“Normalizar relaciones” y construir agenda bilateral: embajador Gazmuri prepara su aterrizaje en Caracas
La crisis migratoria y jugar un rol en los diálogos para habilitar elecciones democráticas en el país liderado por Nicolás Maduro, es parte de los temas que quiere impulsar el nuevo representante diplomático a fines de julio. Sin embargo, también buscará abrir espacios de mayor intercambio comercial y económico.
La última semana de julio el nuevo embajador de Chile en Venezuela, Jaime Gazmuri, tomará un vuelo rumbo a Caracas para asumir formalmente la tarea que le encomendó el Presidente Gabriel Boric: normalizar las relaciones diplomáticas con el país presidido por Nicolás Maduro.
Chile no había designado embajador en esa nación desde 2018, una señal que quiso enviar la administración de Sebastián Piñera a propósito de las violaciones de derechos humanos registradas por distintos organismos internacionales, y como parte de una estrategia internacional que trazó el exjefe de Estado para posicionar su liderazgo. Antes del nombramiento del socialista, la representación diplomática de nuestro país recaía sobre el encargado de negocios, Miguel Meneses.
Gazmuri llegará al país caribeño luego de que el Jefe de Estado criticara abiertamente a Maduro en la reunión de Países de América del Sur, que tuvo lugar en Brasilia el 30 de junio. En esa oportunidad, Boric señaló en su presencia que la situación de derechos humanos en ese país “no es una construcción narrativa, es una realidad, es seria, y he tenido la oportunidad de verla en los ojos y en el dolor de cientos de miles de venezolanos que están en nuestra patria y que exigen una posición firme y clara respecto a que los derechos humanos deben ser respetados siempre”, aunque también condenó las sanciones que han impuesto potencias como Estados Unidos o la Unión Europea.
La nominación de Gazmuri -quien fue senador por 20 años y embajador de Chile en Brasil durante el segundo mandato de Michelle Bachelet- respondió a la inquietud que se instaló en el gobierno chileno por la crisis migratoria que afecta a toda la región y que tuvo un episodio crítico en mayo pasado cuando migrantes, principalmente venezolanos, se apostaron en la frontera norte del país para cruzar hacia Perú y volver a su tierra, generando tensiones entre Chile y el país comandado por Dina Baluarte.
Y ese es uno de los principales desafíos de Gazmuri. Tanto es así que antes de viajar el embajador ya ha sostenido varias reuniones con ese horizonte. Además de tener un encuentro de trabajo con el ministro de Relaciones Exteriores, Alberto Van Klaveren, el socialista se reunió ya con la subsecretaria de la cartera, Gloria de la Fuente, quien encabezó las gestiones para contener la crisis migratoria en la frontera.
Según fuentes de la Cancillería, ambos abordaron los ejes que deberían marcar la agenda migratoria de Chile con Venezuela y los desafíos que la subsecretaria identificó como interlocutora ante los vicecancilleres de la región. Y si bien el tema migratorio es un problema para toda América Latina, la necesidad de establecer mecanismos de colaboración con Venezuela en este punto es clave para Chile, donde actualmente residen cerca de 600 mil personas provenientes de ese país. Las mismas fuentes señalan que Gazmuri tendrá que liderar la organización de nuevos vuelos de repatriación, pero también soluciones conjuntas con su par venezolano para abordar las condiciones de vida de la comunidad venezolana que va a quedarse en nuestro país.
En ese mismo sentido ha tenido ya reuniones con la ministra del Interior, Carolina Tohá, y con los subsecretarios de esa cartera Manuel Monsalve (Interior) y Eduardo Vergara (Prevención del Delito). Asimismo, tiene previsto una cita con el director del Servicio Nacional de Migraciones, Luis Eduardo Thayer.
En el gobierno transmiten que como parte del diseño para ir “normalizando” las relaciones con Venezuela, está la idea de construir -al igual como lo tienen con otros países- una agenda bilateral, que incluya los temas de interés entre ambas naciones.
Una tarea en la que ya está trabajando el nuevo embajador. En ese sentido, según fuentes diplomáticas, ya se han identificado algunas como convenios de cooperación para enfrentar el crimen organizado -algo que ya se está haciendo con otros países de la región como Colombia-, el que implicaría un intercambio de información permanente entre las policías.
Pero también hay otro tema que interesa a Chile: asumir un rol de colaboración en el proceso de diálogo para habilitar elecciones democráticas en ese país, lo que va en línea con el compromiso del gobierno por el respeto a los derechos humanos y la protección a la democracia, ejes fundamentales de la política exterior que ha liderado el Presidente Boric.
El intercambio comercial entre Chile y Venezuela, según datos que maneja la Cancillería, aumentó en un 80% en 2022, y potenciar aquello es otra de las definiciones de Gazmuri. La idea, dicen en la repartición, es que se busquen oportunidades comerciales que beneficien a Chile, sobre todo, ante el repunte de la economía del país caribeño. Eso fue parte de lo que el embajador abordó con la subsecretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Claudia Sanhueza, en los últimos días.
Por otro lado, el nuevo representante diplomático también buscará potenciar el intercambio cultural y de cooperación científica. Con ese horizonte, de hecho, ya tuvo una cita con la rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés. Y hará lo propio con el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez. Con el mismo objetivo también sostuvo un encuentro con el ministro de las Culturas, Jaime de Aguirre.
En línea con el trabajo preparatorio que ha liderado Gazmuri, también ha tenido reuniones con todos los jefes de división del Ministerio de Relaciones Exteriores y, a su vez, con el embajador de Venezuela en Chile, Arévalo Méndez.
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