La derecha también marca AC: Chile Vamos desahucia idea de otro plebiscito si gana el Rechazo y explora nueva Convención
En caso de que fracase la propuesta de la extinta asamblea, hay consenso en que el paso siguiente es entrar de lleno a discutir cómo debiera ser una nueva instancia constituyente, conformada de manera, por ejemplo, con menos integrantes y mediante listas nacionales.
Los tiempos no dan. Ese es uno de los principales argumentos que ha pesado en las conversaciones que se han dado en los partidos de Chile Vamos (UDI, RN y Evópoli) para dar por desechada la idea de un nuevo plebiscito en caso de triunfar el Rechazo, el próximo 4 de septiembre.
Dado de que los partidos tradicionales de derecha se han comprometido con continuar con el proceso constituyente en caso de que fracase la propuesta de la Convención Constitucional, el paso siguiente es entrar de lleno a discutir cómo debiera ser una nueva instancia o bien delegar en el Congreso un mandato para redactar nueva Carta Fundamental. Esta última alternativa, sin embargo, tampoco convence, por lo tanto, la opción es casi inevitable: una nueva asamblea constituyente, pero conformada de manera distinta a la disuelta Convención, por ejemplo, con menos integrantes.
“Parece razonable no repetir las mismas fórmulas anteriores”, dice un senador UDI que ha estado involucrado en las conversaciones.
Expertos, parlamentarios o ciudadanos elegidos con otras reglas para esa función, son algunas de las fórmulas que se han barajado.
También ha cobrado fuerza la propuesta de la UDI de elegir a los nuevos convencionales mediante listas nacionales. Es decir, los candidatos competirían por el voto de todo el país.
Además, en un tema donde hay consenso con los partidos de centroizquierda, es que los independientes puedan participar sin listas y que los Pueblos Originarios elijan representantes proporcionalmente respecto de la cantidad de electores en su padrón.
Algunas de estas materias fueron analizadas el jueves de la semana pasada, en la casa de la presidenta de Evópoli, Luz Poblete.
En la cita participaron los otros presidentes de Chile Vamos y los secretarios generales de las tres colectividades del bloque. Ahí, pusieron las cartas sobre la mesa y hubo consenso en no adelantar, al menos públicamente, cuál es el mecanismo que prefieren si es que gana el Rechazo.
En todo caso, en la conversación quedó casi zanjado que no haya un nuevo plebiscito de entrada, según confirman personeros de la UDI, RN y Evópoli. La única razón para no admitir públicamente la decisión es dejar un margen de maniobra para retroceder si es que la ciudadanía, a través de encuestas, se inclina por un nuevo plebiscito.
La reunión en la casa de la presidenta de Evópoli se daba justo después de otros encuentros exploratorios dentro de cada partido. Por ejemplo, el martes en la noche, el presidente de RN, Francisco Chahuán, invitó a una comida, en su residencia en Concón, a diputados, senadores y dirigentes de su colectividad. A esa misma hora, los legisladores y la directiva de la UDI, liderada por el senador Javier Macaya, sostenían un encuentro en el restaurante Portofino, ubicado en Valparaíso.
Pese al avance de las conversaciones -que hasta el momento no incluyen al Partido Republicano-, la presidenta de Evópoli, Luz Poblete, fue cautelosa al ser consultada por las alternativas. “Hoy día nuestra energía está puesta en el plebiscito del 4 de septiembre. Y después de tener los resultados, abriremos esa discusión en el Congreso para definir cuál es la mejor fórmula. Esa fórmula debe ser lo más participativa posible de la ciudadanía”.
Esta mañana, Macaya también fue cauto al ser entrevistado en T13 Radio por las palabras del Presidente Gabriel Boric, quien dijo que sería redundante repetir un plebiscito de entrada en caso de que gane el Rechazo.
“No tiene mucho sentido ponerse a discutir el mecanismo... Para abrir cualquier mecanismo, para hacer las cosas de la mejor manera, tiene que ganar el Rechazo”, dijo el timonel gremialista, quien admitió haber tenido algunas conversaciones con el Presidente Boric sobre el tema.
Sin embargo, el mismo Macaya en un seminario organizado por Clapes UC, el 5 de agosto, ya había expresado sus reparos a la idea de realizar otro referéndum para habilitar un nuevo proceso. “Hago política ficción, imagínense que fijamos un plebiscito de entrada... Es muy difícil que sea antes de fin de año. Ya perdimos seis meses hasta fin de año. Y si triunfa una nueva Convención o un grupo de expertos, podríamos estar en presencia de algo que se inicia recién en marzo del próximo año. Eso es mucho tiempo. Es tiempo perdido y es pensar que parte todo de nuevo”, dijo el presidente de la UDI, quien agregó que al alargar el proceso se corre el riesgo se acercarse al próximo ciclo electoral (comicios municipales y regionales en 2024 y parlamentarios y presidenciales en 2025), con todos los peligros que ello implica.
En ese sentido, se mostró partidario de que el Congreso y el Presidente Boric -quien también ha abordado el tema con dirigentes oficialistas y de oposición- jueguen un rol para que el proceso fluya y “no parta de cero”. Ello implica desechar lo negativo, pero rescatar aspectos razonables de las fases previas, incluyendo los cabildos que promovió la expresidenta Michelle Bachelet.
Otros dirigentes de Chile Vamos coinciden en que un tren de elecciones (contando desde el plebiscito del 4 de septiembre, luego un nuevo referéndum si gana el Rechazo, otra elección de constituyentes y finalizar un nuevo plebiscito de salida) podría contaminar la necesaria tranquilidad que se requiere para cerrar el ciclo constitucional.
Un personero de RN añade que la gente está agotada del debate constitucional y, por lo tanto, tampoco es recomendable alargar el proceso desde ese punto de vista.
También hay otro factor político estratégico que motiva a las dirigencias de Chile Vamos para desechar un nuevo plebiscito. Cuando se firmó el acuerdo del 15 de noviembre de 2019 (15-N), que habilitó el actual proceso constituyente, inmediatamente algunos dirigentes anunciaron su voto de Rechazo, mientras otros se inclinaron por el Apruebo de aquel referéndum que se realizó en octubre de 2020.
La división en la derecha debilitó las chances del sector en la elección de constituyentes, realizada en mayo de 2021, y favoreció que sectores de izquierda que incluso se opusieron al acuerdo del 15-N se embarcaran en el proceso.
Al final, la derecha, a pesar de Chile Vamos postuló en una sola lista con los republicanos, eligió menos de una cuarta parte de la Convención, (37 de 155 escaños), tras obtener un 20,56% de los votos.
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