Maisa Rojas, directora del (CR)2: “El objetivo es que para 2030 haya cuatro billones de resilientes climáticos”

El Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2), formado por las universidades de Chile, Concepción y Austral, fue elegido para dirigir una de las dos campañas mundiales con que se enfrentará el cambio climático y que se expusieron en la COP26 que acaba de finalizar. Su directora explica en qué consiste el proyecto que busca transformar en un decenio a la mitad del mundo en personas capaces de resistir al calentamiento global, la lucha paralela a la carbono neutralidad en 2050.


Durante las últimas dos semanas, líderes mundiales, directores de organizaciones globales y el mundo científico debatieron en la COP26 los acuerdos que la humanidad debe adscribir para intentar revertir la crisis climática. En Glasgow se estableció que la lucha por la descarbonificación industrial y la disminución del uso de combustibles fósiles debe llevar a que en 2030 las emisiones de dióxido de carbono sean un 45% menores que en 2010.

El camino a la carbononeutralidad, impuesto para 2050, busca combatir solo una de las causas del calentamiento global, pero no sus consecuencias. Por eso, desde el año pasado se comenzaron a discutir en paralelo las políticas mundiales con que la humanidad deberá arreglárselas para sobrevivir a los cambios climáticos que se pronostican, y donde el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, un organismo chileno, está a cargo técnicamente de la campaña de la ONU.

Maisa Rojas, climatóloga, experta en variabilidad climática y directora del centro (formado por las universidades de Chile, Concepción y Austral), explica cómo se está abordando el desafío, que consiste en generar la metodología con que el mundo medirá la capacidad de supervivencia que tienen sus sistemas, donde las personas y la naturaleza deberán estar en el primer lugar de la búsqueda de un planeta resiliente a los impactos y tensiones climáticas.

¿Qué es la resiliencia climática?

Hay varias definiciones, pero básicamente se refiere a la capacidad de un sistema para enfrentar un shock. Es un concepto que viene desde la sicología, la ecología y desde la ingeniería, y en este caso, ese shock es el cambio climático y sus impactos en el presente y el futuro.

¿El uso de energías renovables hace más resiliente a un país?

Las energías renovables nos ayudarán a llegar a la carbono neutralidad, pero eso es enfrentar las causas del cambio climático, no las consecuencias.

¿Es tarde para reducir las emisiones de carbono?

Son las dos bases en este tema. Hay que atacar las causas, pero también las consecuencias, y eso es con adaptación, construyendo sociedades más resilientes. También hay un concepto asociado, que tiene que ver con rutas de desarrollo resiliente al clima.

Muchos efectos del cambio climático son irreversibles. ¿Es obligatorio pensar en la resiliencia?

Los Champions de la COP (los asesores de la presidencia) lanzaron dos iniciativas hermanas. La primera es la carbono neutralidad, en la que se está comprometiendo a todos los actores no estatales a ser carbono neutrales para 2050 y, después, en enero de este año, lanzaron la Carrera hacia la Resiliencia, que tiene un ambicioso objetivo: darles resiliencia climática a cuatro billones de personas de aquí a 2030.

¿Por qué es importante medir la resiliencia?

Te hago la analogía con la pandemia. En el caso de Chile, así como muchos otros países, una vez que llegó el Covid-19 tuvimos que tomar medidas para cortar la transmisión, nos dimos cuenta de que tenemos mucho hacinamiento, mucho trabajo informal, precariedades… En definitiva, nos dimos cuenta de que tenemos una estructura social muy compleja, con altos niveles de vulnerabilidad y menor capacidad para enfrentar una perturbación tan grande como fue la pandemia. A eso se refiere la resiliencia, a la capacidad de resistir un shock y tener más de una alternativa para enfrentarlo de la mejor forma.

Entonces, hay que comenzar a pensar en los peores escenarios

Sí. Y los escenarios extremos serán cada vez más comunes. El prevenir, el tomar decisiones que permitan estar preparados para un peor futuro garantizará un mejor futuro social, económico y medioambiental.

Maisa Rojas - COP26
Maisa Rojas, exponiendo en uno de los eventos que se realizaron en la COP26. Foto: Gentileza (CR)2

¿Están preparando a la sociedad del futuro?

Yo diría que estamos preparando a la sociedad para el presente, porque ahora es cuando el cambio climático nos está afectando. Pero también pensando en el futuro, entendiendo cómo estas amenazas se van a exacerbar. Debemos reducir nuestras debilidades que tenemos como sociedad ante las amenazas climáticas presentes y futuras.

¿Qué plazos manejan?

El objetivo final de la campaña es que para 2030 tengamos cuatro billones de personas resilientes en el mundo. De las alianzas que se sumaron a la campaña este año, fueron 20 contrapartes, que consideraron a 2.300 millones de personas, en 219 regiones, con 102 sistemas naturales, que incluyen 46 millones de hectáreas de tierra en protección o regeneración. Estos grupos están dando sus compromisos, pero eso debe ser medido para saber si se cumplieron y ahí viene el trabajo más importante, que viene en los próximos años.

.¿Qué tan importante es esto para Chile?

Este es un compromiso a largo aliento y se va a mantener hasta 2030. Este año sirvió para sentar las bases y ordenar la casa para la campaña. Eso significa dejar en claro las reglas para entrar a la campaña, el tipo de información que los miembros deben proveerle a la secretaría técnica. Pero hay algo mucho más complejo y es cómo se mide la resiliencia. Esta es una pregunta científica que está bastante abierta, no existe una métrica simple, a diferencia de la campaña de la carbono neutralidad, que sí es medible, porque se trata de toneladas de CO2. En cambio, la resiliencia es una habilidad, una capacidad, entonces es mucho más difícil de medir.

¿El (CR)2 trabaja la resiliencia ambiental con comunidades chilenas?

No trabajamos directamente con la comunidad, porque somos un centro de investigación, pero sí nuestros investigadores. Muchos están desarrollando temas de resiliencia con Valparaíso, que está trabajando para enfrentar mejor las constantes marejadas. También se está trabajando con asociaciones agua potable rural, viendo temas de seguridad hídrica.

También debe haber un cambio político, legal.

Sí. Fui invitada en septiembre a la Convención Constitucional hablar sobre cambio climático ante el plenario, donde presenté el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), de agosto, y también presenté un informe del (CR)2 sobre gobernanza climática de los elementos: aire, agua, tierra y fuego.

¿Qué proponen en ese documento?

Cuatro principios rectores para tener una gobernanza climática de esos elementos, además de recomendaciones directas para la nueva Constitución. Seguiremos participando en las audiencias de las distintas comisiones que están comenzando a funcionar

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