Katy Winter: Padres apelan a Superintendencia por "recomendaciones", sin sanción de ciberbullying, al Nido de Águilas
Frente a esta primera resolución, que no es definitiva, los papás de Katy persiguen demostrar que hay conductas precedentes que no han sido abordadas de forma adecuada por el colegio. Dos páginas de confesiones de alumnos de 2013 y 2015, que continúan vigentes y abiertas, son una constatación del maltrato explícito entre alumnos, especialmente hacia las muchachas.
"Estos últimos dos días en el colegio he escuchado lo enojada que andan algunas personas en el colegio, especialmente los seniors. Entiendo sus motivos, mucha gente ha mandado cosas que son puramente crueles. Créanme que les digo que no he posteado VARIAS de estas confesiones para evitar causar más problemas. Me disculpo en lo personal, pero entiendan que uno no puede omitir todo, pero ya ha llegado a un límite. Desde ahora, no postearé más cosas ofensivas, nunca me pareció y entiendo cómo se ha herido a personas innecesariamente. Voy a reconocer mi parte en esto, pero quiero que entiendan que esto se causó por la gente que lo único que puede hacer es mandar insultos por Facebook(…) Es penoso ver como una página supuestamente chistosa se convirtió en un lugar hecho para tirar palos innecesarios y hacerle bullying a otros".
En abril de 2015, tres años antes del suicidio de Katy Winter (16), el alumno que administraba la página de confesiones del colegio Nido de Águilas advertía lo nocivo que eran los comentarios que recogía el portal. Allí se alojaban frases como:
-#644 confieso haber visto al Iñakerz comerse no sé cuántas minas, ídolooo
-#637 me comí a tres freshies !:)
-#591 confieso que estoy esperando el bitch fight entre la Valeria y la Paquita. DALE VALERIA
Esta página, y la del año 2013, donde también se realiza explícitamente ciberbullyng con acusaciones como "Confesamos que la XX es una suelta de mierda que se come a weones en todas las fiestas#puta", son parte de las pruebas que lo padres de Katy Winter, Evanyely Zamorano y Emanuel Pacheco, presentaron la semana pasada para apelar a la resolución de la Superintendencia de Educación que originalmente estableció sólo recomendaciones al Colegio Nido de Águilas por el maltrato sicológico a través de internet que, a juicio de los padres, gatilló la drástica decisión de la adolescente el 22 de mayo de 2018. Los padres buscan que se aplique medidas más severas contempladas en la Ley 20.536 sobre Violencia Escolar, vigente desde el año 2011.
Previo a su suicidio, Katy fue denostada por 48 horas tras asistir a una fiesta de cumpleaños en Mokaii Club, organizada por alumnos mayores, donde besó a un escolar que pololeaba con otra alumna. A ella, Katy le envió mensajes de disculpas; también lo hizo con él, pero nada frenó los insultos del resto en el foro Millard Forso. Esta página fue eliminada, pero diversos testigos dan cuenta de su existencia e incluso existe un pantallazo donde figuran nombres de quienes la atacaron.
Sin embargo, según la información recabada por La Tercera PM, la determinación primaria de la institución fiscalizadora se limitó a consignar orientaciones para que el establecimiento educacional mejore sus protocolos y sus canales de denuncia, además de actualizar las sanciones para quienes cometen bullying y ciberbullying. Ello, tras recibir la investigación interna del colegio –en la que declararon un porcentaje mínimo de los estudiantes que estuvieron en conocimiento del acoso a Winter por redes sociales- que determinó que no hubo denuncias previas de maltrato y que éste, si bien existió, no fue prolongado ni constante, y que recién se activó el programa especial para estos casos cuando se conoció la desaparición de Katy.
A favor del Nido de Águilas, incidieron además antecedentes como la existencia de políticas del establecimiento, que estaban vigentes cuando sucedió lo de Katy, que incluyen un capítulo sobre el bullying y ciberbulliyng con medidas disciplinarias para una serie de conductas, entre ella el hostigamiento (envío repetido de mensajes desagradables, hirientes e insultantes); el "DISSING" en línea (envío o publicación en línea de chismes o rumores; y el "Cyberstalking" (repetido e intenso hostigamiento y denigración, que incluye amenazas e intimidación con el propósito de atemorizar).
