Los escenarios que enfrenta Lula ante inminente fallo

En su último acto público antes de que la Corte Suprema decida mañana si eventualmente va a prisión o recibe el habeas corpus solicitado por su defensa, el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se reunió el lunes con cerca de 5.000 seguidores en el tradicional barrio de Lapa, en Río de Janeiro. Allí, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) insistió que quiere ser candidato, pero para ello necesita que "le devuelvan su inocencia". "Ellos no van a encarcelar mis pensamientos, no van a encarcelar mis sueños", dijo enfáticamente.

Lula se refería así a la encrucijada judicial que enfrenta mañana, cuando los 11 magistrados del Supremo Tribunal Federal (STF) analizarán un habeas corpus presentado por la defensa del ex mandatario en el cual se sostiene que, aún ratificada la condena en segunda instancia a 12 años y un mes de prisión por corrupción y lavado de dinero en la causa Lava Jato, restan apelaciones en tribunales superiores y, por tanto, la pena todavía no puede ser ejecutada. A esa tesis se opone una cautelar dictada por el propio Supremo en 2016, que autoriza el encarcelamiento después de que un fallo haya sido confirmado en segunda instancia. Y eso ya ocurrió con la sentencia dictada el 26 de marzo por el Tribunal Regional Federal 4 (TRF-4), de Porto Alegre.

Sin embargo, en medios jurídicos, las opiniones sobre el momento en que se debe ejecutar la pena están totalmente divididas, así como están los propios brasileños respecto a la culpabilidad de Lula, quien niega todos los cargos en esa y otras seis causas que aún enfrenta en los tribunales, en su mayoría por corrupción.

Si el recurso fuera acogido por el Supremo, Lula podría seguir apelando en libertad a la condena, primero al Superior Tribunal de Justicia (STJ) y luego ante el propio STF, en un proceso que pudiera llevar hasta dos años, según el ritmo de los tribunales brasileños. En ese sentido, el abogado de Lula, Cristiano Zanin Martins, dijo a La Tercera que "la Constitución es muy clara al establecer que la presunción de inocencia sólo puede ser impugnada por una decisión condenatoria contra la cual no caben más recursos, es decir, una decisión condenatoria definitiva".

No obstante, hay expertos que sostienen que si el habeas corpus fuera rechazado, el encarcelamiento de Lula debería ser ordenado en cuestión de horas o, a lo sumo, de días.

Con todo, el abogado de Lula cree que la carrera del petista por el sillón de Planalto aún sigue en pie. "Cualquier tema relacionado con una eventual candidatura del ex Presidente Lula tendrá que ser analizado por la Justicia Electoral, con la observancia del debido proceso legal", aseguró.

Analistas jurídicos calculan que cinco magistrados del STF estarían inclinados a aceptar el habeas corpus de Lula, y que otros cinco se manifestarían rotundamente en contra. Así, el voto que inclinaría la balanza sería el de la magistrada Rosa Weber, quien ha declarado que, personalmente, no cree que nadie deba ir a prisión mientras pueda apelar, pero que en esos casos siempre ha votado según la cautelar de 2016, que ordena ejecutar la sentencia después de confirmada en segunda instancia.