La última jugada de Elizalde en alianza con Coloma antes de dejar el Senado para frenar proyectos inconstitucionales
Horas antes de dejar la Cámara Alta, el ahora ministro de la Segpres presentó varias iniciativas. Una de ellas para proteger las facultades del Primer Mandatario. Su propuesta, que fue apoyada por Juan Antonio Coloma, busca que la inadmisibilidad de ciertas mociones parlamentarias no pueda ser revertida por una mayoría simple de legisladores, sino que por 89 diputados o bien 29 senadores.
Siete iniciativas legislativas ingresó Álvaro Elizalde antes de abandonar el Senado y jurar como nuevo ministro secretario general de la Presidencia (Segpres), el miércoles pasado.
Esa tarde, tras ser designado por el Presidente Gabriel Boric, Elizalde concurrió por última vez como senador al hemiciclo de la Cámara Alta y se paseó por varias bancadas con una carpeta de documento bajo el brazo, pidiendo el respaldo a aquellos proyectos.
En su mayoría se trataba de modificaciones legales en materia penal o seguridad ciudadana. Sin embargo, también había algunas mociones de su autoría de índole más político. Una de ellas, proponía un nuevo procedimiento para zanjar proyectos inadmisibles o inconstitucionales que propongan los parlamentarios.
Según el mecanismo que existe en la actual Constitución, es facultad del presidente de la Cámara o del Senado determinar si una moción no tiene vicios de constitucionalidad o de legalidad para continuar su trámite en el Congreso.
El problema es que la decisión del presidente de la Cámara o el Senado, hoy puede ser revertida fácilmente por una mayoría circunstancial de la respectiva Sala. Incluso puede darse el caso extremo de una mayoría de 9 senadores o 27 diputados que impongan su criterio si es que justo en esos instantes hay pocos legisladores presentes cuando se somete a consideración la opinión del titular de la mesa.
En el pasado reciente, ello generó un cuadro delicado, especialmente durante el segundo gobierno del expresidente Sebastián Piñera, en que la oposición de la época cursó algunas iniciativas que se inmiscuían en cambios tributarios y de seguridad social, que eran facultad exclusiva del Jefe de Estado.
Frente al riesgo de que este escenario vuelva a repetirse, fenómeno que fue apodado como “un parlamentarismo de facto”, Elizalde propuso que la inadmisibilidad de una moción, decretada por el presidente del Senado o la Cámara, sólo pueda ser revertida por cuatro séptimos de la respectiva Sala, es decir, 89 diputados (de un total de 155) o por 29 senadores (de un total de 50).
“El sentido de la admisibilidad es restringir el origen de discusiones legislativas que comprometen directamente al Estado en diversas materias, principalmente presupuestarias. El principal argumento para ello es que sirva, en teoría, como un autocontrol disuasivo frente a la posibilidad de que se impulsen proyectos de ley inspirados en afanes demagógicos para obtener respaldo electoral”, dice la propuesta de Elizalde, que también fue patrocinada por el presidente del Senado, Juan Antonio Coloma (UDI).
“Declarada la inadmisibilidad por el Presidente de la Cámara de origen, la sala sólo podrá revertir esta calificación con los votos de los cuatro séptimos de los diputados o senadores de la respectiva Cámara”, dice en concreto el proyecto de un solo artículo, que modifica la Ley Orgánica del Congreso.
Esta iniciativa protege las facultades del Primer Mandatario, en el marco de un régimen presidencialista, potestades que ahora Elizalde tendrá que resguardar con mayor celo en su nueva función de ministro Segpres.
Sin embargo, la medida también le otorga más poder a los presidentes del Legislativo, al concentrar en ellos la primera responsabilidad de filtrar mociones legislativas que intenten saltarse las reglas del sistema político.
De todas formas, en el entorno del nuevo secretario de Estado transmiten que, por el momento, Elizalde no tiene estipulado poner urgencias a las iniciativas que ingresó antes de dejar el Senado. Eso sí, agregan que la idea es que sea el mismo Coloma quien los ponga en tabla.
Los otros proyectos
Otra de las iniciativas que Elizalde presentó en el epílogo de su mandato como senador busca eliminar el carácter dirimente que tiene el presidente del Tribunal Constitucional (TC) en caso de empate entre sus miembros al momento de fallar. El planteamiento del exsenador es que, ante una igualdad en los votos de los ministros del TC, la materia en discusión se dará por rechazada.
Además, antes de dejar el Senado, el nuevo ministro presentó un proyecto para que los asistentes policiales de la PDI reciban el trato de “agentes policiales”.
También propuso una precisión en la Ley de Tránsito para que quede claro que el exceso de velocidad vehicular es sobre los 60 kilómetros por hora en zonas urbanas. Igualmente firmó mociones para que el concepto explotación sexual (en vez de prostitución, que tendría un alcance más restrictivo) quede plasmado en el Código Penal; para ampliar el plazo de investigación de la fiscalía cuando haya menores y adultos involucrados; y extender el período de flagrancia de un delito de 12 a 24 horas.
En los últimos cinco años, desde que asumió como parlamentario, Elizalde fue el senador que más proyectos propios, como autor o coautor, logró que se convirtieran en ley. Según los datos del Sistema de Información Legislativa, 40 de sus mociones se transformaron en ley desde marzo de 2018, entre ellas, la reforma que abrió un nuevo proceso constituyente. La última fue un proyecto -que aún no se publica, pero que ya culminó su tramitación-, que extiende la validez de los documentos de identidad para las elecciones.
En total, Elizalde presentó 140 iniciativas como legislador y la primera que ingresó fue la que declaraba octubre como el Mes Nacional de la Ciberseguridad, que se transformó en ley en 2018.
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