Un escenario cuesta arriba es el que enfrentará el próximo lunes el gobierno cuando el Senado vote la carta elegida por el Presidente Gabriel Boric para liderar el Ministerio Público: la jefa de la Unidad Especializada Anticorrupción de la Fiscalía Nacional, Marta Herrera.

La decisión del Mandatario -que fue comunicada en horas de la tarde de este miércoles, día en que vencía el plazo- generó desconcierto en bancadas de sus propias filas y la oposición. “No se entiende el cálculo del gobierno”, repetían senadores de distintos sectores políticos ayer en la noche.

Y es que en la Cámara Alta se le había transmitido en distintas instancias al Ejecutivo que las preferencias estaban por Miguel Ángel Valencia y Carlos Palma y que, además, existía resistencia de ciertos sectores para respaldar a Herrera porque, a su juicio, representa la continuidad de la cuestionada gestión de Jorge Abbott.

Así se lo dijeron senadores oficialistas a las ministras Marcela Ríos (Justicia), Ana Lya Uriarte (Segpres) y Carolina Tohá (Interior) el día domingo en una reunión que se convocó en la sede del Congreso en Santiago, específicamente para sondear eventuales apoyos a la carta por la que a esas alturas ya se inclinaba La Moneda.

En la cita, según presentes, se le señaló a las secretarias de Estado que, de seguir ese camino, el gobierno podría repetir el escenario que enfrentaron el 30 de noviembre pasado, cuando la Cámara Alta rechazó su propuesta inicial, José Morales, para convertirse en el próximo fiscal nacional.

Una derrota costosa para La Moneda, sobre todo, porque se dio con rechazos, abstenciones y ausencias oficialistas. Además, se dejó en una situación compleja a las ministras Uriarte y Ríos, quienes -personalmente- hicieron gestiones para que su nombre fuera visado por la Cámara Alta.

Pero ninguna de esas advertencias hizo al Jefe de Estado abstenerse de nominar a Herrera. En La Moneda si bien asumen que están ante un escenario complejo y con la conciencia de que el nombre podría no concitar los apoyos necesarios, aseguran que -de acuerdo a sus últimos mapeos en el Senado- ninguno de los cinco candidatos aseguraba los 33 apoyos que requieren para su ratificación y que, ante ese escenario, Boric optó por la carta que siempre le convenció más.

Además, insisten con la idea de que la Cámara Alta no se atreverá -de nuevo- a hacer caer el nombramiento y mantener descabezado al ente persecutor ante la crisis de inseguridad que enfrenta el país.

En el Senado, sin embargo, aseguran que tanto Valencia como Palma tenían más apoyos abrochados que Herrera, y que la apuesta de Palacio es más que arriesgada. Adicional a que no se escucharon sus reparos sobre el nombre de la jurista, se sumaron ayer la demora del gobierno en enviar el oficio, el que se esperaba dentro de las primeras horas del día o -al menos- mientras se desarrollaba la sesión. Pero la comunicación llegó pasadas las 18.45. “La molestia que hay también es por un tema de forma; literalmente nos enteramos por la prensa y esperaron que terminara la sesión para mandar el oficio”, dice un legislador oficialista.

En medio de ese ambiente es donde las ministras tendrán que afirmar por lo menos 2/3 del Senado de aquí a la sesión del lunes y los números no se ven demasiado auspiciosos: si la elección fuera hoy, no estarían los 33 votos favorables para la ratificación de la abogada de la Universidad de Chile. De hecho, Herrera parte con menos apoyos que su antecesor -quien obtuvo 31 respaldos- esta carrera por llegar a liderar el Ministerio Público.

Si en sectores oficialistas hubo molestia, en la UDI la sensación era de indignación. El senador David Sandoval calificó ayer la decisión del Jefe de Estado como “infantil” y este jueves el senador Iván Moreira (UDI) afirmó que todo el comité votaría en contra de la carta de La Moneda.

El presidente de ese partido y también senador, Javier Macaya, aseguró -a su vez- que “nosotros dijimos que había una candidatura que tiene más vínculo con la anterior de Abbott, que es la que está hoy, (...) y tomaremos una decisión en consecuencia”.

Ese comité en particular había sincerado un veto a Herrera -por esa misma razón- incluso en el primer proceso de negociación. Por eso, en la Cámara Alta ven poco probable que alguno de sus senadores esté dispuesto a respaldar la propuesta presidencial el día lunes. Un dato no menor, dado que la UDI tiene 9 votos en el Senado.

