Pcr en el aeropuerto: más de $ 17 mil millones gastados en su primer año de aplicación
Desde la primera apertura de fronteras -en diciembre de 2020-, los viajeros que llegan al país deben realizarse un PCR obligatorio. El Estado asumió el gasto del testeo y para eso contrató por trato directo a un laboratorio que se ha hecho cargo del procedimiento. A poco más de un año, los expertos están divididos sobre si es realmente necesario el control sanitario al momento de ingresar al país. Desde la Subsecretaría de Salud Pública señalan que están evaluando modificar la medida.
El 16 de marzo de 2020, hace poco más de dos años, el expresidente Sebastián Piñera informó que cerrarían todas las fronteras del país para evitar la expansión del Covid-19, un virus cuyo primer caso en territorio nacional había sido identificado recién 13 días antes, pero que ya tenía a Asia y a Europa sumergidos en una ola de contagios.
Desde ese entonces, a medida que el escenario epidemiológico mutaba, el estado de las fronteras también iba variando, y, cuando se abría el paso aéreo para viajar al extranjero, los requisitos para salir variaban.
Así, la primera apertura gradual se hizo en diciembre de 2020 y con ello se inauguró el protocolo para entrar al país. Hasta la actualidad, el procedimiento sanitario es el primer trámite que deben realizar los pasajeros al bajarse del avión. Primero, pasan por un control documental de salud para luego ser enviados a la sala de toma de muestras de PCR. En el caso de que el test sea negativo, el viajero queda libre de aislamiento. Pero si da positivo, la persona es contactada por la Seremi de Salud para recibir las indicaciones de la cuarentena.
Desde que se implementó el testeo en el Aeropuerto de Santiago –el 8 de diciembre de 2020-, este procedimiento es gratuito para los viajeros ya que el Estado asumió los costos del testeo.
De acuerdo a los datos a los que accedió La Tercera PM por Ley de Transparencia, en el transcurso de un año, desde enero de 2021 hasta el mismo mes de 2022, el costo total del proceso fue de más de $ 17 mil millones.
Sin embargo, mensualmente el costo no ha sido el mismo. A medida que aumentaron las libertades para viajar -y con ello los pasajeros que volaban-, aumentó el gasto.
Después de un segundo cierre de fronteras en abril del año pasado, las autoridades sanitarias iniciaron otra apertura gradual en julio de 2021. La decisión tuvo efectos inmediatos: si en ese mes salieron 84.414 chilenos del país, en agosto esa cifra aumentó a 108.938. En noviembre de 2021, cuando las fronteras estaban abiertas por completo, viajaron 239.062 personas.
Así, en julio del año pasado el procedimiento completo significó un gasto de $ 566 millones, y ahora, de acuerdo al último registro de enero de 2022, la cifra tanto para ese mes como para los dos previos (noviembre y diciembre de 2021) superó los $ 3 mil millones mensuales (ver gráfico).
El precio del examen por persona también ha variado. En principio, realizar cada test costaba $ 24 mil. Luego, entre octubre y noviembre, el gasto descendió a $ 21 mil y, de acuerdo a la última cifra de enero, hacer cada PCR costó $ 15.225.
De acuerdo a la información de la Seremi de Salud de la Región Metropolitana, en diciembre de 2020 se contrató a la empresa Bionet por medio de trato directo para realizar los exámenes PCR. A su vez, también se contrató a la empresa TAAG Genetics para procesar las muestras obtenidas.
La nueva administración del Presidente Gabriel Boric está desarrollando una revisión contractual de este trato y otros servicios, ya que, según señalan, buscan elevar los estándares de transparencia en los procesos de adjudicación.
La mirada de los expertos
Más allá del costo, para los especialistas es difícil evaluar si el testeo en el aeropuerto de Santiago es una medida que ayuda a controlar los efectos de la pandemia en Chile. En ese mismo escenario, la opinión sobre mantener o no el procedimiento está divida.
La profesora de la Escuela de Medicina de la Universidad de Santiago y epidemióloga clínica, Vivienne Bachelet, asegura que “cada programa de intervención que se haga, ya sea una intervención preventiva o una intervención terapéutica, debe ser siempre evaluado en términos de costo y beneficios. Lamentablemente, durante la pandemia y con el gobierno anterior, ese tipo de evaluaciones no se hicieron”.
De hecho, desde el 8 de marzo -tres días antes del cambio de gobierno- el testeo ya no es obligatorio para todos los viajeros que llegan. Ahora el procedimiento es aleatorio. En ese sentido, la académica sostiene que este cambio tiene menos efecto en el control de la propagación del virus: “Hacer un aleatorio en el aeropuerto es inútil, porque la idea es pesquisar a los casos positivos y aislarlos, pero si no se está testando a todas las personas que llegan, van a pasar casos positivos”.
El director del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello, Héctor Sánchez, también admite que falta información para hacer una evaluación más completa, pero que, frente a la naturaleza del virus, el testeo en los aeropuertos puede retrasar la entrada de nuevas cepas. Por eso, dice, sigue siendo una medida necesaria.
“Lo único que justifica la medida es que siguen apareciendo variantes, ya apareció ómicron 2 y van a seguir apareciendo. Entonces, en estricto rigor, lo más probable es que ingresen nuevas cepas y por lo tanto tener un control al ingreso va ser importante para la vigilancia epidemiológica”.
La exsubsecretaria de Salud Pública Paula Daza recalca que en su momento era una medida fundamental para abrir las fronteras: “Cuando permitimos mayores libertades para que la gente pudiera ir fuera de Chile había que testear en el aeropuerto”. Al mismo tiempo, afirma que es imposible frenar el ingreso de nuevas cepas, pero sí ayuda al manejo de la pandemia. “Obviamente cuando la circulación de una nueva variante se hace comunitaria, el testeo en el aeropuerto empieza a tener menos efecto, pero sí es importante porque cuando entran nuevas cepas, el testeo en los viajeros permite ir modelando las decisiones para tomar las medidas que corresponde”, afirma la médica.
El epidemiólogo y académico de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, Gabriel Cavada, piensa que el escenario epidemiológico actual no justifica una medida de control sanitario en el aeropuerto: “Hoy ya no se justifica porque sabemos que está predominando ómicron. Se trata de una variante que provoca un cuadro menos grave. Además, en Chile hay una gran parte de la población vacunada”.
Cavada asegura que Chile es uno de los pocos países que examina a los viajeros cuando llegan al país. El académico agrega que en países como Estados Unidos, Brasil y Argentina basta con un PCR negativo 72 horas antes de la llegada.
El futuro de la estrategia
Desde la Subsecretaría de Salud Pública informan que, por el momento, no se está evaluando eliminar la medida de testear a los viajeros que ingresan al país. Sin embargo, la Comisión Nacional de Respuesta Pandémica está considerando la posibilidad de disminuir los exámenes PCR que se realizan en el Aeropuerto de Santiago debido a que el contexto actual lo permitiría.
Desde la cartera sanitaria recalcan que la positividad en los exámenes ha bajado, que la estrategia tiene como objetivo principal detectar nuevas cepas y que en la actualidad no hay ninguna variante que consideren de preocupación que no se haya detectado ya en territorio nacional. Entonces, un número representativo de muestras sería suficiente para monitorear la situación epidemiológica.
Se espera que pronto el Ministerio de Salud anuncie un nuevo plan de fronteras en el cual ya están trabajando las Seremis de Salud y los equipos encargados de la gobernanza de la pandemia.
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