Marco Velarde, presidente de Comunes: “Si solo nos quedamos en el programa de Apruebo Dignidad, en nuestras demandas, podemos seguir con derrotas electorales”
En la antesala del cónclave de Cerro Castillo, el timonel frenteamplista reconoce que no pueden quedarse solo con las ideas de su sector y asegura que Apruebo Dignidad apuesta por avanzar hacia una alianza institucional de gobierno junto al Socialismo Democrático. "(Que tenga) un funcionamiento periódico, con discusiones políticas constantes", dice.
Ad portas del cónclave de este domingo, convocado por La Moneda, el presidente de Comunes, Marco Velarde, aborda la situación en que se encuentra el oficialismo y las tensiones entre su coalición (Apruebo Dignidad) con el Socialismo Democrático. Velarde asegura que en su sector han tenido un proceso de aprendizaje. “Nosotros como Frente Amplio no somos ningunos iluminados y estamos todavía aprendiendo esto”, asegura. Asimismo, admite que necesitan del Socialismo Democrático para sacar adelante el programa de gobierno del Presidente Gabriel Boric y, por lo mismo, afirma que -en el encuentro de este domingo en Cerro Castillo- “queremos invitar a los partidos del Socialismo Democrático a conformarnos en una sola alianza y en demostrarle a la ciudadanía que estas fuerzas políticas superaron el trago amargo que nos dejó el plebiscito”.
¿En qué pie llegan las relaciones entre Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático de cara al cónclave?
Hemos tenido diferencias sobre nuestras identidades y culturas políticas. Este cónclave es un buen momento para afianzar las cosas buenas y mejorar aquellas cosas malas, sacar a relucir nuestras diferencias, pero en el sentido de que podamos trabajar sobre ellas y que sean algo bueno para la diversidad de la alianza de gobierno. Es evidente que hoy día es necesario institucionalizar aún más nuestras relaciones políticas.
¿Cuáles son las mayores diferencias entre ambas coaliciones?
Hay una evaluación que se hace de los gobiernos de la Concertación que es distinta. Nosotros mantenemos como Frente Amplio ciertas críticas hacia el período de la transición, donde no se resolvió el problema de la desigualdad. También en la intensificación del neoliberalismo en ciertas áreas (...). Pero creo que uno no puede quedarse en las cosas malas, también uno valora ciertas cosas de esa generación.
¿Como cuáles?
Creo que hay una experiencia política que nosotros hemos tomado y que está dentro del gobierno. La ciudadanía valora el desarrollo al cual el país llegó. Creo que también se valoran ciertas iniciativas políticas. Nosotros como Frente Amplio no somos ningunos iluminados y estamos todavía aprendiendo esto.
¿Pecó el Frente Amplio de creerse iluminado en algún momento?
Nos pudimos haber mareado en esa crítica. No creo que hoy día esté sucediendo, pero era necesario en el momento político en que nosotros estábamos naciendo como coalición remarcar cuáles eran las cosas que nos diferenciaban y cuáles eran las cosas que nosotros queríamos hacer. Para nosotros sigue siendo importante avanzar hacia derechos sociales garantizados, reducir la desigualdad y también que otros referentes políticos como nosotros mismos puedan existir en política. Creo que en un momento determinado algunos referentes políticos de izquierda fueron excluidos y creo que el Frente Amplio logró romper esa barrera de exclusión. Y eso lo hizo también con la crítica que hizo hacia la política de la transición, que no solo era de la Concertación, sino que también de la derecha.
Usted hablaba de salir del cónclave con una alianza de gobierno más institucionalizada. ¿Cómo es el modelo de alianza que quieren proponer?
