termine mal dispuesto en la naturaleza. Quiero hacer énfasis en que ciegos no somos y vemos que existe una tendencia a demonizar el plástico. Sin embargo, parte fundamental del desarrollo de la humanidad ha sido posible gracias a éste. El tema de los deshechos es manejable: es cosa de educar y generar los sistemas de gestión. Lo más complejo ahora es que estos cambios y reinversiones requieren tecnologías costosas, y la gran piedra de tope es que no hay certeza sobre cuáles van a ser las regulaciones.