Las definiciones de los candidatos para liderar la Fiscalía Nacional

La carrera para definir quién será el sucesor de Jorge Abbott en la Fiscalía Nacional los próximos ocho años está en tierra derecha. Este viernes 11 llegará a manos del Presidente Gabriel Boric, el documento oficial de la Corte Suprema en el cual le informará de quiénes son los integrantes de la quina seleccionada por el máximo tribunal para liderar el Ministerio Público, donde el Mandatario deberá escoger un nombre y proponerlo al Senado para su ratificación.

En disputa, Marta Herrera, José Morales, Carlos Palma, Rodrigo Ríos y Ángel Valencia. Todos abogados con años de experiencia y participación en el Ministerio Público, y quienes se muestras convencidos de reunir las características necesarias liderar la institución en momentos que, coinciden, se requieren cambios.

En entrevista con La Tercera PM, cuatro de ellos dan cuenta de sus principales lineamientos. En el caso de Valencia, este declinó responder a las consultas.

¿Cómo recibe la votación de la Corte Suprema?

Con honor, pero también como una responsabilidad para mi trabajo, ya sea como fiscal adjunto o en el cargo al cual postulo.

¿Qué cree que es urgente cambiar en el Ministerio Público?

Como planteé a la Corte Suprema y tal como fue acompañado en un programa de trabajo que se presentó, se pretenden cambios estructurales y organizacionales para las áreas de persecución preferente que son crimen organizado, violencia de género y delitos cometidos por funcionarios públicos, es decir, corrupción y derechos humanos. Lo anterior, acompañado de una modernización tecnológica de la institución, siguiendo ejemplo de Fiscalía Metropolitana Centro Norte y además con una mayor y mejor rendición de cuentas de la persecución penal y de los recursos públicos que son asignados a la institución.

¿Por qué el Presidente Boric debería optar por usted?

No me corresponde decirle al Presidente lo anterior, ya que los antecedentes están expuestos y presentados.

*Las respuestas del fiscal Morales se recibieron por escrito.

¿Cómo recibe la votación de la Corte Suprema?

Muy contenta, aunque efectivamente a mí me hubiera gustado que hubiéramos sido más mujeres. Pero por supuesto, estoy muy agradecida del voto de confianza que me ha dado la Corte Suprema y pondré el máximo empeño en lo que sigue.

Para mí era un resultado bastante incierto. Es superdifícil resumir en diez minutos el proyecto que uno tiene. Por lo tanto, no tenía ninguna constancia de que yo fuera a contar con los votos para integrar la quina. Tampoco tenía conocimiento de si efectivamente la audiencia fuera algo tan gravitante. Uno sabe que para ciertos ministros sí, pero otros toman sus decisiones previamente. Por mi rol como jefa jurídica, había tenido algún trabajo con algunos ministros, pero eso tampoco significaba necesariamente que fueran a votar por mí.

Me sorprendió de todas maneras la alta cantidad de votos de José Morales y Ángel Valencia. Yo creo que eso es algo bien sorpresivo, porque en realidad no siento que haya habido una diferencia tan importante respecto de los proyectos que se plantearon. No me parece que hubiera diferencia efectivamente como para que se marcara esa votación.

¿Qué cree que es urgente cambiar en el Ministerio Público?

Hay muchos cambios que hacer y por eso yo señalaba alguno ejes. En materia de víctimas necesitamos cambios urgentes, en línea con reconocer que simplemente es derecho de las personas el estar informados. Tenemos que darle dignidad al sistema y yo creo que eso es absolutamente prioritario y creo que es posible. No quiero que la gente tenga que venir a preguntar, sino que idealmente sea algo proactivo y que entreguemos la información, podemos utilizar la tecnología y generar muchas alianzas.

Luego, tenemos que perfeccionarnos en materia de persecución penal y eso tampoco lo hacemos solos. Yo ahí tengo un proyecto que vengo generando desde hace mucho tiempo, a propósito del crimen organizado, donde justamente planteaba viendo sistema extranjeros más exitosos, que esto se combate en conjunto. Si yo integro a la Fiscalía con la Agencia Tributaria en el caso de lavado de activos, con la Unidad de Análisis Financiero y voy conjugando, toda la estructura se hace mucho más sólida y además con otras profesiones. Para eso, siempre he sostenido que lo óptimo es una reforma legal, pero creo que nosotros, con lo existente, podemos hacer un esfuerzo importante, con redestinaciones, con una reorganización y armar algo, porque la urgencia es ahora.

