La fría relación PPD-La Moneda: los coletazos de contrariar a Gabriel Boric en el pacto electoral

Natalia Piergentili y Gabriel Boric.
Natalia Piergentili y Gabriel Boric.

Tras más de dos semanas sin tener comunicación con el Presidente Boric, al interior del PPD dicen estar preparados para "un castigo" en un eventual cambio de gabinete, en consideración de que desde el Ejecutivo podrían cobrarles el haber insistido en competir en una segunda lista. De hecho, ayer en la reunión de mesa del partido se dijo que, en caso de ser perjudicados, podrían aprovechar de diferenciarse aún más de Apruebo Dignidad durante la campaña.


—Hola, Presidente.

—¡Qué gusto verte!

El saludo, de beso en la mejilla, duró apenas unos segundos, pero rompió con las más de dos semanas de silencio que hubo entre el Presidente Gabriel Boric y la timonel del Partido Por la Democracia (PPD), Natalia Piergentili. Entre las vacaciones de ella y el descanso en “modo híbrido” del Mandatario, además de ese breve encuentro -ocurrido en la conmemoración de los 41 años del asesinato de Tucapel Jiménez Alfaro-, entre ambos no ha habido una instancia para abordar las esquirlas que dejó la definición del PPD de competir al Consejo Constitucional en una lista aparte de Apruebo Dignidad, a contramano de la solicitud hecha por el Jefe de Estado.

Las relaciones entre el gobierno y el partido quedaron crispadas, primero, luego de que el exsenador Guido Girardi afirmara a mediados de enero que una lista “encabezada por el PC y el Frente Amplio” sería “la lista del indulto”. Ello se agudizó en febrero, cuando el PPD ratificó que competiría en una lista electoral aparte de Apruebo Dignidad, pese a que el Presidente, en su propia casa, solicitó a Piergentili formar un pacto único junto a los demás partidos. Esa instancia, ocurrida el 1 de febrero, fue la última vez en que ambos hablaron en extenso. La última vez que interactuaron, dicen fuentes partidarias, fue cuando ella saludó a Boric por su cumpleaños, el pasado 11 de febrero.

Una vez zanjada la decisión de competir en la lista Todo Por Chile -junto a la Democracia Cristiana y el Partido Radical-, al interior del PPD comenzó a reinar la desazón, debido al mal pie en que quedaron como partido para solicitar mayor incidencia en el Ejecutivo en el próximo ajuste ministerial. Esto, en consideración de que previamente las colectividades del Socialismo Democrático -PS, Partido Liberal, los radicales y el PPD- estuvieron cuadrados en insistir que el Presidente Boric cumpliera con su compromiso de arreglar los “desequilibrios” -como lo llaman ellos- entre su coalición y Apruebo Dignidad en las estructuras de gobierno.

Y es que, a modo de ejemplo, de las 39 subsecretarías existentes, cinco pertenecen a los partidos del Socialismo Democrático.

PPD
Presidente Gabriel Boric, en conmemoración del asesinato de Tucapel Jiménez.

Estrategia de campaña

La desazón es tal, que desde la directiva del partido afirman -en privado- que están “preparados para que venga un castigo”. Esto, de hecho, se habló ayer en la reunión de mesa del PPD. En esa instancia, según presentes, el secretario general de la colectividad, José Toro Kemp, sostuvo que si los castigaban desde el gobierno por haber concurrido en una segunda lista, favorecería su campaña, pues les permitiría desmarcarse aún más de Apruebo Dignidad. En cambio, si llegaban a otorgar más cupos al PPD, se marcaba el peso del partido en el Ejecutivo.

Un castigo ayuda a marcar las diferencias de forma de hacer política. Esas diferencia las tenemos claras. Apruebo Dignidad no son nuestros enemigos, pero tenemos diferencias de forma y de fondo. Adherimos a las causas, pero no siempre estamos de acuerdo”, sostiene otro integrante de la directiva.

Y es que diferenciarse de Apruebo Dignidad es precisamente lo que el PPD pretende utilizar como estrategia de campaña de cara a las elecciones. Por lo mismo, el slogan que tienen pensado hasta el momento busca reivindicar el rol de su sector al decir que “la centroizquierda es futuro, responsabilidad y seguridad”.

Un antecedente que los hace pensar que serán “castigados” es que el jefe de gabinete del Presidente, Carlos Durán, se ha reunido en su oficina con la mayoría de los partidos del oficialismo, pero con ellos no ha agendado un encuentro. “En esas condiciones, es difícil que exista sentido de pertenencia. No existe eso por el gobierno, de decir que ‘este es mi gobierno’”, lamenta un integrante de la directiva PPD.

Como sea, dentro del partido dicen estar tranquilos, pues consideran que, en el peor de los casos, tras un eventual ajuste en las estructuras de gobierno, terminarán igual que como empezaron: con una ministra (Carolina Tohá) y dos subsecretarios: Eduardo Vergara (Prevención del Delito) y Yolanda Pizarro (Niñez).

En todo caso, en el partido también lamentan que, pese a ser militante, no se mantenga una relación fluida con la ministra del Interior. Al no tener mayor contacto con ella, dicen, “no tenemos contacto con los ministerios, no hay línea directa. Hay que pasar por los jefes de gabinete, subsecretarios”.

Existe, eso sí, un grupo de militantes PPD -cercanos a Tohá- que son más próximos al gobierno y que apoyaron la lista única. Entre ellos consideran que el Ejecutivo probablemente castigará a quienes se alejaron de la decisión oficialista, pero no a ese grupo. Tanto así, que ha trascendido que incluso han propuesto nombres en instancias informales para ocupar algunos cargos.

Otras voces del PPD, en todo caso, descartan temer represalias por parte de Boric en contra de ellos por haber concurrido en una segunda lista. Según plantean -en privado-, el Mandatario es consciente de que necesita mayorías en el Congreso, por lo que entrar en conflicto con los propios partidos de gobierno podría resultarle contraproducente.

Sobre este punto, Piergentili sostuvo ayer en la conmemoración de Jiménez que “el Presidente jamás ha tenido un ánimo revanchista en la vida y, segundo, creo que uno de los pendientes que tenemos es seguir construyendo mayorías, de modo que restar a un partido político de seguir aportando al gobierno creo que es algo que (...) sería tremendamente inoficioso”.

“Puede que haya todavía algún malestar y que tengamos que conversarlo más con nuestros compañeros y compañeras de los partidos que formamos la alianza de gobierno, pero de ahí a creer que vaya a existir alguna represalia por esta definición, claramente no. El Presidente está muy por encima de esas miradas y creemos que la lealtad de toda nuestras políticas han estado al servicio del gobierno, así que esperamos que si hay cambio de gabinete sea para una mejor gestión del gobierno. Eso es lo que nos tiene que importar”, agregó la timonel en un punto de prensa en el Cementerio General.


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