“Dado el voto de inhabilidades y el nombramiento de diversos miembros de la directiva nacional en cargos de confianza del Presidente de la República hemos decidido poner todos nuestros cargos a disposición para que se elija un nuevo equipo que dirija el partido por los próximos dos años (...) Creemos que el cierre del proceso de instalación del gobierno y el inicio de la campaña del plebiscito de salida es un buen momento para renovar el equipo de conducción del partido tanto en la directiva como en nuestro consejo político”.

La misiva firmada por la directiva nacional (“Una nueva etapa en Revolución Democrática”) fue difundida entre la militancia del partido a mediados de la semana pasada. El escrito marca el fin de la directiva actual -liderada por la dirigenta sindical Margarita Portuguez- y establece la convocatoria a elecciones internas anticipadas debido a las distintas bajas de militantes en la dirección nacional y el consejo político luego de asumir cargos en el gobierno.

Sin embargo, antes de que se concretaran las distintas mermas en la dirección de RD -principalmente en las directivas regionales-, el rumbo del partido liderado por Portuguez era una inquietud que venía rondando en parte de la colectividad. Desde algunos sectores se levantó una visión crítica a su mesa, apuntando a una “falta de conducción e incidencia” en la tienda más grande, antiguo y fundador del Frente Amplio en el proceso de instalación de gobierno, en su rol como miembro permanente del comité político ampliado y en la coordinación de los representantes en la Convención Constitucional.

Así las cosas, la lectura del período político hecha por la misma directiva y el consejo político en la carta -marcado por el debut como oficialismo y el plebiscito de salida- allanó el camino a una vía para escoger una nueva directiva, de forma anticipada y con menos ruido interno de lo que se había pensado en algunos sectores de la militancia.

Ese punto, aunque sin ahondar en las críticas en los distintos sectores del partido, lo dejó entrever la diputada y extimonel de la colectividad, Catalina Pérez. En entrevista con La Tercera durante este fin de semana, y con la renuncia ya planteada por los miembros de la directiva, la parlamentaria planteó como necesario que se fortalezca la estructura interna de la tienda política.

“Siempre uno aspira a que su partido sea más incidente de lo que está siendo en la política de gobierno, por eso, cualquier evaluación sería injusta. Sin embargo, la decisión que toma RD de fortalecer su incidencia pública con las alcaldías mejor evaluadas y parlamentarios, tiene que ir acompañada de un fortalecimiento de su estructura interna que espero que eso se vea reflejado en un adecuado desempeño en el comité político que fortalezca al gobierno”, afirmó.

Si bien aún el tribunal supremo no convoca a una fecha para inscripción de listas, es probable que los comicios internos quede fijado para la quincena de julio y en la militancia ya asoman algunos nombres para presidir el período 2022-2024 en Revolución Democrática. “Cuadros hay, pero se necesita iniciar las conversaciones para establecer si irán varias listas o una de consenso”, señala un dirigente de la colectividad.

Entre esas cartas, el senador Juan Ignacio Latorre surge como una de las alternativas. Inicialmente del sector del “Tercerismo” (liderado por el ministro Giorgio Jackson), en la interna del partido afirman que ha ido adoptando una postura más transversal.

Latorre es visto como un buen interlocutor desde el gobierno y asiste regularmente a las reuniones de coordinación legislativa con la Segpres que tienen lugar los días jueves en La Moneda. También tiene el respeto entre los sectores ligados más a la izquierda del partido -”Hortensias”, “Despierta”- por su postura frente al proyecto de amnistía y la liberación de los detenidos en el contexto del estallido social, pueblos originarios y derechos humanos. Consultado por La Tercera PM, el senador declinó referirse a una posible nominación para liderar RD.

“Se requieren nombres que puedan tender puentes hacia adentro y hacia afuera”, dicen en el partido, a propósito de su rol de articulación en el Senado como único parlamentario frenteamplista frente a sus pares del Socialismo Democrático.

Latorre, eso sí, no es el único nombre que se abre camino entre la militancia. La core por la Región Metropolitana Sofía Valenzuela y la convencional constituyente Tatiana Urrutia también son mencionadas como posibles líderes para el partido.

Además de la elección anticipada, el consejo político también definió que la próxima directiva debe ser la encargada de llevar a cabo “un nuevo plan de aportes de la militancia al partido para poder solventar el necesario crecimiento del partido y su consolidación como fuerza política transformadora”.

También se estableció “la creación de una figura nacional de coordinación para frentes y comisiones que, respetando el carácter regional de frentes y comisiones aumente sustancialmente la incidencia política de sus agendas para con el gobierno y sus diferentes estamentos”.

“Nuestro rol será ser un partido oficialista de completo apoyo al gobierno y siempre con disposición de crítica constructiva para mejorar y alcanzar los desafíos que propusimos a la ciudadanía”, sella el documento.