La catarsis de Jaime Parada: "Al ser abusado yo, fue abusada toda mi familia"

"Yo ya había hablado de esto en mi libro de 2013 que se llama 'Yo gay', pero es distinto el impacto de un libro a lo que se genera en redes sociales", precisa el concejal por Providencia Jaime Parada Hoyl al analizar las repercusiones que tuvo el hilo de twitter en que relató su experiencia como sobreviviente de abusos sexuales desde los 9 años y durante toda su adolescencia por parte de un adulto 17 años mayor.

Parada Hoyl (40) decidió contar su historia tras el estreno el fin de semana del documental "Leaving Neverland" donde James Safechuck (41) y Wade Robson (36) acusan al fallecido cantante Michael Jackson de haber cometido delitos de carácter sexual, ilícitos que se prolongaron por mucho tiempo y que se habrían iniciado cuando ellos apenas tenían 7 años. "Que sea el rey del pop es una cosa, pero tiene el patrón común de un abusador, como cualquiera de estos sicópatas que se victimizan, manipulan y luego abusan", detalla el dirigente político que relata cómo el profesor de karate de uno de sus hermanos logró ingresar a su círculo familiar y ganarse la confianza de sus padres, al punto de que nadie sospechó de la cercanía que generó con Jaime ni de sus maniobras para estar a solas con él.

-En la época en que escribí ese libro yo recién venía saliendo de psicoanálisis y estaba muy enrabiado con la situación. Ya más adulto, entendía mejor lo que me había pasado y después de ver el documental de Michael Jackson quise compartirlo porque las personas necesitan verse reflejadas. Y mi experiencia de vida es que muchas personas han sido abusadas, lo veo en mis amigos hetero y homosexuales. La intención detrás de ese tuit era: hablemos de esto. Y lo que pasó es que empecé a recibir muchos mensajes de personas que habían sido abusadas y no lo habían hablado con nadie. Lo mismo ocurre con la causa LGTB. Si uno no visibiliza los abusos, si nadie habla, el tema se normaliza y se empieza a instalar algo como "esto no era tan así", lo que estos chicos quieren de Jackson es plata.Hay que poner el tema sobre la mesa para que los padres comiencen a poner atención.

-¿Cómo llega esta persona a tu vida?

-Él era el profesor de karate de uno de mis hermanos y llegó contando una historia respecto de cuán carente de una familia había estado siempre. Lo mismo que hizo Michael Jackson al explicar que su fama lo había dejado muy aislado. Se instaló en mi casa como un hermano, siendo recibido por mis padres, que son cariños y buena gente, como tal. Contó una historia muy triste y se mostró muy dispuesto a hacer cosas por nosotros. Toda esa ecuación dio un resultado muy terrible: cuando ya se había ganado la confianza de todos nosotros, comenzó a abusar de mí.

-Fue un proceso lento, entonces, no es que de forman inmediata mostrara sus intenciones.

-Fue una cosa que fue avanzando de a poco, porque estos psicópatas planifican lo que hacen: van generando afectos, confianzas, dependencias y todo eso en algún momento traspasa un límite y se convierte en abuso. Esto empezó cuando yo tenía 9 años. Él apareció en nuestras vidas en el invierno del '87. A los 11 o 12, ya sabía que esto era algo que no estaba bien, que pasaban cosas que no tenían que pasar. Pero en esa época él crea una historia donde hace que me sienta insatisfecho con mi familia para él acogerme: me habla mal de mis hermanos, de mis padres. Logra hacerte sentir solo y transformarse en mi abusador y mi contención. Recuerdo esa época con mucho miedo: vivía con temor. Él nos invitaba a viajes, hacía todo lo que estaba en sus manos para estar a solas conmigo y mis hermanos.

-¿A tus padres no les parece extraño esa cercanía, no la cuestionan?