En el mismo sentido veo el tema de los delitos de mayor connotación social, porque también ahí es superimportante que veamos el tema de análisis. Tenemos que empezar a reformular ahora urgentemente e inyectarle los recursos.

¿Por qué el Presidente Boric debería optar por usted?

Porque dentro de mi trayectoria he tenido muchas funciones y si bien no he sido fiscal operativa, he estado demasiado cercana a las investigaciones. He participado en equipos de investigación. Por Jurídica he visto de todo, y me da esa visión integral de la Fiscalía y del sistema, que yo creo que efectivamente ha sido un aporte, y me cuesta un poco decirlo.

Creo que tengo un plus con mi especialidad actual que es anticorrupción, lo que me ha permitido tener un conocimiento de lo operativo y de lo macro, lo que creo contribuye a tener un sistema mucho más sano y a concretar la necesidad que hay en torno a lograr la igualdad ante la ley.

Hay una falsa sensación de que era muy cercana a Jorge Abbott que me ha jugado en contra, pero lo cierto es que yo entré a la fiscalía con un nombramiento de Guillermo Piedrabuena y el cargo que tengo actualmente lo tengo desde la época del fiscal Sabas Chahuán. No tengo nombramientos de Jorge Abbott, efectivamente me mantuve en el cargo como varias personas. Yo tenía una validación técnica, y lo objetivo es que a mí me restaron ciertas atribuciones que correspondían a mis competencia cuando empezó la administración de don Jorge Abbott.

¿Cómo recibe la votación de la Corte Suprema?

Evidentemente muy contento y muy satisfecho, orgulloso de que la excelentísima Corte Suprema haya considerado mi nombre como un candidato para dirigir el Ministerio Público en un momento tan importante como el actual, donde estamos en un punto de inflexión frente a la criminalidad. Se requiere hoy día un liderazgo fuerte, experiencia, capacidad y habilidades para sacar la persecución penal adelante.

A propósito de las quinas y los concursos se especula mucho, hay rumores de pasillo. Sin embargo, no tengo ninguna duda que los candidatos que forman parte de quina son personas con las capacidades de enfrentar una exigencia como esta.

¿Qué cree que es urgente cambiar en el Ministerio Público?

Lo urgente urgente es reenfocar el Ministerio Público hacia una persecución penal eficiente, y para eso, hay que destinar recursos humanos, recursos financieros, para abordar lo que hoy día está aquejando a todos los chilenos y chilenas, que es, delitos violentos sobre todo, crimen organizado, tráfico de droga, tráfico de armas. Para eso obviamente que se requiere liderazgo, un liderazgo capaz de cambiar los paradigmas internos y poder provocar la acción del Ministerio Público. Una persecución penal eficiente se basa, obviamente, en el trabajo con la comunidad, en una labor muy coordinada con las policías y con las otras entidades del sistema procesal penal y con el Ejecutivo y Legislativo, para en conjunto producir el cambio. Esto es un tema transversal y que abarca a todo Chile, y, por tanto, se requiere una acción de todos los órganos del Estado. En la persecución penal, el Ministerio Público, tiene necesariamente mucho que hacer y decir.

En ese sentido, la primera medida sería construir un equipo especializado que se haga cargo del crimen organizado a nivel nacional, tanto en la zona Sur como en el Norte del país, con fiscales especializados y con equipo especializado de la policía para poder enfrentar el crimen especialmente organizado y violento, para así transitar tranquilos por las calles.

¿Por qué el Presidente Boric debería optar por usted?

Me sentiría orgulloso de que el Presidente me propusiera al Senado para la aprobación del cargo. Yo creo que cuento con toda la capacidad y las habilidades procesales y penales. Soy un fiscal con la experiencia demostrada por los resultados y tengo todas las habilidad procesales y penales necesarias para enfrentar esto. Pero además, tengo la formación en alta dirección pública que va a permitir un cambio de gestión y la visión de Estado para poder trabajar mancomunadamente con toda la unión.

