Las bajas parlamentarias de republicanos y del PDG que complican a los partidos
Las dos colectividades han sido de las que más renuncias han tenido, lo que ha provocado un remezón en sus filas.
“Soy el último samurái”, dice a modo de broma la diputada Karen Medina, quien es ahora la única integrante del Partido de la Gente (PDG), fundado por el economista y excandidato presidencial Franco Parisi. La colectividad llegó al Congreso Nacional en 2022 con seis diputados, lo que la levantó como una fuerza emergente, pues superaron en número a partidos más tradicionales como el PPD. Sin embargo, distintas polémicas provocaron que los legisladores fueran renunciando al punto que hoy día tienen a solo una representante en la Cámara de Diputadas y Diputados.
Un escenario similar ha transitado el Partido Republicano, fundado por José Antonio Kast, que también arribó como una fuerza emergente al Congreso Nacional, pero que ha visto cómo varios de ellos se han ido por diferencias internas o polémicas. Eso sí, republicanos, a diferencia del PDG, ha sabido sumar a nuevos representantes a sus filas provenientes de Chile Vamos.
Si bien en todas las colectividades han perdido parlamentarios, lo cierto es que estas dos tiendas son de las que más salidas han tenido.
Las bajas del PDG
Cuando llegaron en 2022, el PDG era visto como una especie de partido “bisagra”, que les servía a las fuerzas tradicionales como la oposición agrupada en Chile Vamos (UDI, RN y Evópoli) y el oficialismo en el Socialismo Democrático (PS, PPD, PR y PL) y Apruebo Dignidad (PC y FA) para buscar votos clave en complejas reformas.
Sin embargo, la caída de sus diputados ha provocó que el PDG fuera perdiendo relevancia, y que las colectividades negociaran individualmente con cada parlamentario, lo que se conoce como el “pirquineo” de votos en la jerga legislativa.
La primera crisis del PDG vino con la renuncia de sus diputados Francisco Pulgar, Yovana Ahumada y Víctor Pino el 13 de diciembre de 2022. Los tres en un punto de prensa apuntaron contra la directiva liderada por su presidente, Luis Moreno, y el secretario general, Emilio Peña. Entre los propios diputados hubo diferencias internas -se ha acusado públicamente a otro diputado, Gaspar Rivas, de malos tratos y a su par Rubén Oyarzo de individualismo-, además que les molestó que la directiva abandonara las conversaciones del proceso constituyente. La propia Ahumada también criticó a la figura de Parisi: “Hizo bastante poco”, dijo en una entrevista con La Tercera.
Otra salida se produjo en abril. En esa ocasión, Rubén Oyarzo renunció acusando “maltrato de la colectividad a sus propios parlamentarios”. En el PDG siempre hubo un tironeo contra la directiva. Estos -Parisi incluido- argumentaban que sus legisladores no respetaban la “democracia digital”, sistema en el que el PDG somete a votación electrónica sus decisiones políticas, y luego todos deben acatar. Mientras que los parlamentarios cuestionaban la relación con la directiva.
Pero la última salida se provocó con la decisión del Tribunal Supremo de expulsar al diputado Gaspar Rivas de la colectividad. Esto, debido a que este último fue designado como primer vicepresidente de la Cámara de Diputadas y Diputados, y en una entrevista afirmó que este cupo le fue ofrecido por el ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Álvaro Elizalde. Dichos de los que se tuvo que retractar, pero que provocaron molestia en la colectividad debido a que, gracias a ese acuerdo, por primera vez llegó una comunista a liderar la testera, de la mano de la diputada Karol Cariola.
Hoy el PDG está tensionado por una elección interna que tendrá lugar a finales de abril. En esta se espera medir la disidencia -que es liderada por la única diputada que queda, Karen Medina- contra la lista oficialista que impulsa Parisi con sus cercanos, dentro de los que se incluyen los panelistas del streaming “Bad Boys” y la actual directiva.
Medina sostiene a este diario que el declive del PDG se debe en “gran parte a un mal manejo de la directiva. Franco es un líder en la política. El problema es que su liderazgo ha sido negativo, tres diputados renunciaron en la primera crisis. Oyarzo termina renunciando por lo mismo. Porque su trato ha sido siempre denostando a la gente. Ese tipo de liderazgo no es el que necesitamos en ninguna parte del país. Ese tipo de liderazgo ha sido fatal”.
Mientras que el secretario general, Emilio Peña, recalca que “llegamos como partido nuevo al Congreso con un acuerdo que nuestros diputados entendieron que solo era administrativo, pero que al correr del tiempo y como se ha gestado este gobierno terminó en un acuerdo político administrativo. Dicho acuerdo fue quebrando a la bancada en cada votación y hoy nos encontramos solo con una parlamentaria. Pero sobre todo, nuestros afiliados siempre pidieron ser escuchados en su postura de no pactar con la izquierda, algo que finalmente no sucedió”.
