Mario Aguilar, el dirigente más incómodo para el Mineduc, arranca su segundo periodo al mando del Colegio de Profesores
Quien fuera el presidente del gremio entre 2018 y 2020 asumió ese rol nuevamente este lunes. En su discurso inicial de inmediato marcó el tono que acompañará su relación con el Ministerio de Educación, donde saben que les espera una figura más confrontacional que la de Carlos Díaz.
“Que salga cualquiera, menos Aguilar”.
De los cinco candidatos que hubo para la última elección del Colegio de Profesores, Mario Aguilar -a la postre ganador- era el que menos simpatía generaba en el Ministerio de Educación, la gran contraparte del gremio. En la cartera, de hecho, más apostaban a la reelección de Carlos Díaz o la victoria de Paulina Cartagena, militante del PC al igual que el titular del Mineduc, Nicolás Cataldo.
Pero que estos últimos dos no se pusieran de acuerdo para ir en una lista conjunta finalmente le abrió paso a Aguilar, quien resultó vencedor como líder de la lista ‘Docentes Unidos’, volviendo así a la cabeza del gremio por segunda vez (ya lo lideró entre 2017 y 2021) con una campaña que se basó en remarcar constantemente una visión crítica de la gestión de Díaz en el magisterio, pero también del gobierno. “Ha estado al debe en educación, todo el país esperaba mucho más y hay que tener una actitud mucho más firme y clara respecto a que hay un déficit en educación que el gobierno no está atendiendo adecuadamente. Cuando pensábamos que el Presidente Boric iba a poner la educación a una centralidad y una prioridad dentro de su gobierno, y eso no ha sido así, en ese sentido hay frustración”, decían en la víspera de las elecciones.
Justamente, esta es la lista que en el propio Ejecutivo veían que podía ponerle mayor oposición en caso de resultar vencedora. Y así lo siguen analizando. Y es que periódicamente Aguilar ha criticado acciones del gobierno, interpelando en más de una ocasión al Presidente Gabriel Boric y a los ministros Cataldo y Mario Marcel (Hacienda).
Ese tono acompañó al nuevo presidente de los profesores incluso antes de decidir postularse para las elecciones de la directiva nacional. Ya en su rol de presidente del Colegio Metropolitano de Profesores, siempre marcó distancia de Díaz: si el entonces máximo presidente del magisterio no se refería a alguna situación, Aguilar sí marcaba el punto. Y si Díaz criticaba al gobierno, Aguilar lo hacía con más fuerza.
Sin ir más lejos, en el cambio de mando del Colegio de Profesores de este lunes, en el que Aguilar estuvo acompañado por dos de sus tres hijos, su esposa y hasta donde también llegó el alcalde de Independencia, Gonzalo Durán (Ind.), además de los diputados Tomás Hirsch (PH) y Helia Molina (PPD), el ahora nuevo presidente de los docentes ya dio señales de mantener esa tónica confrontacional al decir en su discurso de bienvenida que sabe que “hay muchos temas que debemos abordar”, enumerando algunos de ellos, entre la mención para educadoras de párvulos y diferenciales, la carrera docente, agobio laboral (”es una realidad, no es una invención”, dijo), violencia escolar, educación pública y deuda histórica de los profesores. “Una vez más el gobierno ha faltado al compromiso de resolver el problema de la deuda histórica, recordando que se debía enviar un proyecto de ley en diciembre y eso no se cumplió”, expuso. Y agregó: “Vamos a exigir agendar una reunión a la brevedad para avanzar resueltamente con este tema”.
El exmilitante del Partido Humanista marcó así de inmediato el tono que acompañará al menos sus primeros días de gestión y con ello, indefectiblemente, el comienzo de su nueva relación con el Mineduc, donde pretenden agendar apenas se pueda una reunión con el nuevo presidente del gremio, aunque a la espera de que el clima interno del colegio se calme un poco luego de días crispados.
Pero, como sea, en la cartera sí ven que la relación con el Colegio de Profesores será más confrontacional con Aguilar que con Díaz. Asimismo, creen que por añadidura el saliente presidente de los profesores -ahora como contraparte interna de Aguilar- se pondrá más punzante, lo que, añaden, podría hacer más difícil la construcción de acuerdos, porque las posturas internas del colegio siempre subirán la apuesta de la otra. “Será un juego permanente”, dicen algunos.
Al respecto, de hecho, Aguilar señaló la mañana de este lunes que hacía “un llamado a la unidad del gremio, que no se disgregue en disputas internas”, al tiempo que exponía que “presidir por segunda vez el gremio más importante del país no es cualquier tarea, y me hago cargo de la responsabilidad que significa (...) Hoy son muchos los problemas que aquejan a nuestra profesión docente y a la educación chilena, muchos de ellos de larga data. Por otro lado, es evidente que nuestro gremio ha perdido fuerza y presencia en la sociedad chilena. Nuestro norte principal debe ser recuperar la fuerza y credibilidad de nuestra organización”.
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