Patricia Muñoz, querellante del caso Cobreloa: “Esto es peor que el caso ‘la manada’ (...) La defensa pretende amenazar a la víctima”
A juicio de la abogada de la joven denunciante, hay antecedentes contundentes en la carpeta del caso que posicionan a los imputados en la comisión del delito de violación. Por lo mismo, espera que pronto haya mayor justicia. Junto con esto, cuestiona la postura que ha tomado la defensa de los futbolistas y también el club.
A principios de mayo la abogada Patricia Muñoz, exdefensora de la Niñez, fue contactada por los abogados que estaban asesorando a V., joven que en 2021 denunció haber sido víctima de una violación en grupo y que tenía como presuntos autores a nueve excadetes de Cobreloa.
Aceptó de inmediato asumir su representación y se querelló. Hoy sostiene que los antecedentes recabados por el Ministerio Público no dejan espacio a dudas de que los imputados tienen participación en los hechos denunciados.
Por lo mismo, cuestiona el rol que ha tomado la defensa de los futbolistas. Aseguró, de hecho, que mediante sus acciones han intentado amenazar a la víctima y revictimizarla.
¿Cómo enfrenta V. este proceso?
Este ha sido un proceso particularmente difícil y complejo para ella, desde un inicio. Particularmente considerando la incomprensible demora y tardanza que el inicio de la investigación tuvo para poder llegar a la instancia en la que nos encontramos hoy, con los imputados no solo formalizados sino que también con medidas cautelares a su respecto.
Ha sido apoyada por los profesionales abogados que desde un inicio han estado con ella, Patricio Salas y Cecilia Rivera, y también por el equipo psicológico que ellos, a través de una fundación, le han podido proporcionar. Desde esa perspectiva V. se encuentra apoyada y esperamos que este proceso también permita que sus avances sigan evolucionando. Nosotros ahora estamos preocupados también de velar porque esté protegida en términos de no sufrir ningún tipo de amenaza, hostigamiento o amedrentamiento de parte de las personas vinculadas a los imputados.
¿Ha sido blanco de amenazas?
Ha habido intentos de contacto. Pero a propósito de lo que se le ha pedido en términos de generar mecanismos de autoprotección, afortunadamente hemos tratado de que eso no tenga incidencia mayor y no genere alguna desprotección para V. Obviamente nos interesa que, en ese sentido, la Fiscalía mantenga la atención no solo en la investigación y la persecución penal de este delito -que demoró de manera inexplicable tanto tiempo-, sino que también en el deber que tienen de brindarle protección efectiva y evitar que sea víctima de cualquier tipo de amenaza.
¿Cómo valora la investigación que ha realizado el Ministerio Público? Ella denuncia, pero al día siguiente se desiste y desde la PDI paralizan diligencias. Se ha indicado que ahí hubo presión por parte de la policía para que bajara la acusación y, por lo mismo, una vez que reitera su interés porque se retome la investigación se inician pesquisas internas para dilucidar lo ocurrido.
Habiendo sido fiscal por 10 años y habiendo trabajado en la Fiscalía por casi 15, no logró comprender que una investigación relacionada con un delito tan grave como el que sucedió, no haya tenido un curso como el que se debía. Por lo mismo, me parece muy valorable e imprescindible que se haga esa investigación interna y determinen las responsabilidades de quienes tuvieron a su cargo esta investigación y lisa y llanamente no hicieron lo que debían.
Pero hay que reconocer que el fiscal Peña, que es el fiscal jefe de Calama, y el fiscal Cristián Encina asumen que este caso tiene una particular gravedad. Y ahí yo tomo las palabras rimbombantes del defensor de la mayoría de los imputados, que dice que esto no es como ‘la manada’, y bueno, si se trata de compararlo con ello, yo puedo decir que esto es peor que el caso ‘la manada’. Y lo que hace la Fiscalía, entonces, es hacer su trabajo: investigar con sujeción al principio de objetividad y sobre la base de aquello determinar, con los elementos que hay en la carpeta de investigación, la evidente necesidad no solo de formalizar cargos, sino que además pedir la única medida cautelar que resultaba proporcional a la gravedad y a la magnitud de los hechos de los que fue víctima V., que era la prisión preventiva.
¿Están conformes con las gestiones realizadas en esta “segunda etapa”?
