Nadie sabía quién era: las andanzas de la princesa Ana por la Alameda
La hija de la Reina Isabel II y del Príncipe Felipe, de 68 años y decimotercera en la línea de sucesión al trono británico, asistió a la inauguración de un monumento en honor a Lord Cochrane. Los transeúntes no tenían muy claro quién era, pero cuando se expandió el rumor de la palabra "realeza", se multiplicaron para ver a una princesa "de verdad".
Había una vez una princesa en el centro de Santiago. Ella miraba a su alrededor con decoro. Apenas rotando su cuello. Seria. Erguida. Flemática. Vestida con un traje de dos piezas muy ad-hoc para la ocasión, entre azulmarino y blanco, y sin esas tradicionales pamelas del mundo anglosajón para hacerle el quite al sol. Obviamente con guantes. Y se reía cuando el ministro de Defensa, Alberto Espina, le decía algunas cosas al oído.
La princesa Ana, del Reino Unido, hija de la Reina Isabel II y del Príncipe Felipe, está de visita en Chile, en el marco de distintas actividades que conmemoran el Bicentenario de la Armada. Actividad que también coincide con los 200 años de la llegada de Lord Cochrane, uno de los fundadores de la marina criolla.
Y ayer, a las 11.30 horas, la representante de la familia real británica, de 68 años, acompañada de diferentes autoridades, entre ellas el comandante en jefe de la Armada, almirante Julio Leiva, estaba parada en el cruce de las calles Ejército con la Alameda, en pleno centro de Santiago, escuchando los sones de "Brazas a ceñir" (himno oficial de la Armada).
Allí ocurrió el corte de cinta del nuevo monumento a Lord Cochrane. Una escultura de bronce de 2,20 metros de altura -sin considerar la base, que mide 5,10 metros-, que alcanza un peso de 1,5 toneladas y que fue construido por el arquitecto y escultor Arturo Hevia.
Casi un centenar de curiosos transeúntes de arremolinaron en torno al evento, sin tener muy claro el potente árbol genealógico de la visita, decimotercera en la línea de sucesión al trono y actual esposa del vicealmirante británico Timothy Laurence. En estricto, casi nadie sabía quién era.
¿Usted la conoce?
Entre los fisgones estaba Genaro Devia, de 82 años, quien se empinaba tratando de ver a la princesa. Dijo que la conocía, o que al menos sabía quién era. "Aquí, en Chile, no se dan a conocer los grandes personajes de otros países. Sólo aparecen en temas de urgencia o cuando se mueren. Esta es una oportunidad muy buena", dijo.
Héctor Muñoz (50), otro plebeyo testigo de la ceremonia, no había visto a la hija de la Reina Isabel II ni en pintura. "El chileno común no está muy preocupado de la monarquía inglesa; parece que, en general, las monarquías actualmente no tienen mucha relevancia en el mundo. Pero es bueno que gente importante venga al país".
Pedro Valderrama, de 64 años, tampoco ubicaba a la princesa Ana. "Son personas como todos nosotros, que bueno que ella venga al país", lanzó.
En general, entre la gente, aplausos y saludos con la mano a la miembro de la realeza. Mucho cariño popular. Y más de algún perdido, entre la muchedumbre, preguntó si andaba su hermano, el Príncipe Carlos.
Mañana, en Valparaíso, la princesa Ana participará de la Ceremonia del 200° Aniversario de la llegada del Almirante Lord Cochrane a Chile en la Escuela Naval y visitará el Monumento Héroes de Iquique.
En la Armada se destacó que "la figura de Lord Cochrane tiene gran relevancia, debido a que el marino británico fue uno de los fundadores de la Institución y fue el hombre que le dio gloria a la Armada, durante el periodo de la Independencia".
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