Las contradicciones de Dávalos sobre su rol en Caval

El próximo 28 de marzo, Sebastián Dávalos Bachelet junto a su esposa Natalia Compagnon Soto y el ex socio de ésta, Mauricio Valero Illanes, será formalizado en el Juzgado de Garantía de Rancagua en el marco del caso Caval. El Ministerio Público imputará cargos contra el hijo de la ex Presidenta Michelle Bachelet por el delito de presunta estafa en contra del empresario Gonzalo Vial Concha.

Desde que se conoció la existencia de un millonario negocio en la compra-venta de 44 hectáreas en Machalí, donde se descubrió una serie de delitos asociados a la operación, Dávalos Bachelet ha debido enfrentar la polémica. Antes de eso, en una entrevista con Qué Pasa en febrero de 2013, la misma revista que reveló dos años después las extrañas operaciones, Dávalos Bachelet entregó una serie de antecedentes que luego fueron descartados por la investigación.

Según Dávalos: "Es una empresa de gestión de negocios, funciona básicamente cómo una consultora. Es de un grupo de accionistas donde Natalia es una de ellas y yo trabajo en ella. Por un lado, desarrolla proyectos por encargo, y por otro lado, lo que hace es representar a empresas más chicas que a veces no pueden, por el tamaño o por falta de contactos, llegar a los mercados que les interesan, y eso pasa mucho en Chile. Nosotros tenemos un pool de empresas nacionales que tienen interés de meterse en mercados específicos y han tocado varias puertas y no los han tomado en cuenta".

Según la Fiscalía: Es una compañía de dos socios, Natalia Compagnon y Mauricio Valero, que empezó a operar con un cliente, Gonzalo Vial Concha, al que se le ofrecieron distintos servicios. Uno de ellos, informes en minería que, en gran parte, fueron plagiados desde la página de Cochilco.

Según Dávalos: "A Vial Concha lo he visto una sola vez en mi vida, en una reunión. Yo no trabajo con él, y no veo ningún proyecto con él, y para mí es Gonzalo Vial Concha, no el hijo del dueño de Agrosuper".

Según la Fiscalía: Sebastián Dávalos brindó servicios a honorarios a Caval con dos glosas "asesorías comunicacionales" y "Fundación" entre el 7 de marzo de 2012 y el 3 de julio de ese año. Los servicios eran para dos proyectos de Gonzalo Vial Concha que había ofrecido Natalia Compagnon al empresario: Una Fundación de Hipoterapia y un Museo de Caballos.

Según Dávalos: "Caval Inversiones tiene un poco más de un año de antigüedad y los permisos en Freirina se deben haber gestionado con bastante antelación. Caval Inversiones no tiene nada que ver con Agrosuper y yo, Sebastián Dávalos, nunca he tenido nada que ver con Agrosuper, no conozco a Gonzalo Vial Vial y, es más, ni siquiera sabía dónde estaba ubicado Freirina en el mapa hasta que estalló el conflicto".

Según la Fiscalía: Según declaró Patricio Cordero, propietario de Lo Beltrán y el propio Gonzalo Vial Concha, Caval le prestó asesorías comunicacionales al empresario para revertir la opinión de Freirina sobre la planta de tratamiento de cerdos de Agrosuper. Para estas funciones, Caval contrató a Cordero, quien a su vez recomendó al operador UDI Juan Díaz. En su último testimonio, que reveló La Tercera PM, Gonzalo Vial Concha asegura que le pagó $400 millones en efectivo a Compagnon con este objetivo.