Las íntimas confesiones de Reinaldo Rueda sobre la Roja
El técnico de la Selección chilena dirigió una charla a estudiantes de la Universidad Autónoma de Temuco, donde, entre otras cosas, relató sus conflictos internos por asumir en la Roja y de cómo enfrentó un camarín agrietado. También reveló que le pidió a Beausejour que siga en el equipo como acompañante.
A Reinaldo Rueda se le ve relajado, con ganas de conversar de todo. Toma asiento en el auditorio de la Universidad Autónoma de Temuco y mira a cada uno de los estudiantes que llegaron a presenciar la charla que comenzó cerca de las 10 horas. Regala sonrisas, levanta la cabeza frente a la admiración de los asistentes, y no duda en posar para cada fotografía que le solicitan. Al caleño se le ve feliz, como pocas veces. Hace, de entrada, una reflexión que anticipa una conversación interesante: "Soy de la opinión que nosotros en toda Latinoamérica nos quejamos demasiado, y renegamos de nuestras raíces. No valoramos lo que tenemos. Cuando me ha tocado ser docente siempre digo que debemos valorar lo nuestro, querer lo nuestro, tener convicción de lo nuestro", dice.
Es que a Rueda le agrada conversar con jóvenes. Aquí es donde recuerda su carrera como docente. En su currículum está destacado su estudios de Educación Física y Salud en la Universidad del Valle de Colombia y además, el Master en la Escuela Superior de Deportes de Alemania. En este escenario, el estratega de la Roja no pone ningún tipo de problemas para conversar por más de 60 minutos.
Uno de los temas que abordó fue el proceso interno que vivió antes de asumir en la selección nacional. Y de cómo finalmente aceptó, pese a las numerosas voces que la advirtieron que cometía un error: "¡Cómo te vas a meter ahí hombre! Son dificilísimos los chilenos. Además, yo sabía del conflicto interno que había en la Selección y por mi trabajo en Conmebol, había visto los últimos comportamientos de las selecciones chilenas menores". El colombiano profundizó: "Me di cuenta de que acá tiene más validez el chimento o los rumores, que el verdadero análisis futbolístico. La recomposición social del grupo ha sido muy difícil", enfatizó.
Sobre cómo hizo para lograr cohesionar un grupo que parecía acabado luego de las disputar internas: "El coaching individual. es clave. Hacer un trabajo con los líderes del equipo. Unos minutos con un jugador, otro día con otros. Ir generando esa comunicación aparte de las dinámicas grupales. Convencerlos, persuadirlos de la gran responsabilidad que tenemos. Hasta chocarlos con la realidad, que fue lo que principalmente le presenté al equipo. Se presentaron dos paradigmas: normalmente el equipo que es campeón o bicampeón no supera la fase de grupos. Si nos vamos a situaciones anteriores: España en Sudáfrica 2010 salió campeón y en el siguiente Mundial en Brasil lo devolvieron en la fase de grupo. Ese síndrome de creer invencibles era el primer desafió a superar. Y lo logramos. Lo otro era el primer partido del torneo: Chile fue campeón en Copa América y el primer partido de la Copa Centenario lo perdió. Y Japón era una selección inédita porque en todos los amistosos presentaba formaciones distintas", revela.
La participación de Alexis Sánchez en la Copa América fue otro de los tópicos que enfrentó. El jugador se anotó como uno de las figuras de su equipo, pese a la discreta temporada que tuvo en Manchester United y que incluso hoy lo tienen buscando una salida. "Con Alexis se dieron varias situaciones. Tuvo un semestre donde tuvo muchas dificultades para consolidarse en el Manchester (United). Incluso en la primera convocatoria en marzo de 2018 estaba recién llegado y después no ha sido lo mejor en su club... Antes de la Copa América llegó a la selección con un esguince, después tuvo otra complicación y estaba en duda que jugara", dijo el caleño.
El secreto de Rueda para resucitar a Alexis se basó en el cariño, en el buen trato para volver a hacer sentir importante al Niño Maravilla. "Llegó acá, y como dicen los chefs, con cariño y amor las cosas quedan mejor.Entonces el sentimiento de los profesionales de la selección no es el mismo, por muy capaces que sean, que el de Europa ¿Y qué pasa acá en la selección con él? Esa parte afectiva juega un papel fundamental, y ese 'regaloneo', como dicen ustedes los chilenos, sirvió para que llegara a la Copa América pese a los riesgos que tomamos", añadió.
Rueda viajó al pasado. Asume la importancia de los técnicos antecesores que permitieron forjar la Generación Dorada. Asume que hoy debe ser capaz de transmitir el legado a las nuevas generaciones: "La gran bondad de Chile, más allá de esta generación, es la cultura de entrenamiento desde que estaba el profesor (José) Sulantay en 2005, y que luego recibió el profesor (Marcelo) Bielsa. Se generó un equipo de mucha competitividad, de mucha mística, donde se exigen entre ellos y eso hay que tratar de conversar, de transmitir, y que las nuevas generaciones se contagien con ese respeto por la camiseta", comentó.
Otro tema obligado que trató el entrenador fue la ausencia de Marcelo Díaz y Claudio Bravo a las citaciones. No se incomodó, como generalmente ocurre en las conferencias de prensa. Su trabajo, según sus propias palabras, se basan en lograr que el colectivo sea más fuerte que las individualidades: "Por encima de la colectividad del grupo, no hay nada, entonces hay que cuidar la cohesión del equipo y por ahí pasan todas las decisiones. De por qué no convoco a Marcelo Díaz, de por qué no convoco a Claudio Bravo, de por qué no está éste o el otro, de por qué traje a éste. Todo es pensando en proyección a mediano plazo. Buscando esas alternativas, trato de hablar individualmente con ellos, sobre lo que quiero para la selección", indicó.
Uno de los relatos más llamativos del técnico apuntó a la despedida de Jean Beausejour de la Selección. Un adiós que fue entre lágrimas, confesó el cafetero: "La despedida en el vestuario fue muy emotiva, porque es un líder que ojalá hubiese durado toda la vida". Sobre la misma, el DT reconoció que intentó convencer al zurdo de seguir en la Roja, incluso como asistente personal: "Jean me dijo... 'Profe...Lástima que no llegaste antes a Chile, pero me tengo que ir, no te acompaño más'. Yo le dije que lo iba a seguir convocando, aunque sea de acompañante o asistente mío, pero me dijo que no, que ya no más, ya no más. 'Ya no me da, quiero ser honesto', me expresó. Ojalá todos fueran igual de honestos y pensaran así. Es un terreno muy sensible. Saber que tienes que irte de una actividad de la que no te quieres ir".
"Con Jean hablé una semana antes del juego contra Colombia. Creí que lo había persuadido de que siguiera", concluyó el entrenador colombiano, con algo de resignación.
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