Aunque en rigor tales atenuantes de la responsabilidad del Colegio existen, los papás de Katy persiguen demostrar que hay conductas precedentes que no han sido abordadas de forma adecuada por el Nido de Águilas y que tienen incidencia directa en la convivencia entre estudiantes. Las páginas de confesiones, que continúan vigentes y abiertas, son una constatación de ello.
En suma, apuntan fuentes consultadas por este medio, se trata de entregar una señal potente respecto de la responsabilidad en frenar este tipo de conductas que dan un marco para entender cómo Katy fue atacada en Millard Forso.
Desde la Superintendencia, frente a las consultas de La Tercera PM, consignaron que "no nos referimos a casos particulares que aún se encuentran abiertos. Los procesos no se cierran hasta que se resuelve el último recurso presentado. En caso de que una de las partes lo haga, y se aporten nuevos antecedentes, el procedimiento sigue abierto para continuar con los procesos de investigación".
Además precisaron que "una vez que culmina el proceso de gestión de denuncia y de fiscalización, la Superintendencia puede aplicar sanciones pecuniarias y/o administrativas que se determinan en cada caso concreto, de acuerdo a la naturaleza y gravedad de la eventual infracción detectada".
De hecho, en el caso de Nicolás Scheel, quien se quitó la vida en 2017 luego de ser suspendido por encontrarle marihuana en su mochila, hubo dos apelaciones por parte de sus padres antes de que la Superintendencia amonestara y multara a la Alianza Francesa en 58 UTM ($2,7 millones) por no haber aplicado "correctamente el reglamento interno" y porque el protocolo sobre el tema estaba "aún en confección".
Consultados por el tema, en el Colegio Nido de Águilas informaron que no han sido notificados de los últimos antecedentes. Otras fuentes de este medio, aseguran que el caso debería ser cerrado de aquí a marzo y que, cuando ya estén a firme las medidas contra el establecimiento, les serán comunicadas.
La historia
El 31 de mayo de 2018, Evanyely y su esposo presentaron ante la Superintendencia de Educación la denuncia por maltrato sicológico entre alumnos. El organismo, dada la conmoción generada por el caso, ya había iniciado una investigación por oficio.
Desde un inicio, la causa estuvo marcada por el ciberbullying que afectó a Katy. Evanyely lo relató así en la denuncia por presunta desgracia que presentó ante Carabineros el martes 22 de mayo de 2018, horas antes de que fuera encontrado el cuerpo su hija en un café de Providencia. Allí se lee: "El sábado 19 de mayo su hija asistió a Plaza San Enrique, situada en la comuna de Lo Barnechea, donde participó en la celebración de un cumpleaños de una alumna del mismo colegio, lugar en que en el transcurso de la fiesta fue besada por un compañero de curso que resultó tener polola, situación que provocó la molestia de varios alumnos del colegio quienes posteriormente comenzaron a hacer publicaciones con insultos hacia su hija en un grupo de Facebook".
El acoso hacia Katy, registrado entre el 20 y el 21 de mayo, es motivo también de una investigación en Fiscalía que está próxima a cerrar, pese a la oposición de los papás de la menor, quienes crearon una fundación y están realizando una serie de charlas para frenar el bullying entre estudiantes. Según fuentes cercanos a ambos, la preocupación de ellos radica en la sensación de impunidad que se dará a otras víctimas de bullying si no se logran precisar responsabilidades en la muerte de su hija. Por lo mismo, han colaborado con el Ministerio de Educación en la creación de normas más severas.
En la causa judicial, la Brigada de Homicidios de la PDI evacuó un documento que contiene la revisión de los dispositivos tecnológicos de Katy, un computador y un iphone que fueron entregados por sus padres, con las claves respectivas. Allí existen mensajes a través de chat enviados a amigos extranjeros la madrugada del 22 de mayo donde pide ayuda y advierte que está muy mal. Sus cercanos intentaron darle ánimo. Durante la mañana de su último día, Katy dejó en su computador una carta en que anuncia su decisión de suicidarse, deja establecido sus deseos póstumos, pide perdón a sus padres y explica el acoso del que ha sido víctima. El problema en la indagatoria es que en Chile no está penalizado el bullying y la Fiscalía, tras revisar las cámaras del Starbucks de avenida Ricardo Lyon en Providencia de aquel martes, confirmó que la joven ingresó sola al recinto, sin mantener contactos con otros clientes, por lo que tampoco se configura el delito de auxilio al suicidio.
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