-Eso es algo que yo me cuestioné mucho tiempo y después de leer mucho, de revisar libros y ver este documental, es perfectamente verosímil que no se hubieran dado cuenta porque los abusadores crean una lógica de confianza ciega y muchos padres pueden caer frente al trabajo que hacen personas como Jackson. Yo enjuicié mucho a mis padres por no haberse dado cuenta, pero hoy creo que cayeron, como yo caí, en la red del abuso. Aquí hay un tema central: al ser abusado yo, fue abusada toda mi familia, porque abusaron de la confianza de mi familia. Se aprovechó de las condiciones en que estaba mi familia. Él llegó a mi casa meses antes de que mi abuela se muriera y nosotros vivíamos con ella y para mí ella era muy importante. Se aprovecha de esa vulnerabilidad. Si tu familia está atravesando un momento difícil, cuesta verlo. Nadie está libre: una mala coyuntura familiar puede abrir una ventana que jamás imaginaste.

-Tus hermanos no fueron abusados por este hombre.

- Ellos no fueron abusados, pero también salieron dañados.

-Tú le revelas esta situación a tu familia siendo ya adulto, ¿cómo lo toman?

-Tuvieron una reacción que fue muy honesta, me dijeron que no se habían dado cuenta. Y me dio mucha rabia, fue muy violento para mí comprender que no se habían dado cuenta. Ahora que entiendo las lógicas de cómo funcionan estas dinámicas de abuso, puedo entender que no se hayan dado cuenta porque confiaron ciegamente en alguien. Por eso me hace tanto sentido lo que propone José Andrés Murillo en la Fundación para la Confianza de construir una confianza lúcida, no ciega. Esto le puede pasar a cualquier familia: no es que mis padres fueran más despistados que otros. Ahora, cuando se reveló lo del abuso, él ya estaba muy lejos de mi familia. En algún momento, la relación se había roto por otras razones. Además yo lo abro después de un proceso terapeútico muy duro donde me doy cuenta que yo no era un súper hombre por haber superado esto solo, con las mejores notas en mi carrera, sino que era un tipo débil, traumatizado, con una depresión de la que salí con una terapia muy larga. Después de eso viene el proceso de verbalización del abuso.

-¿Lo denunciaste a la justicia?

-No. Ahí está el tema de la prescripción: yo lo hice público a los 30 años y algo. Cuando yo tenía 28 ya había prescrito. También pasó que estaba preocupado de mí, de lo que estaba viviendo, no de la denuncia. Imagínate que me han contactado en estas horas adultos que fueron abusados en su primera infancia y que lo habían negado mucho tiempo. Son etapas muy largas.

-A tu abusador lo enfrentaste mucho antes de contárselo a tu familia, cuando tenías 17 años. ¿Cómo fue ese proceso?

-Fue de mucho dolor. Yo había tomado la decisión de terminar con mi vida o enfrentarlo. Y cuando lo enfrenté, él, como es un sicópata, trató de hacerme creer que estábamos terminando una relación y yo le hice ver que no, que se estaba acabando un abuso sexual, de poder, de control. No lo verbalicé así, sino con mi lenguaje de 17 años. Y lo que hace este sicópata es tratar de mantener la fantasía que él había construido sobre el abuso y como no puede, se vuelve loco: comenzó a llamar a mis amigos, a tratar de desprestigiarme.

-¿Sabes si él sigue en contacto con menores de edad?

-No lo sé. Si supe algo: hace unos meses me llamó la esposa de uno de sus primos porque su suegra, es decir, la tía de este tipo, le había dado una habitación en su casa. Me preguntó si sus hijos corrían riesgo. Le dije que no hiciera tal de volver a llevar a sus hijos a esa casa y le conté todo. Ella quedó muy impactada, ayer me llamó y me contó que nunca volvió a ir. Estas personas tienen patrones de conductas. Sé que lo hizo antes de que me abusara a mí y creo saber hasta de quién abusó; lo hizo mientras estaba conmigo, también estoy seguro; y supongo que habrá seguido. Siempre buscaba estar rodeado de menores: apadrinaba a un hogar de niños en Concepción. Lo mismo que Michael Jackson. Que sea el rey del pop es una cosa, pero tiene el patrón común de un abusador, como cualquiera de estos sicópatas que se victimizan, manipulan y luego abusan.