Acá se requiere un liderazgo claro y fuerte al interior y el exterior del Ministerio Público. Se requieren también blandas para poder trabajar articuladamente con todos los sectores y capacidad de escuchar y de aprender a propósito de los errores y se requerir las competencias. Siendo un fiscal que tiene 22 años de experiencia y una persona joven que puede enfrentar decididamente la criminalidad, creo que la autoridad, el gobierno, el Congreso y el país, pueden contar con mi entrega absoluta a producir un cambio.

¿Cómo recibe la votación de la Corte Suprema?

La recibo con mucha alegría. Para mí es un orgullo y un honor que la Corte Suprema me haya considerado entre los 17 candidatos, de los cuales tengo el mayor respeto desde la perspectiva profesional y académica, también varios de ellos son profesores, igual que yo. Por tanto, estar dentro de los cinco elegidos constituye un honor, pero también una responsabilidad. Esto es un paso más dentro de lo que significa el concurso de fiscal nacional, y no significa en lo absoluto que esto terminó.

Mi visión de la quina es que todos los candidatos y candidata hemos demostrado tener méritos, experiencia y propuestas, tal como hoy lo ha señalado la Ministra de la Corte Suprema Ángela Vivanco, y tomándome de sus palabras, es de esperar que la decisión de un cargo tan importante para el país sea sobre estos méritos y no sobre descalificaciones, evitando justamente lo que ella ha llamado “guerra sucia”.

¿Qué cree que es urgente cambiar en el Ministerio Público?

El principal desafío va a ser el combate al crimen organizado. En eso la Fiscalía Nacional y el Ministerio Público en general requieren una reestructuración de la manera en como están enfrentando este problema. Hay que tomar medidas inmediatas dentro de la Fiscalía Nacional que signifiquen crear nuevas unidades y reorientar algunas que ya existen para dar prioridad al combate del crimen organizado.

Junto con ello, el problema que viene arrastrándose también desde hace bastantes años, es la pérdida de legitimidad y confianza de la ciudadanía, y por eso hay que atacar directamente la forma en que el Ministerio Público está interactuando esencialmente con las víctimas y en general con los usuarios. La atención a víctimas y usuarios es deficitaria hoy día en el Ministerio Público. Hay algunas zonas del país, en que esto se hace de mejor manera que en otras y eso es inaceptable. No podemos tener una institución que debe ser unitaria en la respuesta y en la atención a los usuarios, que tenga modelos diferenciados dependiendo de la región donde nos encontremos. La respuesta de la Fiscalía tiene que ser de tal magnitud que las víctimas tengan la certeza, independientemente del delito que se trate, independientemente del lugar donde se encuentre, que la respuesta va a ser siempre oportuna y con una preferencia y proteccionalmente orientada hacia las víctimas. Quien no entienda esta lógica de servicio público y de dirección de nuestros servicios hacia las víctimas, no tiene cabida en una lógica de Ministerio Público de cara al futuro, porque la perdida de confianza es una crisis que para mí significa una crisis que es casi terminal.

¿Por qué el Presidente Boric debería optar por usted?

Primero, por mi formación y la experiencia tanto profesional como académica. Tengo una visión que engloba los distintos sectores de instituciones públicas que están vinculadas al proceso penal. Mi trayectoria me da una visión que es mi matiz diferenciador respecto de los otros candidatos, una visión que puede ser la respuesta que la Fiscalía requiere para su renovación y para su cambio. ¿Por qué? Porque se trata de una persona, en mi caso, que yo estoy fuera de la Fiscalía hace más de seis años, pero que trabajé diez años dentro de institución. Por tanto, esa mezcla de experiencia y conocimiento de la institución, pero renovando la visión con experiencia que he adquirido en otros ámbitos paralelos y distintos del Ministerio Público, así como también mi experiencia en el extranjero, creo que puedo aportar ese aire de renovación y de reestructuración que requiere la Fiscalía.