Me parece que la Fiscalía ha cumplido afortunadamente, aunque de manera tardía, con su rol. Y yo como abogada querellante estoy muy atenta también al resultado tanto de la investigación interna de la Fiscalía para ver qué pasó que no hicieron lo que debían, y también respecto de la PDI, que habría tenido una incidencia muy directa en este presunto desistimiento voluntario de V. de no continuar.
¿Qué le parece la postura que ha adoptado la defensa de los imputados? Hay informes en la carpeta que validan el testimonio de su representada, pero ellos han remarcado que siempre actuaron con el consentimiento de V.
Me parece que lo que pretende la defensa con sus aseveraciones es de alguna manera amenazar a la víctima y, sin duda, revictimizarla, lo que resulta francamente inaceptable y muy lamentable viniendo desde un profesional del Derecho. Pero bueno, lo que sostiene la imputación de las personas involucradas en estos hechos, como también la decisión de la medida cautelar ratificada por la Corte, no es lo que la defensa sostiene de manera -me parece- bien temeraria.
Considerando la reserva de la causa no se puede dar detalles, pero precisamente como se ha revelado en algunas noticias, queda de manifiesto que no solo está el testimonio de la propia víctima, sino que también hay testimonios de terceros que de manera imparcial revelan la situación en la que la víctima se encontraba, de la cual se aprovecharon los imputados para efectos de la comisión del delito. Desde ahí, me parece que lo que revela la entrevista de la defensa es su concepción respecto del consentimiento de una mujer y, bueno, eso será preocupante para las mujeres que se rodeen con él y con el entorno de los imputados, que también creen que su comportamiento tuvo que ver con algo relacionado con el consentimiento de la víctima.
Ha sido polémico el rol que ha tomado Cobreloa ante esta denuncia. ¿Cómo analizan las actuaciones del club?
Lamentables y probablemente ajustadas a esta concepción instalada, al parecer, en algunos espacios del fútbol, en que creen que este tipo de acciones no son relevantes, no son graves. Por supuesto que no le corresponde a un club y menos a un abogado decir si hay delito o no, y por tanto ese informe que hace el club lo que representa, en definitiva, es un intento por protegerse y por demostrar alguna acción que la verdad no se condice con lo que, a mi juicio, habría correspondido, que era ser partícipes directos de la denuncia desde un inicio y haber propiciado todos los mecanismos para brindar apoyo y soporte a quien era víctima de acciones de quienes se desempeñaban en el club.
Lo que hacen a través de ese informe es tratar de ‘blanquear’ su accionar, pero entiendo que el abogado que realizó esta pseudoinvestigación, a quien yo por cierto conozco y respeto, luego explicó que obviamente era la Fiscalía la responsable de determinar si había delito o no. Y precisamente la Fiscalía, cumpliendo con ese deber, lo que ha hecho es recabar antecedentes más que suficientes para sostener la imputación.
Considerando los hechos que han ocurrido, las falencias que menciona, ¿tienen confianza en que obtendrán buenos resultados, justicia para V. y que se juzgará con perspectiva de género como solicitó el Ministerio Público?
O sea total confianza en que si las acciones de las instituciones involucradas son coherentes con sus obligaciones constitucionales y legales, esto va a seguir un curso procesal que nos lleve a una instancia judicial en que, en definitiva, se adopte la decisión que desde nuestra perspectiva no puede ser otra si no la condena de hechos tan graves. La perspectiva de género se agrega, pero a veces eso genera también una reacción contraria, que posiciona el análisis del caso desde una perspectiva que muchas veces hay gente que cree que es intencionada solo en favor de la víctima, sin poder hacer un análisis de objetividad o de imparcialidad.
¿Qué les parece que la defensa adelante que incorporará videos y otros registros?
Eso refuerza lo que decía. La defensa lo que pretende hacer es amenazar a la víctima. No lo atendemos y nos parecen impresentables esas amenazas. Él sabe que la causa es reservada y, por lo tanto, cualquier imagen que tenga o video que tenga lo debe integrar en el proceso. Ya sabemos que si se difunde alguna imagen de la víctima, tenemos claro quién puede ser el responsable. Y, obviamente, eso nosotros vamos a perseguirlo iniciando las acciones que sean necesarias si es que se produce, por la violación de secretos que representaría una situación como esa. Pero desde lo de fondo, estamos muy tranquilos porque sabemos que la imputación es lo suficientemente fuerte.
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