Más de 400 accesos, cámaras de baja calidad y nulo espacio para presencia policial: los nudos que facilitan encerronas en autopistas

Fue un registro que impactó a toda la opinión pública, sobre todo por la voz del niño que se escucha decir: “Papi, vámonos. Me da miedo de que nos asalten ¡Llamen a la policía, me da miedo, llama a la policía por favor!”.

El video que comenzó a circular la noche del domingo en rede sociales instaló, nuevamente, un tema que las autoridades vienen mirando con preocupación hace rato: las encerronas en las distintas autopistas de la Región Metropolitana. Ya la semana pasada una mujer embarazada fue víctima de un violento atraco en la Costanera Norte, quien fue empujada por los delincuentes para sustraerle su vehículo.

El cómo frenar este tipo de delitos es una interrogante que desde el 7 de julio se están planteando en la Subsecretaría de Prevención del Delito y Carabineros, día que comenzó a funcionar una mesa de trabajo, junto a concesionarias de las autopistas, y el Ministerio de Obras Públicas (MOP). A partir de esas conversaciones, la policía uniformada fue emplazada a informar qué tan factible era desplegar personal policial al interior de las pistas.

La respuesta de Carabineros se podría resumir, según señalaron fuentes de la institución, como un “portazo” a estas pretensiones de la autoridad ¿La razón? Las condiciones que presentan las autopistas hacen nula la posibilidad de que personal policial se instale en las autopistas, dada las condiciones estructurales que presenta,, pues ninguna zona de detención o control al interior de estas pistas. “¿Dónde nos paramos? Imposible”, dice uno de los uniformados consultados, quien además advierte que iniciar persecuciones en estos lugares sería sumamente riesgo para el resto de los automovilistas.

Además de no disponer de un espacio fijo para mantener a Carabineros a cargo del control hay otras dos materias que se presentan como los principales nudos para evitar la comisión de estos ilícitos: las autopistas de la Región Metropolitana tienen más de 400 entradas y salidas, lo que la hace de fácil vía de escape para los delincuentes y, además, dificulta la opción de disponer de dejar a una patrulla en cada acceso. “Tendríamos que tener, por lo bajo, 400 carabineros para cubrir cada punto”, revela otra fuente policial.

Son ocho las autopistas en la Región Metropolitana, las cuales -según explicaron desde la Asociación de Concesionarios de Obras de Infraestructura Pública (COPSA)- representan el 6% de todas las vías de la región. Es por estas rutas, además, que transita el 30% del parque vehicular.

De acuerdo a un análisis de la Fiscalía Regional Occidente, en que estudia el fenómeno de las encerronas en la capital, “en el primer trimestre del 2022 hay aparición de mayor cantidad de concentraciones (de delitos), extendiéndose y delineando el anillo de Circunvalación Américo Vespucio y una segunda concentración al interior del anillo, en el sector de Departamental, uniéndose con el sector norte de la comuna de Santiago e involucrando el anillo de las autopistas Central y Costanera Norte. En el sector oriente, se detectan concentraciones aledañas al anillo de Américo Vespucio hasta Vespucio Norte, afectando las comunas de La Florida, Peñalolén y La Reina. La distribución de las zonas durante este trimestre nos permite observar un fenómeno criminal claramente expandido territorialmente”.

El otro factor -y quizás el principal- es la escases de cámaras de video de alta calidad en las autopistas. Según Carabineros, estas tienen una cámara cada 100 metros, lo cual es aprovechado por los delincuentes, quien actúan -principalmente- entre las 17.00 y las 23.00 de la noche, pues es ahí dónde hay más flujo vehicular y las cámaras, al haber poca luz, no registran con nitidez a quienes perpetran estos ilícitos.

El presidente de COPSA, Leonardo Daneri, dice que están en permanente comunicación con Carabineros y la Subsecretaría de Prevención del Delito, pues disponen, según ellos, de un punto fijo de a policía uniformada en todas las centrales de cámaras.

Sin embargo, dice que más que abogar por una mayor presencia policial, se requiere invertir en tecnología, tanto por parte del Estado, como de los privados. Leonardo Daneri: “Tenemos que estar todos los actores comprometidos, porque si logramos compartir datos vamos poder perseguir de mejor manera estos delitos. Nosotros tenemos muchas cámaras, pero que están pensadas para seguridad vial, para la lectura de patente, para ver accidentes, no para eventualmente reconocer un rostro o disponer de un video en alta calidad para iniciar una investigación”, dice.

En esa misma línea, señala que “siempre estamos invirtiendo, pero también para eso será fundamental cuando tengamos funcionando la red de 5G. Prontamente se anunciará una inversión importante y que tenemos que ver en qué términos se da con el Ejecutivo”.

A pesar de que las palabras de Daneri hacia el trabajo que está haciendo el gobierno son en buenos términos, desde La Moneda no están muy conformes con el rol de las autopistas en materia de seguridad. El subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara, sostuvo que están reforzando los controles policiales, pero “necesitamos también que quienes administran las concesiones y carreteras tengan que avanzar en mayores medidas preventivas. Necesitamos más cámaras, de mejor calidad, especialmente en los puntos más críticos y además un diseño preventivo con mayor despliegue”.

Mientras el gobierno y las autopistas, en tanto, resuelven cuándo ejecutar la compra de mejores cámaras, las municipalidades de Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea activarán un plan de emergencia ante este tipo ilícitos, donde facilitarán drones para la supervigilancia de las rutas de su zona y la disposición de los vehículos en más de 20 accesos.