Las rarezas de Qatar 2022, el Mundial más diferente de la historia

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Hoy, la FIFA anunció el atípico calendario del torneo, que se disputará entre noviembre y diciembre de 2022. Habrá cuatro partidos en el día y los chilenos, más allá de que la Selección clasifique o no, deberán madrugar para ver los del primer turno.


Hoy, la FIFA reveló el calendario del Mundial de Qatar 2022. La sola revisión de las fechas clave arroja una señal potente respecto de las peculiaridades que tendrá el evento planetario que se desarrollará en el emirato. Nunca antes la máxima justa del fútbol mundial había comenzado en noviembre y finalizado en el mes siguiente. Las altas temperaturas que se registran a mediados de año en esa parte de Asia transformaban en inviable el desarrollo del torneo en las fechas convencionales, al menos en lo relacionado con el desgaste físico de los principales protagonistas: los jugadores de fútbol. Esa materia es especialmente relevante, pues se amplió a 12 días la duración de la fase inicial, para permitir la mejor recuperación de los jugadores. Y el certamen durará 28 días, cuatro menos que los que se ocupaban habitualmente.

Qatar 2022 promete ser el Mundial más lujoso de la historia. Para hacerse una idea, se estima que la inversión bordeará los US$ 200 mil millones, según explicó el ministro de Finanzas del emirato, Ali Shareef Al-Emadi, en 2017. Las obras que se realizan para albergarlo avanzan en ese sentido y los primeros estadios de los que se han conocido imágenes dan cuenta de la fuerte inversión que se ha realizado en ellos. Ocho recintos en cinco ciudades (Al Wakrah, Doha, Rayán, Jor y Lusail) albergarán los 64 partidos. Siete de ellos partieron desde cero. El choque inaugural se jugará el 21 de noviembre, en el estadio Al Bayt. El campeón se conocerá el 18 de diciembre. El encuentro decisivo se escenificará en el estadio Icónico de Lusail.

A madrugar

Aunque todavía falta un año y medio y, producto del coronavirus, las Eliminatorias han debido ser pospuestas, en principio, hasta octubre, los fanáticos chilenos ya deben empezar a hacerse la idea de madrugar para presenciar los compromisos, tal como pasó para Japón Corea 2002, en el que la Roja no participó. La programación contempla cuatro duelos diarios. El primero de ellos, en horario chileno, se jugará a las 6 horas. Los siguientes serán a las 9 horas, el mediodía y las 17 horas.

Lo que tengan la suerte de asistir al lugar del certamen, vivirán condiciones diferentes a las que existían en las versiones anteriores de la Copa del Mundo. En principio, las distancias serán mucho más cortas. La máxima distancia entre las subsedes es de 55 kilómetros. Y la mínima, de cinco. Ese factor, sumado a la moderna red de transporte público, que considera la instalación de estadios de tren y metro conectadas con los escenarios. En esa línea, se considera perfectamente factible que un hincha pueda asistir a dos partidos partidos en el día.

Otra particularidad: en el país no se vende alcohol, salvo en los hoteles que reciben a turistas. En ese contexto, las autoridades han anunciado la disposición de locales especiales en las Fan Zone para atender a los fanáticos. Dentro de los estadios no se podrá beber. “No se puede tomar alcohol en la vía pública. Sólo no se permitirá tomar alcohol en los estadios. Puedes tomar donde quieras, pero no adentro. Tampoco botellas de agua, por el plástico, es por la seguridad del público”, explicó el embajador de Qatar en México, Mohamed Al Kuwari, a ESPN, en febrero.

El Mundial de las dudas

La asignación de la sede a Qatar estuvo plagada de sospechas y acusaciones de corrupción. El 2 de diciembre de 2010, Joseph Blatter, entonces presidente de la FIFA, anunció que la candidatura de los asiáticos había obtenido 14 votos en la cuarta vuelta para determinar la sede. Esa decisión no fue más que el inicio de una serie de cuestionamientos y acusaciones de corrupción vinculadas al torneo y su organización.

Fue por esos días en que se escucharon por primera vez los reparos respecto de las violaciones a los derechos humanos por parte de las autoridades, las altas temperaturas y el inminente riesgo de atentados terroristas en una región del planeta particularmente conflictiva.

En el camino, se fue desenmarañando una auténtica trama de corrupción y coimas. Las más altas autoridades del fútbol mundial estuvieron en la mira de la justicia. Michel Platini, gloria del fútbol francés que llegó a ser presidente de la UEFA, fue detenido en 2019 en el marco de la investigación por la asignación de la sede mundialista. Medios británicos apuntaron que Mohamed bin Hamman, el más alto ejecutivo del fútbol en Qatar hasta 2011 y presidente de la Confederación Asiática, pagó hasta US$ 3,6 millones a unos 30 miembros de la FIFA para asegurarse el éxito en la postulación.

El ejemplo es más cercano si se considera la investigación de la que fue objeto el actual vicepresidente ejecutivo de Blanco y Negro, Harold Mayne-Nicholls, quien fue parte de la evaluación de las candidaturas para Rusia 2018 y Qatar 2022, fue sancionado a siete años de inactividad por infringir el Código de Ética de la FIFA. El 22 de abril de 2016 la Comisión de Apelación de la FIFA estimó en parte su recurso y redujo de siete a tres años el periodo de sanción. En julio de 2017, el TAS estimó que la inactividad por dos años que había cumplido “representa una sanción apropiada y proporcional”. A fines de junio, la FIFA había publicado el Informe García, que debe su nombre al investigador a cargo, el fiscal estadounidense Michael García. La letra K del capítulo 10, que se refiere a la asignación del evento a los asiáticos menciona a Mayne-Nicholls, presidente de la comisión evaluadora. El documento consigna que el dirigente chileno buscó conseguir beneficios para sus familiares y el gimnasta Tomás González a través de un personero ligado a la postulación qatarí: el director de la Academia Aspire de Qatar, Andreas Bleicher.

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