Otro efecto de la crisis oficialista: Oposición reactiva negociaciones para censurar mesa de la Cámara de Diputados y DC se abre a sumarse
Sector retomó conversaciones ante crisis de Chile Vamos para retomar la conducción política y administrativa de la corporación liderada por Diego Paulsen (RN). Desde la Democracia Cristiana dieron un giro y aseguraron que hoy existen las condiciones para impulsar una medida de esa naturaleza.
“Estoy dispuesto a bajarme si el PC también cambia a su candidata”. Esas fueron las palabras que -según presentes- le habría transmitido el excandidato de la oposición para presidir la Cámara de Diputados, Gabriel Silber (DC), a los jefes de comité del sector en un encuentro que sostuvieron hace cerca de dos semanas.
El mensaje del democratacristiano volvió a poner sobre la mesa la posibilidad de que la oposición retome la conducción de la corporación, opción que se vio frustrada- pese a que tienen la mayoría- el 7 de abril pasado, luego de que el sector se autoinfligiera un inédito revés y dejara la presidencia en manos del RN, Diego Paulsen, y la primera vicepresidencia a cargo de Francisco Undurraga (Evópoli).
Como respuesta, desde el PC -cuya candidata, Karol Cariola, tampoco fue ratificada en la vicepresidencia- transmitieron que este no era un tema de nombres y que lo relevante era que, de reeditarse un pacto administrativo a nivel de la oposición, este debía fundarse sobre la base de compromisos políticos y programáticos concretos.
Así, los diputados comenzaron a delinear la estrategia para impulsar una censura a la mesa de Paulsen, idea que, dicen en el sector, se vio “favorecida” luego de que se desatara una crisis en Chile Vamos por el avance del proyecto de retiro de fondos de AFP con 13 votos de RN y la UDI.
Desde la oposición señalan que este nuevo escenario ha dejado claro la “poca gobernabilidad” que tendría la coalición oficialista, situación que, reconocen, significa una “oportunidad” para avanzar hacia la unidad e imponer su mayoría en esa corporación. “Es ahora o nunca”, repiten los diputados y presidentes de los partidos del sector.
Y fue justamente la crisis de Chile Vamos lo que destrabó una de las principales “piedras de tope” que impedían que la oposición pudiera alcanzar su objetivo: la resistencia de la Democracia Cristiana. En un principio, desde la DC se mostraron contrarios a avanzar en una censura a la mesa, dado que resentían que con votos principalmente del Frente Amplio se hubiese concretado la caída de Silber. Sin embargo, en los últimos días, la colectividad ha transmitido que está abierta a avanzar en una acción de esa naturaleza.
“Las circunstancias políticas han cambiado y es necesario ordenar la conducción del Parlamento. Se ve una situación complicada y eso nos obliga a tomar responsabilidad”, sostuvo a La TerceraPM el jefe de la bancada de diputados de la DC, Daniel Verdessi. Y agregó: “Estamos en condiciones de analizar una censura porque se han acumulado algunas cosas, aun cuando la conducción de Diego Paulsen ha sido digna”.
En tanto, el timonel de la colectividad, Fuad Chahin, aseguró que como partido están disponibles. “Es importante que podamos lograr tener ese espacio político (la mesa) para hacerle un contrapeso a un gobierno que insiste en una práctica de tomar las decisiones, de manera unilateral, sin diálogo, sin conversación, sin tratar de ponerse de acuerdo”, sostuvo, remarcando la importancia de que, para lograr esto, como sector deben alcanzar un acuerdo.
En ese sentido, desde esa colectividad señalaron que también están abiertos a la posibilidad de cambiar a su candidato a la testera, siempre y cuando los otros partidos que le corresponde un cupo hagan lo mismo. La carta de Silber -quien también ha manifestado su disponibilidad para abandonar su aspiración a presidir la Cámara- generó ruido en algunos sectores de la centroizquierda, luego de que se le acusara de supuestamente cometer violencia intrafamiliar. Este tema, además, ya le había costado su candidatura a ese mismo cargo en 2019.
