Joseph Pelzman, el académico tras el polémico plan de Trump para convertir Gaza en la “Riviera de Medio Oriente”

Joseph Pelzman, el académico tras el polémico plan de Trump para convertir Gaza en la “Riviera de Medio Oriente”. Foto: Universidad George Washington

El profesor de Economía propuso aquel plan a Donald Trump en julio del año pasado, pero nunca recibió feedback del ahora mandatario. En conversación con La Tercera, Pelzman cuenta su historia, mientras expertos analizan la viabilidad del proyecto y su impacto para los derechos palestinos.


El reciente anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump, de reconstruir Gaza y reubicar a sus residentes, tomó por sorpresa a gran parte de la comunidad internacional. Excepto al profesor de Economía de la Universidad George Washington Joseph Pelzman: él fue el ideólogo del plan detallado y poco convencional para Gaza, que propone reconstruir la franja con un modelo económico basado en inversión extranjera y desmilitarización.

Ni siquiera el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se atrevió a sugerir aquel traslado masivo de palestinos fuera del enclave, seguido por la toma de control por parte de Estados Unidos y su reconstrucción como la “Riviera de Medio Oriente”. Una idea que Trump calificó como un “hermoso plan inmobiliario” y un “desarrollo para el futuro”, mientras que Netanyahu lo alabó como “la primera idea original que se plantea en años”. ¿Pero cómo llegó el plan a manos de Trump?

“El hombre con el plan”

Uno de los socios de Pelzman en el Centro de Excelencia para el Estudio Económico de Medio Oriente y el Norte de África (CEESMENA), con sede en Washington D. C. y oficinas en Jerusalén, envió en julio del año pasado el informe a funcionarios de la campaña de Trump, del gobierno de Joe Biden y al lado israelí. Pelzman también lo presentó en una conferencia en Israel y lo distribuyó entre sus estudiantes en Washington. Nadie le respondió.

El presidente Trump afirmó que EE.UU. "se encargará" de Gaza tras el alto el fuego entre Israel y Hamás, el 5 de febrero de 2025. Foto: Europa Press

“Fue como cualquier otro profesor universitario. Escribimos un artículo, lo publicamos en una revista y dijimos ‘enviémoslo a la gente y veamos si alguien está interesado’. Cero, nada. Nadie llamó. Nadie llamó hasta que Trump pronunció un discurso. Nos enteramos cuando hizo la emisión por televisión. Así que nos sorprendió a todos. Lo leyó, o al menos la primera línea de sus palabras fue sacada directamente de mi artículo”, relata Pelzman a La Tercera.

Cuando The Times of Israel tituló su historia como “El hombre con el plan: profesor de Washington envió a Trump un estudio sobre la reubicación y el desarrollo de Gaza en julio”, Pelzman recibió muchas llamadas, especialmente desde Israel. “Toda esta gente me preguntó: ¿trabajas para él? Y yo les digo que no trabajo para nadie. Quiero decir, soy profesor universitario. Trabajo por mi cuenta”, afirmó el académico a este medio.

Asimismo, aclara a La Tercera que, como Trump no se ha contactado nunca con él, desconoce si adoptará la estrategia tal y como Pelzman la redactó en su artículo original o aplicará cambios. Y valora: “Mis amigos en Israel hicieron lo correcto. Yo soy el tipo que tiene el plan, pero creo que soy el único que vino con algo razonable. Si quieres terminar con esta tontería, esta es la manera de hacerlo y empezar desde cero”.

Enfoque económico

Lo que Pelzman propuso en su informe Un plan económico para reconstruir Gaza: un enfoque BOT (construir-operar-transferir), es una estrategia para Gaza basada en lo que él denomina “modelo económico de equilibrio general computable”, que suele utilizar cuando viaja al extranjero para observar un país que está en proceso, según cuenta a este medio. “Antes hicimos uno para Bolivia y otro para Puerto Rico”, afirma.