En RN le habían transmitido al gobierno en la previa de la decisión que -al menos- 8 de sus 12 votos podrían estar para Valencia, Meléndez o Palma. Por la dispersión que había entre esos candidatos, en sus filas no aseguran que vaya a existir una posición unánime para enfrentar la votación. Lo que sí es claro es que difícilmente el gobierno podrá lograr un respaldo significativo de ese sector, quienes están -en su mayoría- por rechazar o abstenerse. Solo un par está esperando la exposición que Herrera hará el lunes ante el Senado para evaluar su voto.

Además, el comité no estaría completo ese día. Al menos el senador Manuel José Ossandón tiene cursado un permiso por viaje, mientras que Kenneth Pugh tampoco se encontrará en Valparaíso para esa jornada. El senador Rojo Edwards (Partido Republicano) ya dijo que está en duda su respaldo -aunque valoró la trayectoria de la carta escogida por La Moneda-, mientras que en Evópoli no estarían por dar su apoyo.

Y el problema es que si la UDI, algunos RN, Evópoli y republicanos se alinean, lograrían con creces los 18 votos en contra suficientes para que la nominación de Herrera se caiga. Eso, sin contar que el día lunes se espera una baja concurrencia a la sesión, lo que acota el margen de La Moneda para lograr los apoyos. En el oficialismo el panorama es más alentador, lo que -en todo caso- no sería suficiente para lograr los 2/3. Si el gobierno logra alinear a sus coaliciones tendría solo 20 apoyos.

En el PS, donde mayoritariamente estaban por Valencia, hay varios senadores que podrían cuadrarse con La Moneda como es el caso de Juan Luis Castro, José Miguel Insulza o Álvaro Elizalde. Gastón Saavedra, quien se abstuvo de respaldar a Morales y estaba por Palma, sin embargo, dijo no tener decidido aún si apoyará o no la determinación del Ejecutivo.

“El gobierno se está exponiendo a una segunda derrota, porque a priori se ve difícil que estén los votos para la candidata elegida”, aseguró a La Tercera PM.

La misma postura ha transmitido el senador del mismo partido Alfonso de Urresti, mientras que su par Fidel Espinoza estará fuera del país participando del Parlamento Andino. Pese a las dudas de los socialistas, no se descarta que hagan un gesto de lealtad con el Presidente Boric y la ministra Uriarte, quien también milita en sus filas.

En el PPD el gobierno tendrá más margen. Ahí el senador Jaime Quintana era uno de los impulsores de la candidatura de Herrera, opción a la que también se plegarían figuras como Ricardo Lagos Weber o Loreto Carvajal. Uno que manifestó más resistencia al nombre de la jurista, sin embargo, es el integrante de la Comisión de Constitución y quien también integra ese comité, Pedro Araya.

En Apruebo Dignidad, hasta ahora, estarían cuadrados los apoyos de los cinco senadores y, de hecho, podrían apoyar a Herrera también los independientes Karim Bianchi y Fabiola Campillai.

En la DC también había disposición para dar votos en favor de la jurista, aunque el senador Iván Flores varió su postura en las últimas horas ante las críticas de los funcionarios del Ministerio Público respecto de Herrera y que se dieron a conocer anoche mediante un comunicado público. “El gobierno está haciendo una apuesta de alto riesgo (...). Es bastante poco comprensible la estrategia que han seguido (...). Yo voy a esperar los cuatro días que faltan para tomar una decisión a plena conciencia, porque es el peor escenario llegar con un fiscal que sea a contrapelo de los funcionarios”, dijo a este medio.

Por su parte, la senadora Ximena Rincón (Demócratas) no votará, mientras que su correligionario Matías Walker no ha querido adelantar su preferencia para dar garantías como presidente de la Comisión de Constitución de la Cámara Alta.

Esta mañana la ministra Ríos defendió la nominación y advirtió que “nunca iba a ser posible encontrar una persona que le parezca a todos los senadores y senadoras”.

“Queremos insistir que nuestro rol es seleccionar a una persona que pensamos que está calificada, el rol de la Corte Suprema es definir la quina, nosotros entendemos que las cinco personas que la Corte Suprema ha nominado cumplen no solo con los requisitos legales, sino también con el respaldo de las ministras y ministros para poder ejercer un cargo de tal relevancia. Y el rol del Senado es ratificar o no esa candidatura”, agregó.

Ante las críticas a la candidata del gobierno, aseguró que “es una persona de carrera (...). Por lo tanto, pensar que una persona por haber cumplido funciones se merece ser tildada con todas las decisiones de sus superiores no es razonable (...), Espero que estas críticas no estén fundadas en un sesgo de género”.

La ministra Uriarte, a su vez, descartó que el gobierno esté por hacer caer el nombre para descartar cartas que no le convencen como acusó esta mañana el senador Moreira. “No actuamos como gobierno de una forma tan irresponsable”, afirmó.