Las razones que obligaron a Provoste y la DC a decir sí a una consulta con Narváez y Maldonado
Pese a la resistencia inicial de la DC y de su ahora abanderada presidencial, Yasna Provoste, el resultado de las primarias legales del 18 de julio pasado la dejaron sin margen para lograr una proclamación por acuerdo. Mientras la insistencia de Paula Narváez y el inminente quiebre del Partido Socialista ante una eventual bajada de la exministra hicieron imposible para la colectividad liderada por Álvaro Elizalde tomar una decisión distinta. El fantasma de dividirse en una primera vuelta y echar por tierra la avanzada negociación parlamentaria también primó en la ecuación.
“El jueves ya era un hecho que no teníamos otra salida”. Así resume un cercano a la directiva de la decé, liderada por Carmen Frei, el momento en que la colectividad y su ahora abanderada presidencial, Yasna Provoste (DC), llegaron a la conclusión de que no les quedaba otro camino que acceder a someterse a una consulta convencional con Paula Narváez (PS) y Carlos Maldonado (PR).
El acuerdo, que se selló la noche del viernes pasado, a solo horas de que la también presidenta del Senado oficializara su intención de competir por el sillón presidencial, fue el corolario de las extensas negociaciones que lideraron los presidentes de los partidos de la Unidad Constituyente y que se iniciaron pocas semanas después de que se frustrara la inscripción del bloque en las primarias legales, tras el veto del PC y el Frente Amplio al apoyo que el PPD le había dado horas antes, ese 19 de mayo, a la exministra de Michelle Bachelet.
Pero varios hitos que se desencadenaron en las últimas horas pusieron fin a la incertidumbre -que hasta el último día marcó las tratativas de la centroizquierda- en torno a un acuerdo por un mecanismo participativo para dirimir a una única opción presidencial de aquí al 23 de agosto.
En el sector sostienen que fueron varios los factores que primaron en la ecuación para que la decé terminara allanándose a una consulta ciudadana. El primero: los resultados de la primaria legal del 18 de julio en que, pese a los pronósticos, se impusieron Gabriel Boric (CS) y Sebastián Sichel (independiente).
En los días previos, en el círculo de la senadora por Atacama admitían que el escenario más favorable para su opción era un triunfo de Joaquín Lavín (UDI) y Daniel Jadue (PC). Ese cuadro le abría un margen mayor para crecer y dejaba en mejor pie a la alternativa que representara a la centroizquierda en la papeleta.
Pese a eso, en los días posteriores la decé transmitió a los presidentes de la Unidad Constituyente la opción de que acordaran llegar a la primera vuelta con el candidato más competitivo. No pidieron una bajada del resto de los candidatos directamente, dicen las mismas fuentes, pero el mensaje estaba implícito: Provoste era la mejor carta y alguien tenía que bajarse.
“La estrategia de quienes impulsaban a Yasna era lograr una proclamación por acuerdo. Ellos siempre lo quisieron, a todos nos consta, porque a todos los partidos del sector los abordaron para generar voluntades”, dice un dirigente de la Unidad Constituyente.
De hecho, en ese mismo contexto fue que el círculo de la senadora activó una estrategia que buscaba “desgastar” la alternativa de la abanderada socialista, cuya opción se había debilitado al mantenerse, desde que irrumpió el año pasado, en el margen de error (3%) en diversos sondeos. Esa presión, sin embargo, generó el efecto adverso y terminó afianzando la opción de Narváez al interior del Partido Socialista.
Así, uno de los factores que más pesaron en la decisión de Yasna Provoste y de la DC para aceptar una definición por consulta fue la insistencia de la exministra y también del abanderado del PR en sus candidaturas. Durante los dos últimos meses ambos repitieron como un mantra que no estaban disponibles para ninguna fórmula que implicara un acuerdo cupular.