Los parlamentarismos siempre que los gobiernos quieren construir mayoría, necesitan construir alianzas más allá de sus propias coaliciones. Eso como un ejemplo y referencias sobre lo que queremos construir ahora (...). Apruebo Dignidad no basta para empujar las transformaciones que necesitamos para avanzar en derechos sociales. Para ello incluir al Socialismo Democrático y a otros referentes políticos es importante. Hoy día no creo que haya piso para generar una sola coalición, que es algo que se tiene que hacer con trabajo y confianza política, que es algo que se puede desarrollar durante los próximos cuatro años de gobierno, no me cierro a la idea a esa propuesta en concreto, pero hoy día necesitamos que ambas coaliciones trabajen en conjunto, fortalezcan el respaldo al gobierno y podamos avanzar en las medidas que hemos comprometido a la ciudadanía, tan importantes como la reforma de pensiones, como la tributaria.
Esta alianza tiene que tener una orgánica mínima común. En su momento el Frente Amplio la tenía, con reuniones de los tres partidos. ¿Cómo es el modelo que quieren proponer?
Hemos avanzado harto en las discusiones sobre la conformación de una mayor institucionalidad de nuestras relaciones. En Apruebo Dignidad estamos convencidos de que necesitamos una mayor unidad entre las fuerzas que apoyan al gobierno. Queremos invitar a los partidos del Socialismo Democrático a conformarnos en una sola alianza y en demostrarle a la ciudadanía que estas fuerzas políticas superaron el trago amargo que nos dejó el plebiscito, que estamos fortalecidos y que no nos vamos a intimidar con una derecha que quiere entorpecer al gobierno.
Pero en términos más concretos, ¿cómo se la imaginan?
Un funcionamiento periódico, con discusiones políticas constantes.
¿Similar a lo que hicieron en la campaña del plebiscito?
Sí. Yo creo que hay que valorar los resultados que hemos tenido en los acuerdos que hemos tenido durante el año, que ha tenido momentos crispado y otros momentos donde hemos sacado productos buenos y donde las relaciones políticas se han mantenido.
Es una posibilidad que al formar esta alianza, ¿tengan que evaluar ciertos puntos del programa de gobierno? Ambas coaliciones tienen posturas diferentes sobre el rumbo del gobierno en este nuevo escenario político y económico.
Esto es una discusión y una evaluación que tenemos que hacer constantemente. Tenemos un programa como una hoja de ruta, como un camino a seguir, por el cual la ciudadanía votó y al que no vamos a renunciar. Nuestro horizonte de avanzar hacia una sociedad con derechos sociales garantizados sigue siendo nuestro norte. Pero es evidente que cuando hay urgencias sociales más importantes, uno tiene que priorizar. Cuando hay problemas políticos profundos, también hay que recalcular la ruta y esto es algo que hacemos pensando en que al gobierno le tenga que ir bien. No es un problema concreto de ahora, sino que es algo que vamos a tener que vivir los próximos cuatro años y vamos a vivir con esa tensión. Pero no hay posibilidad, al menos desde Apruebo Dignidad, para restituir una política donde los acuerdos sean binominales o exclusivos con la derecha. Eso es entender muy mal el mensaje que la ciudadanía nos dio el 4 de septiembre.
¿Hay una necesidad de ordenarse como Apruebo Dignidad? Porque pareciera ser que hay una sobrexpectativa en la militancia, o incluso en representantes territoriales, como los alcaldes. Una premura por avanzar más rápido en los cambios.
No solo pasa con el mundo de los alcaldes, por ejemplo. Ocurrió con parte de nuestra militancia con el tema del TPP11. Ser gobierno implica un desafío mayor que ser oposición y eso es algo que evidentemente en estos meses hemos aprendido. Significa no solo hacer política con nuestras convicciones, sino que con la realidad del momento político. Hay que gobernar para sectores más amplios que nuestro propio público, y el plebiscito del 4 de septiembre fue muy claro en ese mensaje. Si solo nos quedamos en el programa de Apruebo Dignidad, si solo nos quedamos en avanzar en nuestras sentidas demandas, podemos seguir con derrotas electorales. Tenemos que hablarle a un público mucho más grande que al 38%, hacerle sentido a más gente, atacar las urgencias sociales, ser más duros aún con abusos que se mantienen en la sociedad.
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