La declaración de Gabriel Urenda ante la fiscalía: "Son 50 personas afectadas con un monto total de $8.000 millones"

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A la izquierda, Sebastián González y a la derecha Gabriel Urenda.

En su declaración ante el Ministerio Público, dijo que "quiere solucionarlo todo". El ejecutivo está a la espera de sanciones de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).


El pasado jueves 7 de junio, a las 15 horas, arribó hasta las dependencias de la Fiscalía Oriente Metropolitana Gabriel Urenda Salamanca, el controlador del holding financiero Intervalores, investigado por el Ministerio Público por los presuntos delitos de estafa piramidal, apropiación indebida. A la fecha la justicia tramita una serie de demandas en contra suyo y de sus empresas relacionadas.

El hijo del ex senador y empresario naviero Beltrán Urenda Zegers se encuentra en medio de una  crisis financiera y acompañado de su abogado, Matías Hirirart, prestó declaración en calidad de imputado ante el fiscal Roberto Contreras.

Una de las querellas más importantes que enfrenta el entramado financiero de Urenda es la de Panor, una de las principales importadoras y comercializadoras de azúcar. La Tercera PM accedió al texto de siete páginas en el cual el empresario se defendió con todo, pero también admitió el perjuicio generado a clientes de la corredora.

"Con respecto a la otra arista, la cual tiene que ver con operaciones de mandato entre clientes e Intervalores SA, existe un levantamiento preliminar, donde aparecerían 50 personas afectadas con un monto total de $8.000.000.000, aproximadamente", sostuvo Urenda en su declaración.

"En estos casos el cliente invertía en el mandato de administración de los clientes suscritos con Intervalores SA para que se administraran libremente estos recursos. Estos recursos se supone que se invertirían para respaldar las inversiones de futuro de moneda y las operaciones de moneda spot, principalmente. Según la redacción del contrato se podría invertir cualquier cosa. En la práctica se invertía en estas dos líneas de negocios".

En el marco de su declaración, el empresario presentó también el listado de clientes afectados, el cual hoy está en manos de la Fiscal Adjunto Jefe de Las Condes, Lorena Parra Parra.

"Estos dineros me percaté que se fueron diluyendo en el tiempo por la mala o nula administración de Sebastián González, respecto de esto. En este sentido se presume que hay un desvío importante para fines personales de Sebastián González", concluyó Urenda. Cabe recordar que González, ex gerente comercial, presentó una demanda laboral en contra de Urenda.

Urenda declaró ante el Ministerio Público que otras inversiones también se fueron "diluyendo" al destaparse la investigación y posterior sanción que les aplicó  la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), en 2016. Por lo mismo, -dijo- que debió inyectar de su propio bolsillo recursos por la suma de $1.250 millones. Aseguró, además, que asumió las obligaciones de la empresa por US$2.5 millones.

Más aún. Según detalló ante la Fiscalía  sostuvo que en el "cambio de conducta" de Sebastián González pudo detectar el desvío de fondos por un total de 700 millones, según la planilla de sueldos, los cuales no correspondían. Y relató que González montó un esquema de desvío de fondos por medio de una cuenta personal que mantendría en el Bank of America y que él manejaría por medio de su teléfono celular.

Sin embargo, el escándalo parece ser mayor. Ello porque los dineros faltantes son muy superiores a los montos que Urenda se refirió en su declaración. De hecho, Panor exige $1.140 millones, que están bajo los $8 mil millones de los que habla Urenda.

En medio de la crisis, Urenda reveló que cerró sus cuentas bancarias en el Security, Itaú, Corpbanca, Internacional y Banco de Chile. Todas, en 2017. Añadió que en Inversiones Gama mantenía dos cuentas bancarias en Corpbanca y Security, pero cerradas desde el año pasado. En Inversiones Abnega, admitió que cuenta con cuentas bancarias vigentes en BancoEstado y Security.

Sin embargo, voluntariamente Gabriel Urenda se comprometió ante la Fiscalía a levantar el secreto bancario de sus cuentas personales y las actuales de sus empresas.

"Actualmente estoy en proceso de cierre de las empresas. Mantengo pocos trabajadores y quiero solucionar todo", remató el empresario en el cierre de su declaración en la cual también detalló que en 2013 ha sufrió una separación matrimonial y la muerte de su padre.

Contrastes

La declaración de Urenda contrasta diametralmente con la versión que entregó González en su demanda laboral.

En el marco de proceso de due diligence con grupo de inversionistas liderados por Omar Arab, éstos observaron el alto nivel de deuda de la empresa y la inconsistencia en los estados financieros relacionados, detalló en su demanda el ex ejecutivo.

En reunión con los posibles socios, realizada el 20 de marzo pasado, Urenda intentó culpar a González, quien lo encaró. Al día siguiente Arab lo cita a reunión y le "indicó que no obstante las deudas de la empresa, estaba dispuesto a invertir en el negocio, siempre y cuando yo me quedara en la compañía al momento de la compra, pues yo era quien conocía el negocio y a los clientes".

Para mantenerse en la firma, González solicitó a Arab que Urenda no tuviera ninguna injerencia en la administración, y no tener que dar él explicaciones a los clientes por las deudas. Arab estuvo de acuerdo con esa solicitud, e incluso le ofreció mejorar sus condiciones salariales. Urenda lo "consideró como una traición", lo cual "gatilló que el señor Urenda comenzara a revisar la manera de cómo despedirme sin pagar mis indemnizaciones, en forma de represalia ante esta solicitud que yo había hecho al nuevo inversionista".

La Tercera PM intentó contactar a Urenda y González, pero no hubo respuesta a la hora de cierre.

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