La fragilidad de la ministra Ximena Aguilera que alerta a La Moneda
El poco manejo político a la hora de abordar el fallo judicial por las isapres y el paro de funcionarios del área de la salud, son solo algunas materias que resienten parlamentarios de los partidos de gobierno sobre la gestión de la titular de Salud. Un malestar que se le ha hecho ver a La Moneda y que tiene a la secretaria de Estado bajo la amenaza -de un grupo menor de legisladores- de evaluar una acusación constitucional en su contra.
La noche del miércoles de la semana pasada, en el cónclave que lideró el Presidente Gabriel Boric en el palacio presidencial de Cerro Castillo para presentar el Presupuesto que se ingresó este lunes al Congreso, cada partido tuvo minutos para intervenir y plantear apreciaciones. En ese espacio, casi todos los que pidieron la palabra guardaron un espacio para manifestar su preocupación por la crisis que afecta a los funcionarios de la Salud. El Mandatario acusó recibo y dijo que estaban “trabajando para buscar soluciones”.
En las reuniones que han sostenido los integrantes de los partidos oficialistas son varios los que han manifestado su preocupación por el poco manejo político de la ministra Ximena Aguilera para guiar el conflicto con las isapres -en noviembre se acaba el plazo para acatar el fallo de la Corte Suprema y, aunque la Superintendencia de Salud pidió una prórroga, la ley corta para darle solución no avanza como esperaban- y también de los funcionarios de Salud contratados a honorarios que deberán ser despedidos tras cumplir sus funciones en la pandemia.
Pero el golpe más duro para la ministra llegó el lunes a primera hora, cuando el diputado Tomás Lagomarsino, del Partido Radical, que compone una de las coaliciones del gobierno, acusó que estudiaría una acusación constitucional contra ella. Desde ahí al parlamentario, que integra la Comisión de Salud, nadie del gobierno se le acercó para recriminarle su actuar.
“Creo que hay un apoyo silencioso, porque nadie del gobierno me ha contactado para buscar soluciones y ver qué pasa, por lo que pareciera que están dejando caer a la ministra”, planteó Lagomarsino.
Incluso, agregó que -después de su anuncio- recibió algunos mensajes de personas vinculadas al gobierno, y al área de la salud, apoyando su iniciativa. “Personas vinculadas al gobierno me escribieron que hay una severa falta de conducción de la ministra y que alguien tenía que decirlo. Algunos comparten el fondo y la forma y otros no comparten la forma”, aseguró el parlamentario, quien cuenta con un equipo de tres personas para evaluar el libelo.
La fuerza del escrito, planteó, dependerá de la respuesta de la Corte Suprema a la prórroga solicitada por el tema isapres. Entre los parlamentarios que lo apoyan están los diputados Mónica Arce (PH), Andrés Celis (RN) y Hugo Rey (RN).
En La Moneda están conscientes del malestar que existe en diversos sectores del oficialismo por “la poca muñeca política de la ministra”, porque han sido varios los reclamos que han llegado desde parlamentarios importantes al Segundo Piso que encabeza Miguel Crispi. Es más, en la reunión que sostuvo el comité socialista el lunes junto al Presidente en La Moneda, el senador Juan Luis Castro, quien preside la Comisión de Salud, le advirtió a Boric sobre la afectación de las tres prioridades sectoriales (la reforma, salud mental y listas de espera).
Por todo ello es que la crisis de salud se ha consolidado como uno de los focos constantes de conversación en los encuentros de los lunes. En esa instancia, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, se ha convertido en el principal defensor de la gestión de la ministra. Es más, en el gabinete fue visto como una señal de respaldo evidente el que el Ministerio de Salud fuera el con mayor crecimiento en el Presupuesto.
Ese mismo argumento utilizó la ministra Aguilera este miércoles al ser consultada por las críticas de los parlamentarios. “Yo creo que lograr que el sector tenga uno de los crecimientos más importantes en el Presupuesto es parte de una gestión política; el que hayamos crecido el sector en cerca de 55 mil cargos desde previo la pandemia hasta ahora, también; el que hayamos superado la crisis invernal con la mayor crisis de virus respiratorio sincicial con la menor cantidad de fallecidos y todo lo que ha significado el seguir avanzando en la reducción de lista de espera. Yo estoy satisfecha con lo que hemos estado realizando, y bueno, los parlamentarios tienen sus atribuciones y tienen que ejercerla en forma responsable también”, comentó la secretaria de Estado.
El débil apoyo oficialista
Dentro de los partidos de gobierno han sido escasas las muestras de apoyo a la ministra. Entre los parlamentarios oficialistas comentan que eso suele ocurrir con los secretarios de Estado que no militan en ninguna colectividad, como es el caso de Aguilera. En ese contexto, quienes pudieron compartir unos minutos con ella ayer, durante su visita al Congreso, la notaron desanimada y “con cierta tensión”.
Además, quienes participan en las instancias de conversación sobre el tema de isapres, como la comisión técnica que se creó en el Senado, han notado que las voces oficialistas no parecen estar alineadas con las opiniones de la ministra. Una de ellas es la del exsubsecretario de Salud Pública Cristóbal Cuadrado, quien representa al senador Latorre en la instancia. De hecho, uno de los comentarios que abundan en el espacio -donde se reúnen hasta tres veces por semana- es que han tenido que ser ellos los encargados de darle solución al conflicto.
