Luz amarilla en los partidos por nueva Constitución: las reuniones extras con sus expertos y la inquietud por normas electorales

El jueves 13 de abril el comisionado Juan José Ossa (RN) llegó atrasado a la sesión de la subcomisión de sistema político, la que estaba sesionando en el Congreso de Santiago con el objetivo de escuchar a algunos especialistas que iban a exponer.

El atrasó se debió a que ese día los senadores de su partido lo habían citado, junto a la comisionada Katherine Martorell (RN), a un almuerzo en la sede del partido en Antonio Varas. A la cita asistieron los senadores Rafael Prohens, Manuel José Ossandón, Rodrigo Galilea y telemáticamente se conectó Juan Castro.

En el encuentro los senadores le consultaron a sus expertos sobre el trabajo de la Comisión y abordaron las normas, ya aprobadas en general, que cambiarán el sistema político. Los temas que más les preocupaban era el umbral electoral del 5% y las normas antidíscolos.

Conocedores de ese encuentro comentan que los senadores no pidieron nada específico, pero mostraron su preocupación por los efectos que tenían esas normas. El encuentro llegó en un momento en que la comisión ya tenía aprobado en general casi 200 artículos y estaba a solo días de que se venciera el plazo para ingresar las enmiendas.

Por lo mismo, la cita tuvo poco efectos en las normas ya que todo el trabajo de negociación ya había ocurrido. Sin embargo, el hecho es reflejo de algo que se está empezando a activar en los partidos y sus parlamentarios: una incipiente luz amarilla por el trabajo que están realizando los comisionados.

El tema más icónico son las normas sobre partidos políticos y parlamentarios ya que están en el borrador del anteproyecto. Varias de ellas harán que algunos partidos desaparezcan al no poder acceder a escaños en el Congreso, otros harán que los parlamentarios que renuncien a su partido pierdan el escaño e incluso se abre el camino para que existan las órdenes de partido. Es decir, se trata de artículos que tienen efectos directos en los parlamentarios, los mismos quienes designaron a los expertos de la Comisión Experta.

El problema, comentan en la comisión, es que el ruido entre los partidos y parlamentarios llegó tarde, cuando todo ya está negociado, por lo tanto, hay poco margen para echar pie atrás.

El ruido generado en RN también se ha extendido a otras colectividades. Por ejemplo, la semana pasada la bancada del PPD e independientes citaron a la comisionada Leslie Sánchez hasta el Congreso en Valparaíso. Sánchez es exmilitante del PPD, actualmente es del Partido Liberal, pero fue nominada por los senadores de la tienda que encabeza Natalia Piergentili.

En esa reunión, los diputados PPD manifestaron expresamente las dudas que tienen sobre las normas que los afectan directamente, sobre todo por el umbral. Ese partido, en la última elección parlamentaria obtuvo menos del 5% a nivel nacional, por lo tanto, se habría quedado fuera del Congreso. Quienes conocieron del encuentro comentan que Sánchez tomó nota de las preocupaciones y comentó que las tendría en cuenta al momento de discutir las indicaciones.

En el resto de los partidos la situación es similar, pero con algunos matices. Por ejemplo, la bancada de diputados DC tiene constante comunicación con su comisionada Paz Anastasiadis (DC). La experta, a su vez, habla directamente con el presidente del partido, Alberto Undurraga (DC). De hecho, hace unos días tuvieron una comida en la cual surgió la idea de armar una enmienda para modificar el umbral del 5% y permitir que los partidos que no consigan cruzar la barrera se puedan federar. El objetivo, comentan en la decé, es flexibilizar la norma para “no matar el centro político”.

En la UDI la coordinación también es constante. Aquí tienen una ventaja. En sus cuatro comisionados se encuentra Máximo Pavez (UDI), quien es parte de la directiva, ya que es uno de sus vicepresidentes. Fuentes del partido comentan que todos ellos están en comunicación con otros miembros de la mesa como el timonel, Javier Macaya, la secretaria general, María José Hoffmann, y la prosecretaria Constanza Hube.

Los socialistas hacen algo similar. Cada uno de sus tres comisionados están enviando constantes reportes y comunicaciones tanto con la directiva del partido, como con sus bancadas de senadores y diputados. Algo similar hace el comisionado Sebastián Soto (Ind.-Evópoli), quien suele tener conversaciones telefónicas con los senadores que lo nominaron.

En el Frente Amplio sus partidos tienen una relación estrecha con sus comisionados ya que el trabajo de sus militantes con sus expertos es conjunto incluso en la preparación y redacción de algunas enmiendas. Por ejemplo, el sábado el comisionado Domingo Lovera (RD) tuvo un encuentro con la militancia de su colectividad para conversar sobre el trabajo de la comisión en esta etapa de enmiendas y junto con alguno de los “frentes” del partido han ido colaborando en la redacción de algunas indicaciones.

En el caso de RD, el partido dice que existe “coordinación orgánica” y que la mayor preocupación ha estado en las normas que tienen que ver con el Estado social, los derechos sociales y el capítulo de mediombiente. Es ahí cuando han tenido mayor presencia para influir a través de su comisionado.

“Nuestra preocupación partidaria va en la línea de que el Estado social y democrático de derecho tenga un desarrollo consistente con lo que acordamos en las bases. En ese sentido, nuestro experto Domingo Lovera ha tenido permanentes reuniones orgánicas con el partido para recoger inquietudes y propuestas, las cuales él junto a su equipo van procesando. Se han presentado indicaciones sustantivas en derechos sociales, infancia, paridad, medioambiente, Banco Central, entre otras, para mejorar el texto aprobado en general, que en nuestra opinión tenía deficiencias en varias de esas dimensiones”, explica el timonel del partido, senador Juan Ignacio Latorre.