El dilema de republicanos
El Partido Republicano hizo su estreno en el Congreso Nacional en marzo de 2022 con 14 diputados, entre ellos la diputada Sara Concha, actual presidenta del Partido Social Cristiano, que no pertenecía a la colectividad pero que fue dentro del pacto.
Sin embargo, con el paso del tiempo en el actual periodo legislativo, la tienda dirigida por Arturo Squella sufrió la salida de seis diputados y un senador, pero también ganó a dos diputados nuevos y a una senadora.
El primero en renunciar a la colectividad fue Gonzalo De la Carrera, quien ha sido protagonista de una serie de polémicas en su paso por el Congreso. Tuvo que dejar la militancia tras la molestia que provocó en el partido que fuera el primero en anunciar que José Antonio Kast perdió en las presidenciales de 2021, antes de que el propio comando reconociera la derrota. Pero su expulsión formal de la bancada se provocó luego de que agrediera físicamente al diputado Alexis Sepúlveda (PR) en agosto de 2022.
La segunda baja fue la diputada Gloria Naveillán. La representante de La Araucanía, en septiembre de 2022, acusó que la tienda fundada por Kast funcionaba como una secta. La parlamentaria había votado a favor de la moción parlamentaria que permitía un quinto retiro de fondos de las AFP -en contraste con el resto de sus pares que votaron en contra-, lo que le valió la marginación de la bancada.
En marzo del año pasado, el independiente pero en comité republicano Leonidas Romero también se fue por diferencias internas. Según se transmitió por esos días, él quería acusar constitucionalmente al Presidente Gabriel Boric por haber indultado a presos del estallido social, pero su bancada le quitó el piso.
En diciembre del año pasado, en tanto, renunció el único senador electo por el partido, Rojo Edwards. La dimisión del parlamentario se dio luego de que él estuviera por la opción “En contra” en el último plebiscito constitucional, en momentos en que el partido había fijado institucionalmente estar por el “A favor”, debido a que la tienda lideraba mayormente el Consejo Constitucional.
El senador, en diciembre de 2023, afirmó que “el liderazgo republicano dejó de enfocarse en las urgencias sociales para dedicarse de lleno a una discusión constitucional, que simplemente no es lo que a nosotros nos representa”. Lo cierto es que Edwards fue de los parlamentarios que constantemente discreparon con la tienda.
A inicios de este año renunció Johannes Kaiser. El diputado tuvo un largo historial de tensiones con el partido. El primero de ellos fue en noviembre de 2021 -en medio de la campaña presidencial, donde Kast buscaba llegar a La Moneda-, cuando cuestionó el sufragio femenino. Ese episodio le valió la renuncia al partido; sin embargo, en diciembre de 2022 volvió a fichar por la tienda.
En diciembre de 2023, al igual que el senador Edwards, Kaiser estuvo por la opción “En contra”. Debido a esto fue marginado de comisiones legislativas clave, lo que gatilló su renuncia.
Hace unas semanas, el diputado Cristóbal Urruticoechea también dio un paso al costado de la colectividad. La decisión se dio en luego de que su expareja diera una entrevista en Ciper, en la que afirmó que ella usó para pagar bencina particular una tarjeta de movilización para cargar gasolina que es asignada por el Congreso Nacional, que es de uso exclusivo de los parlamentarios.
A eso se suma que el diputado Maricio Ojeda -quien es investigado por el Ministerio Público por el caso de los convenios en La Araucanía- también dejó de integrar el comité, pese a que administrativamente sigue siendo parte de la bancada. En republicanos transmiten que desde octubre que no participa formalmente en instancias como almuerzos de bancada, grupos de WhatsApp o reuniones internas.
Lo cierto es que si bien Ojeda no ha sido condenado, las investigaciones en su contra han sido consideradas graves en materia de probidad. Por ejemplo, su celular fue destruido cuatro días antes de que la PDI se lo incautara.
De todas maneras, los republicanos han sumado a sus filas a los diputados Renzo Trissotti y Catalina del Real, y a la senadora Carmen Gloria Aravena, quien es considerada como un “camaleón” político, pues fue elegida en cupo Evópoli, luego se fue al comité de RN y finalmente terminó en la bancada de republicanos.
En el partido, en todo caso, reconocen que es complejo tener estas bajas parlamentarias, pero que responde a que esta es su primera incursión en el Congreso y han tenido un proceso de aprendizaje. Por lo mismo, para los comicios de este año decidieron subir los estándares y están estableciendo mayores exigencias para sus postulantes.
Además dicen que, salvo la salida de Kaiser, todas las salidas tienen un patrón: irregularidades o votos en contra de la línea del partido, lo que los obliga a tomar medidas concretas como pedir renuncias.
Y respecto a Ojeda, hasta el momento no se ha definido si lo expulsarán formalmente de la bancada, y que recién ayer tuvieron más antecedentes del caso, ya que recalcan que la investigación era secreta y solo tenían la información otorgada por el diputado de que estaba siendo indagado.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.