En las 49 páginas del documento, su plan propone reconstruir Gaza desde cero, eliminando toda la infraestructura dañada, desmilitarizándola y atrayendo inversión extranjera. Ello, a través de la creación de viviendas, infraestructura energética y portuaria, un sistema educativo basado en estándares internacionales sin enseñanza religiosa, y un gobierno electrónico sin dinero en efectivo.

Según explica Pelzman a La Tercera, este enfoque permitiría el desarrollo económico sin interferencias políticas, con la expectativa de que, en 50 o 100 años, Gaza podría alcanzar estabilidad y soberanía. “Si quieres detener esta estúpida guerra, que está sucediendo durante 100 años, esta es la única forma de hacerlo. Ese es todo el plan. No hay nada más. Es un modelo puramente económico”, enfatiza.

Las críticas y viabilidad del plan

Estados Unidos tomará el control de la Franja de Gaza y también haremos un trabajo allí”, fue el primer anuncio de Trump el martes de la semana pasada. Esta semana añadió que los dos millones de palestinos que serían reubicados en países vecinos bajo este plan no tendrían derecho a regresar, “porque van a tener una vivienda mucho mejor”, dijo a Fox News. “Estoy hablando de construir un lugar permanente para ellos”, declaró.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se reúnen en la Casa Blanca, en Washington, el 4 de febrero de 2025. Foto: Reuters

Inmediatamente después de sus dichos, la ONU, grupos de derechos humanos y líderes árabes acusaron que el mandatario estaba planeando una limpieza étnica. Hamás, por su parte, declaró a través de Sami Abu Zuhri, un alto funcionario del grupo islamista palestino, que “las declaraciones de Trump sobre su deseo de controlar Gaza son ridículas y absurdas, y cualquier idea de este tipo puede encender la región”.

En esa línea, Michael Lynk, profesor asociado de Derecho en la Universidad Western en Ontario, Canadá, y exrelator especial sobre la situación de los DD.HH. en territorio palestino entre 2016 y 2022, explica a La Tercera que la propuesta, bajo el derecho internacional, es “profundamente ilegal” por tres razones: violaría las Convenciones de Ginebra, el Estatuto de Roma, y la Resolución 2735 del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Gaza.

Y discrepa tajantemente con el plan de Pelzman: “No tiene ningún núcleo moral ni legal. Dresde, Berlín y Tokio se reconstruyeron después de la Segunda Guerra Mundial. Y no expulsaron a los habitantes mientras limpiaban los escombros y reconstruían nuevas ciudades en el lugar de las ruinas de allí. Los palestinos tienen derecho a quedarse y ser parte de la rehabilitación de Gaza. Y esto no es un argumento respecto a la economía. Es un argumento respecto a los derechos”, sentenció.

Los soldados están de pie sobre un tanque en el lado israelí en la frontera con Gaza, en medio de un alto el fuego entre Israel y Hamás, el 12 de febrero de 2025. Foto: Reuters

Por otro lado, ni Lynk ni Mouin Rabbani, analista político neerlandés-palestino especializado en el conflicto árabe-israelí, creen que la reconstrucción será llevada a cabo. “Los estados árabes han dejado muy claro, individual y colectivamente, que rechazan esta idea categóricamente. Así que, sin su consentimiento y cooperación no se puede implementar. La única manera de hacerlo sería la aplicación de medidas genocidas y la fuerza armada”, dice Rabbani a La Tercera.

“Ya escuchamos todo este discurso de construir grandes y hermosas ciudades, pero este plan realmente solo trata de una cosa: sacar a los palestinos de Gaza. El resto es solo una fachada y no es serio. Una vez que se haya expulsado a esta gente, nadie volverá a preguntar por ellos. Seamos claros al respecto. Y uno tiene que preguntarse: ¿qué sentido tiene reconstruir Gaza, si eso es serio, si no es para los palestinos de la Franja de Gaza? Será anexionada por Israel, eso está muy claro. Y la situación humanitaria será como en 1948″, prevé el analista.

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