La alerta de seguridad que activó La Moneda ante la presión por el tercer retiro

Carabineros resguarda el Tribunal Constitucional
Gran contingente policial resguarda el edificio del Tribunal Constitucional, que se encuentra en el paseo Huérfanos en la comuna de Santiago. FOTO: SEBASTIAN BELTRAN GAETE/AGENCIAUNO

El ministro del Interior, Rodrigo Delgado, y el subsecretario de la cartera, Juan Francisco Galli, se reunieron ayer con el general director de Carabineros; el jefe de la defensa de la RM y la PDI para analizar y desarrollar la estrategia para enfrentar el próximo mes. Acordaron fortalecer zonas, infraestructura crítica y despliegue de más funcionarios ante eventuales movilizaciones por el descontento de haber acudido al organismo. Carabineros, por su parte, está desplegando medidas que incluyen resguardar el perímetro de las dependencias del TC y fortalecer controles en la "zona cero".


Caminó hasta el podio en que sus pares de la Segpres, Segegob y Hacienda realizarían el punto de prensa para anunciar el ingreso del requerimiento ante el Tribunal Constitucional (TC) para intentar frenar el proyecto del tercer retiro previsional. Pero el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, no se quedó y, en vez, caminó hacia las oficinas de su gabinete. A la misma hora, tenía agendada una reunión con el subsecretario de la cartera, Juan Francisco Galli; el general director de Carabineros, Ricardo Yáñez; el jefe de la defensa en la Región Metropolitana, general Cristóbal de la Cerda, y funcionarios de la PDI.

Según afirman en el Ejecutivo, Delgado citó a esas autoridades para alistar un plan preventivo ante los efectos que pueda ocasionar la decisión del Ejecutivo de enviar al TC la moción del retiro de fondo de pensiones. Este -que pretende abarcar todo el próximo mes- había sido encargado, agregan, por el propio Presidente Sebastián Piñera, con quien se analizaron eventuales movilizaciones debido a la decisión del gobierno.

Así, en la cita que encabezó Delgado ayer en la tarde, tras realizar un diagnóstico junto a Carabineros, se estableció la necesidad de monitorear los barrios o sectores “más críticos” en los que pueden registrarse desórdenes, se abordó la necesidad de que exista más contingente en algunas zonas y de reforzar la protección de infraestructura crítica.

Las autoridades también subrayaron que Carabineros debe actuar con prudencia y evitar cualquier episodio que pueda ser catalogado como “provocador” y termine siendo cuestionado.

Respecto de la seguridad en La Moneda, en el Ejecutivo se afirma que el perímetro de la zona está fortalecido desde el estallido de octubre de 2019 y que no son necesarias nuevas medidas.

Luego de la cita, Galli sobrevoló en helicóptero la Región Metropolitana y estuvo en contacto con Delgado, monitoreando los episodios de anoche. Los conteos de Carabineros hoy hablaban de cacerolazos, 24 eventos violentos a nivel nacional, con 17 detenidos, y dos ataques a cuarteles policiales: Ñuñoa y Pedro Aguirre Cerda.

Si bien en La Moneda se considera que, hasta ahora, los episodios registrados están en el marco de lo “controlable”, principalmente concentrados en tres regiones (Metropolitana, Valparaíso y Antofagasta), reconocen que existe preocupación de que estos escalen. Por ello, apuntan a este viernes como día clave para medir cómo evoluciona el descontento ciudadano por haber acudido al TC, aunque precisan que el hecho de estar en pandemia y con medidas restrictivas -como el toque de queda que comienza a las 21 horas- contribuye a resguardar de mejor manera el orden público.

En el Ejecutivo reconocen que los eventuales incidentes eran una de las “externalidades” que se analizaron al momento de presentar el escrito y que están conscientes del efecto que podría tener en las personas y la clase política. Y que, por lo mismo, se ha potenciado el discurso de que las ayudas del Ejecutivo han sido amplias, se extendió el Ingreso Familiar de Emergencia y se están evaluando nuevas ayudas.

Además, transmiten la inquietud ante un “aprovechamiento político” por parte de sectores políticos que incida en la ciudadanía, o que se quiera instalar la idea de un posible “estallido social 2.0″, como lo han planteado las Juventudes del Partido Comunista en Twitter.

En la misma línea, apuntan a declaraciones como las del abanderado presidencial de RN, Mario Desbordes, quien en varias entrevistas esta semana advirtió que “es evidente que esto va a provocar malestar social”.

Por ello es que en las últimas horas desde La Moneda se ha reforzado el llamado a la responsabilidad de las autoridades políticas y a potenciar el despliegue para comunicar las ayudas que está entregando el Ejecutivo.

El ministro de la Segpres, Juan José Ossa, abordó el tema de los cacerolazos e indicó, en entrevista con T13 Radio, que “uno trata de empatizar con las personas que lo están pasando mal. Es doloroso. Pero tenemos que dejar de pensar en buenos y malos. Esto no lo hacemos porque queremos hacerles algo malo a los chilenos. Ya hay tres millones de personas que no tienen fondos y podrían ser cinco millones”.

Y agregó: “La gente que retira lo necesitan, y mucho. Pero hoy no estamos pensando en las pensiones. Pero existen otras formas de ayudar a los chilenos, las transferencias directas han sido un esfuerzo importante”.

Personal afuera del TC y reforzamiento de controles en “zona cero”

En paralelo a La Moneda, Carabineros también elaboró su propio plan preventivo. De hecho, su alto mando ya dispuso algunas medidas ante lo ocurrido anoche en 12 puntos de Santiago. Ayer, cuando comenzaron los primeros incidentes, el mando instruyó la condición de “apresto” para los uniformados de todas las unidades policiales del país. ¿Qué quiere decir esto? Que el personal que no está casado debió permanecer en los cuarteles, hasta que se normalizara la contingencia en toda la Región Metropolitana.

Para analizar lo ocurrido anoche, los generales a cargo del Orden Público se reunieron temprano en la mañana. Allí, se dispusieron una serie de medidas para esta semana, como sobrevuelos dinámicos del helicóptero institucional por la Región Metropolitana y mantener una condición de “alerta” en las unidades policiales que son, durante fechas emblemáticas, objetivo de ataques y atentados. También se ordenó al personal territorial mantener un piquete de cerca de 15 uniformados en las afueras del Tribunal Constitucional (TC), como también en un radio de no más de tres cuadras.

El tribunal amaneció rodeado de vehículos y personal policial, lo que deja cortas algunas de las medidas de seguridad que tomaron allá después del 18/O, cuando comenzaron por retirar la placa que identifica al edificio, ubicado a 336 metros de La Moneda.

Entonces sus ministros se pusieron en el caso de que les invadieran con bombas molotov: diseñaron un protocolo que incluyó elegir dos o tres bodegas que improvisaron como “cuartos seguros” y compraron extintores esféricos -que se activaban con calor- para lanzarlos de vuelta. Hicieron simulacros y concluyeron que en el peor escenario tenían unos 10 minutos para que los rescataran.

A pesar de que el balance de anoche no fue del todo devastador para la policía, la mirada y las preocupaciones están en el viernes. Carabineros, en coordinación con Interior, monitorearán de cerca algún llamado masivo a manifestarse en Plaza Italia, luego de cinco viernes en que no ha pasado nada. Por lo mismo, se reforzarán los controles y fiscalizaciones en los alrededores de la llamada “zona cero”, para evitar aglomeraciones masivas y eventuales desmanes. Además, anoche también se instruyó al personal territorial que se desplegará durante las noches en las cercanías de supermercados e infraestructura crítica para evitar saqueos e intentos de incendio.

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