Otro punto, admiten varias fuentes, fue la situación interna del partido liderado por Álvaro Elizalde. En las últimas semanas, el senador por El Maule fue claro con sus socios y les transmitió que cualquier fórmula que implicara bajar a Narváez por secretaría terminaría quebrando a su colectividad y, peor aún, haría que sus bases se inclinaran en su mayoría por apoyar al candidato del Frente Amplio.
“Son unas primarias forzadísimas. Muy a última hora y se dan solo para resolver el lío interno del PS y la DC. Hubo una presión enorme del PS para que hubiera primarias, porque el propio Elizalde dijo que tenía el partido dividido y había que darle una salida a Narváez. Maldonado también tenía que buscar una vía honrosa y Yasna tenía que ser ungida”, afirma en privado otro dirigente del bloque.
En el PS admiten que el costo para el partido era muy alto y, además, podía terminar debilitando de entrada a la candidatura de Provoste. De eso, ella estaba consciente cuando tomó su decisión. En esa colectividad, en todo caso, aseguran que esta consulta no se logró por “presiones”, sino por el hecho de que todos los partidos estuvieron dispuestos a reconstruir las confianzas.
Las mismas fuentes aseguran que Yasna nunca descartó ninguna alternativa, pero también tenía claridad sobre los costos y riesgos de una primaria no legal y con un padrón sin filtrar. Pese a eso, tanto en el PS como en el PPD admiten que entre su electorado Provoste podría tener un respaldo significativo.
“Los parlamentarios van a buscar sacarse una foto con una candidata que les sume”, dice otro dirigente del bloque.
El fantasma de la primera vuelta y una parlamentaria a foja cero
Un factor gravitante en la decisión de los partidos fue el fantasma que poco a poco se empezó a instalar si es que la DC no cedía: al menos tres candidatos del sector inscritos en primera vuelta.
“Ese escenario era dañino para todos”, dice un timonel de la Unidad Constituyente.
La idea había cobrado fuerza sobre todo en el Partido Socialista, donde dirigentes como Carlos Montes, Osvaldo Andrade y Camilo Escalona señalaban que no les quedaba otra alternativa si es que no cuajaba una primaria.
“El que no existieran primarias abría un riesgo de implosión para la Unidad Constituyente. Como no había ninguna posibilidad de que algún candidato se bajara a favor de otro, el que no hubiera un mecanismo democrático habría podido llegar al riesgo de que todos terminaran yendo a primera vuelta”, admite un senador PPD.
El problema mayor de ese cuadro, dicen en el bloque, era que las avanzadas negociaciones parlamentarias quedaban en foja cero, acrecentando así el riesgo de sobrevivencia del proyecto del socialismo democrático.
Se conforma Comisión Nacional Organizadora
Durante la jornada de este lunes los secretarios generales de los partidos del bloque se reunieron para abordar los principales asuntos operativos y logísticos para la viabilidad de la consulta.
En la cita, varios de los presentes plantearon que el principal nudo crítico logístico será levantar locales de votación a lo largo de todo el país.
A su vez, se designaron los representantes de la Comisión Nacional Organizadora, la que sesionaba hasta el cierre de esta edición y que tendrá el rol de operativizar la consulta y ver todos los detalles técnicos, desde la impresión de los votos hasta la activación territorial de los vocales de mesa y los locales de votación.
“Inmediatamente esta comisión ha comenzado a trabajar para definir todos los hitos de lo que va a ser esta consulta ciudadana que tendrá lugar el 21 de agosto (...). Están resolviendo ya en formar las comisiones regionales y comunales, poder empezar a identificar los locales de votación y todo lo operativo que implica una consulta de esta envergadura”, explicó Andrés Santander (PS).
Por otro lado, los dirigentes del bloque acordaron que este martes se conforme el Tricel.
Pese a los avances en la organización, desde el PRO ayer notificaron que no participarán de la elección primaria que acordaron sus socios, acusando riesgo de fraude y problemas logísticos.
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