En el Senado, además, no gustó que la ministra no llegara a la comisión el lunes al ser invitada para presentar el Presupuesto. Por ello, los parlamentarios, evidentemente molestos, acordaron enviar este miércoles una nota de protesta a La Moneda.
También, los partidos del Frente Amplio han tenido conversaciones privadas en materia de salud en las últimas semanas. En Convergencia Social, por ejemplo, han reiterado su preocupación porque la reforma de salud no avanza como el gobierno anunció, lo que se conversó en una reunión que tuvieron junto al Partido Socialista para ver cómo trabajar en conjunto en el tema.
“Lo de la ministra Aguilera debe ser, lejos, una de las demostraciones de mala gestión que se han visto en autoridades en años. No solo por el fallo de las isapres, sino porque hemos visto que su precaria gestión es percibida transversalmente por autoridades de todos los sectores. Para que un diputado cercano al gobierno esté pensando en una acusación constitucional, es porque nos encontramos en una situación muy grave”, dijo la diputada Arce.
De todas formas, hay parlamentarios que defienden la gestión de Aguilera. Por ejemplo, la diputada Ana María Gazmuri (Acción Humanista), quien preside la Comisión de Salud, aseguró que “todavía estamos en la apuesta de que podamos ir encontrando caminos para buscar soluciones. En ese sentido, sigo con las conversaciones con la ministra, creo que todavía tenemos la oportunidad de solucionar todo esto, sobre todo a la luz de lo que es la discusión presupuestaria 2024″.
En esa línea, el senador Latorre manifestó que “me parece que son injustificadas e injustas (las críticas a Aguilera). Yo tengo la mejor opinión de la ministra, de su profesionalismo, su capacidad de diálogo (...). Me parece que estar pidiendo la renuncia, estar criticando de manera tan desproporcionada o injustificada no contribuye en nada a resolver los graves problemas que tenemos en el país en materia de salud: listas de espera, desigualdades, crisis de las isapres, salud mental. La ministra está encima de todos esos temas”.
El diputado independiente Hernán Palma, quien integra el comité PC-AH-FRVS-IND y forma parte de la Comisión de Salud de la Cámara, enfatizó que “hay instancias en que se puede dialogar con los ministerios, muy anteriores a una acusación constitucional, que es lo que se está fraguando”. Sin embargo, de todas formas el parlamentario es crítico del desempeño de la ministra. “Hoy día hay una preocupación hacia el gobierno en el sentido de que necesitamos una respuesta pronta, porque hay seis mil 300 trabajadores que se estarían quedando cesantes, lo que no es menor”, añadió.
El martes negro de la ministra
Un ejemplo de la crisis que sufre el ministerio fue la cantidad de problemas que tuvo la ministra en la jornada del martes. La primera cita de la jefa de la cartera fue en el Senado, donde se reunió con la Comisión de Salud a las 9:30 con el objetivo de votar, por un lado, la ley corta que viabiliza el fallo de la Corte Suprema relativo a las isapres y, por otro, una que regulariza las cirugías estéticas. Sin embargo, los diferentes flancos abiertos del sector torcieron los planes y obligaron a que en la sesión también se abordara la suspensión de cirugías provocada por el oficio erróneo del Instituto de Salud Pública de la semana pasada, así como la desvinculación de 6 mil trabajadores ligados a la alerta sanitaria por Covid-19.
De hecho, el presidente de la comisión, el senador Juan Luis Castro (PS), inició la reunión advirtiendo que se vendría “una sesión intensa, con temas que tenemos que tratar necesariamente, por eso les pido la máxima precisión”. En la sala, además, había más asistentes de lo regular: también estaban el superintendente de Salud, Víctor Torres; el subsecretario de Redes Asistenciales, Osvaldo Salgado, y el presidente de la Asociación de Isapres, Gonzalo Simon.
“Tenemos el aforo casi completo. Estamos en el límite de asistentes”, advirtió Castro cuando otro parlamentario solicitó ingresar como oyente.
Quienes rodeaban a la ministra repararon en que no estaba cómoda. Muy por el contrario, relatan que la notaron angustiada y que con cada intervención de los parlamentarios se tocaba la cabeza o hacía muecas de malestar. Además de analizar los puntos de la agenda, los senadores le pasaron la cuenta de todas las promesas que, decían, tiene al debe, como las indicaciones para el proyecto de fármacos, los cambios de los códigos sanitarios, la integración de nuevas patologías a la Ley Ricarte Soto, el proyecto de ley para la salud mental integral o los primeros pasos para la reforma.
En este último punto fue en el que hubo más insistencia. De hecho, el senador Francisco Chahuán (RN) acusó que la mayoría de los esfuerzos los habían hecho los parlamentarios y no el Minsal: “No es el gobierno el que ha hecho el trabajo, hemos sido todos los miembros de la comisión que hemos trabajado de manera coordinada, e incluso formamos una comisión técnica que entregará una propuesta. El gobierno tiene que aprovechar que la oposición está pidiendo una reforma”.
Pero las incomodidades de Aguilera no terminaron ahí, pues en la tarde se reunió con los gremios de la salud y tampoco obtuvo buenas noticias, pues la Confederación Fenats Nacional confirmó que seguirá adelante con la paralización nacional que comenzó este lunes. Esto, luego de que afirmaran que el ministerio no atendió sus demandas, las que, entre otras, buscan evitar el despido de más de 6 mil trabajadores de salud a honorarios contratados durante la emergencia por la pandemia de Covid-19.
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