Jesuita Alejandro Longueira: "Quiero ser muy claro y tajante: soy inocente de lo que se me denuncia"

Una nueva denuncia por presunto abuso sexual en contra un menor de edad golpea a la Compañía de Jesús. La noticia se dio a conocer este lunes, a través de un comunicado divulgado por la propia congregación, y da cuenta de eventuales ilícitos que habrían sido cometidos por el jesuita Alejandro Longueira Montes.

El sacerdote, hermano del exsenador Pablo Longueira y quien actualmente se encuentra en la comunidad jesuita de Concepción, fue denunciado por la mamá de un menor de edad. Ella acusa que su hijo, exalumno del Colegio San Ignacio Alonso Ovalle, habría sido abusado sexualmente por el religioso mientras fue rector de ese establecimiento, entre 2007 y 2013.

Los hechos fueron reportados por la madre del menor ante el Departamento de Prevención de Abusos de la Conferencia Episcopal, el cual posteriormente derivó la denuncia ante el provincial de la Compañía de Jesús, Cristián del Campo. Así, la máxima autoridad de la congregación activó los protocolos, decretando la apertura de una investigación previa, y dispuso la suspensión del ejercicio público del ministerio sacerdotal de Longueira como medida cautelar, mientras se determina la verosimilitud de la acusación.

En tanto, el colegio San Ignacio Alonso Ovalle derivó la denuncia a la Fiscalía Metropolitana Centro-Norte.

A días de que se hiciera pública esta situación, Longueira decidió explicitar su postura en relación al tema. A través de una carta que comenzó a circular entre sus amigos y cercanos, pero que tiene como encabezado la frase "a la opinión pública", el jesuita se defiende de la acusación. "Con profundo dolor he recibido la noticia de la denuncia en mi contra por abuso de un menor, presentada ante la Comisión de Escucha de la Conferencia Episcopal de Chile", dice Longueira en el documento.

"Esto habría ocurrido hace diez años, cuando me desempeñaba como rector del Colegio San Ignacio de Alonso Ovalle. Quiero ser muy claro y tajante: soy inocente de lo que se me denuncia. En mis 22 años de sacerdocio y 35 de jesuita jamás he incurrido en un acto como el que se me acusa. Es por esta razón que me defenderé  con todas las herramientas jurídicas que disponga", asegura el religioso.

Longueira agrega que tiene la "voluntad y el deseo" de que esta denuncia "se investigue con la mayor rigurosidad y el máximo de transparencia". Para eso, dice, va a "colaborar en todo lo que se me solicite, no solo en la justicia canónica, sino en los tribunales de justicia, para que esta situación se pueda aclarar en el más corto plazo. Agradezco al Colegio San Ignacio Alonso Ovalle que haya presentado con rapidez esta denuncia a la fiscalía".

Respecto de los hechos reportados por la exapoderada de ese colegio, el jesuita comenta que desconoce "las motivaciones para que se haya hecho una acusación como esta a la Comisión de Escucha del Episcopado, la cual ha sido una instancia muy valiosa para acoger a las víctimas de los abusos sexuales cometidos por religiosos y sacerdotes".

Finalmente, se refiere a la medida cautelar que el provincial dispuso en su contra: "Lamento enormemente el dolor que esta situación ha causado en las comunidades educativas a las que he servido y el haber tenido que suspender mi servicio pastoral en Concepción. Quisiera terminar agradeciendo sinceramente las muestras de afecto recibidas en estos días".