“Lo hemos conversado y pienso que debe ser un rostro nuevo, ojalá una mujer, pero tenemos que dar una señal de prescindencia, en el sentido de que no nos pongamos a pelear por este tema, sino que poner a la persona que políticamente esté posicionada para ganar a la primera, de una, y que no haya ni segunda vueltas ni problemas”, sostuvo Verdessi. Silber, en tanto, se limitó a comentar que “los porfiados hechos y un mal gobierno han terminado por imponer la necesidad de una oposición unida”.
Por su parte, la diputada Cariola aseguró que ella está dispuesta a hacer un gesto, mientras el acuerdo administrativo de la Cámara Baja tenga un correlato en compromisos políticos relevantes.
“Estamos disponibles a hacer gestos en la medida en que haya voluntad de todos los partidos de contribuir a un acuerdo político-programático. La única manera de poder reconstruir confianzas es por la vía de un acuerdo político que se plantee objetivos concretos de aquí hasta que termine el periodo parlamentario”, sostuvo.
Y agregó: “Si vamos a tener una presidencia que va a ser de oposición, pero sin embargo va a ser funcional al gobierno, yo por lo menos creo que no tiene sentido tratar de reeditar un acuerdo. A diferencia de si, por el contrario, lo hacemos en función de objetivos políticos comunes”.
En ese sentido, destacó que es clave, por ejemplo, que el sector se comprometa a actuar en bloque en temas como el retiro del 10% de los fondos de AFP, el establecer un impuesto a los súper ricos, rechazar la iniciativa que impulsa el gobierno para disminuir el número de parlamentarios, lo que en la colectividad es considerado una vuelta al sistema binominal, además de impulsar un posnatal de emergencia “sin letra chica”, entre otros.
Por su parte, en el PPD, el jefe de los diputados, Raúl Soto, aseguró que “no hay ansiedad de parte nuestra, pero al mismo tiempo estamos abiertos a colaborar y tratar de alcanzar algún acuerdo con el resto de la oposición. En el entendido de que esto debe fundarse en un acuerdo político que le dé viabilidad”.
Desde esa colectividad, sin embargo, aseguraron que no estarían disponibles para remover de su cargo al diputado Rodrigo González, quien fue el único candidato del sector que logró llegar a la testera.
En ese partido, además, señalan que lo que ocurra hoy en la votación de la presidencia de la Comisión de Defensa -donde la semana pasada fue censurado el diputado Jorge Brito (RD) a petición de la derecha y con el respaldo de la diputada Loreto Carvajal- marcará un punto de inflexión relevante para la construcción de confianzas en el sector.
Desde el FA, en tanto, aseguraron que durante las conversaciones del sector han manifestado su disponibilidad para que la oposición logre una mayoría. Sin embargo, han advertido que se deben calcular bien los tiempos, debido a que desde ese sector también se está impulsando una acusación constitucional en contra del exministro de Salud, Jaime Mañalich. “Estamos dispuestos a ser facilitadores para lograr tener una mayoría que se manifieste desde el congreso para hacer contrapeso al gobierno”, señaló el diputado de Convergencia Social, Diego Ibáñez.
Con todo, desde el sector señalaban que, para asegurar el éxito de la ofensiva, tendrían que lograr la aprobación del proyecto de ley que modifica el reglamento de la corporación y elimina las votaciones secretas para las elecciones de las máximas autoridades de la Cámara Baja. Para este proyecto la oposición sufrió un revés la semana pasada, luego de que en la Comisión de Constitución se incorporara un artículo transitorio que dispone que el proyecto regirá a partir de 2021.
Pese a esto, la iniciativa seguirá su tramitación en esa instancia, situación que le dará a la oposición, dicen en el sector, una oportunidad para revertir esa indicación.
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