Hoy debutó el comité económico: La soterrada tensión entre Felipe Larraín y Juan Andrés Fontaine en Piñera I
Al ministro de Hacienda no le agrada que otros personeros opinen sobre los temas macroeconómicos y lo puso sobre la mesa la vez anterior.
Hoy en la mañana, Juan Andrés Fontaine –extitular de OO.PP.- hizo su reestreno público como ministro de Economía, luego de jurar como secretario de Estado ante el Presidente Sebastián Piñera, debido a que la semana pasada cuando se llevó a cabo el cambio de gabinete se encontraba en Italia, promoviendo la cartera de concesiones del gobierno.
Así se completó el comité económico, que debutó esta mañana con una reunión en La Moneda a la que también asistió el Mandatario, y en la que los mandató a echar a andar medidas para fortalecer la marcha de la economía.
Así es como Fontaine nuevamente hará dupla con el titular de Hacienda, Felipe Larraín, con quien ya coincidieron en los mismos puestos en el primer gobierno de Piñera. Y si bien en el actual gabinete todo marchó bien entre ambos -uno desde Hacienda y el otro en Obras Públicas-, es conocida la relación poco relajada que mantuvieron la vez anterior. Personeros que compartieron con los dos en esa época, admiten que siempre hubo una tensión soterrada, aunque nunca con episodios tan explícitos ni públicos.
Como ambos provenían del ámbito macroeconómico –aunque Larraín con posgrado en Harvard, y Fontaine en Chicago-, su peso específico era similar y sólo los diferenciaba la cartera. En ese contexto, Fontaine podía hablar con propiedad del Imacec, del desempleo, del IPC o de las tasas de interés, a la par que Hacienda, y por lo mismo era demandado por los medios de comunicación para ello.
De acuerdo a fuentes de gobierno, a Larraín no le agrada mucho que otro titular de cartera hable de lo que él considera son "sus temas", algo que no es muy distinto a sus antecesores en el cargo, aunque sean de otro color político.
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Esta mañana, Fontaine juró como ministro de Economía junto con los nuevos titulares de RR.EE., Teodoro Ribera; Desarrollo Social, Sebastián Sichel; y Energía, Juan Carlos Jobet. FOTO:CRISTOBAL ESCOBAR/AGENCIAUNO[/caption]
Personeros que conocen al ministro de Hacienda indican que es "celoso" comunicacionalmente de sus materias, que siempre le gusta aparecer a él, independiente de si los resultados económicos son positivos o negativos, pues estima que puede entregar mejor el mensaje del gobierno (dada su cercanía con el Presidente), por lo que también al interior de su cartera las vocerías distintas a las suyas son acotadas.
Este estilo es distinto al de Fontaine, precisan cercanos, que en las reparticiones en que ha estado prefiere que haya varios voceros sobre los distintos temas para darle más densidad a los mensajes.
Fuentes políticas, en todo caso, sostienen que el celo de Larraín no solo afectó a Fontaine, sino que también lo experimentó su sucesor -el UDI Pablo Longueira-, en una ocasión que habló de política fiscal y Presupuesto. "A veces llamaba él mismo para fijar los límites, y otras veces lo hacía alguien de su círculo cercano", señalan respecto de reclamos que habría hecho el ministro de Hacienda.
¿Se repetirá lo mismo esta vez? En el Ejecutivo recalcan que ahora la situación es distinta, porque Larraín y Fontaine vienen de compartir fluidamente en el actual gabinete, e incluso ambos armaron y presentaron el programa de impulso de la actividad económica basado en un paquete de proyectos de infraestructura y concesiones que se anunció hacer un par de semanas.
También se cree que como es la segunda vez de Fontaine en Economía, ya conoce cuáles son los contornos que puede cruzar y cuáles no; y además se destaca que su agenda, aunque trate de crecimiento, estará muy concentrada en lo microeconómico, por lo que no debería "encontrarse" tanto con Larraín.
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