El poderoso racimo de amigos de Cardoen

Carlos Cardoen

Mientras el ex empresario armamentista -hoy vitivinícola y patrimonial- dice celebrar de que por fin podrá defenderse de sus perseguidores en EE.UU. ahora que se decidieron a pedir su extradición, sus conocidos y amigos en el poder están pendientes de lo que viene para él. No le faltan: desde Presidentes para abajo, en todos estos años que lleva sin salir de Chile Cardoen ha tejido unas redes de primer corte.


Ocho. Entre 1998 y agosto de 2017, la Cancillería chilena ha enviado ocho notas, o notas diplomáticas a Estados Unidos con motivo de la situación de Carlos Remigio Cardoen Cornejo. Que Interpol lo haya mantenido por décadas en su lista de alerta roja -antes de decidirse a pedir su extradición- y "condenado" a no poder salir de Chile, ha dejado en manos del empresario una extensa, profunda y multicolor red de amistades, lealtades, confianzas, deudas y, finalmente, apoyo irrestricto cada vez que el issue vuelve a salir a flote.

"¿Cuántas personas han muerto por bombas fabricadas por usted?" le preguntó en 1991 la periodista Raquel Correa -que en paz descanse-, pieza que han recordado en Twitter y redes sociales. Por mucho que no pueda borrar de su biografía su pasado como empresario de armas, fabricante de bombas de racimo (que es lo que motiva el requerimiento norteamericano), los políticos locales lo primero que recalcan es su faceta de hombre de negocios, ligado al vino. Y, sobre todo, la de primerísimo primer mecenas de su querida Colchagua, en la VI Región.

No hay Presidenta o Presidente que no haya tenido cercanía con él. Da lo mismo el signo o partido político. Con el único que parece haber tenido problemas es con Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Un amigo de Cardoen cuenta que rompió lanzas por él para su campaña que lo llevó a ganar mirando para atrás en 1993, "pero que después Carlos se quejó que nunca lo recibió en La Moneda".

¿Consecuencias? Le dio la espalda cuando perdió frente a Sebastián Piñera el 2010, y apoyó abiertamente al ganador. Tanto, que llegó a apostar por la sucesión piñerista: unos meses después invitó a su septuagésimo cumpleaños a un recién aparecido (en el firmamento político) Laurence Golborne y llegó a decir que sería el "próximo Presidente". Mal ojo ahí.

Del mandatario Ricardo Lagos Escobar se recuerda que intentó interceder por él personalmente ante Washington, sin resultados. Cardoen le regaló un retrato cuando el entonces Presidente lo visitó para inaugurar el Tren del Vino, recuerda un íntimo suyo. Y su gobierno lo premió el 2005 con la Orden al Mérito Docente y Cultural Gabriela Mistral.

Cuando el 2016 lo visitó en su zona la Presidenta Michelle Bachelet, Cardoen también encargó un retrato para ella. Brindaron y comieron con parte de la familia del anfitrión. El dueño de casa bromeó -recuerda un comensal- con que los antepasados franceses de la gobernante también estaban ligados al vino. Hub0 una foto que se viralizó: todos sonriendo, copas de vino. Hubo críticas: esa semana hubo temporales e inundaciones en la zona, y no faltaron los cuestonamientos por la oportunidad de la cena y de tanto jolgorio.

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En febrero del 2012, el Presidente Sebastián Piñera inició una gira para supersivar la reconstrucción post 27F. Se fue en un Twin Otter y partió por la VI Región. El piloto erró y aterrizaron en una pista entre los maizales, en un terreno de Cardoen. Piñera se subió de nuevo al aparato y volaron hasta el aerodrómo oficial. El resto de la gira, el empresario y su radiante y esbelta esposa, Pilar Jorquera, no se despegaron de las actividades oficiales.

Se llevaban muy bien los dos, salvo cuando la amistad "se enfrió" porque la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam) estaba poniéndole demasiado ahínco -recuerda un común de ambos- a la fiscalización de museos como el de Colchagua, de la Fundación Cardoen. "Pero después él y Piñera se abuenaron de nuevo", cierra el mismo relato.

El apoyo transversal no es solo porque haya pasado tantos años sin salir del país. Ni él mismo ha negado que es cierto el mito que ha sido por años uno de los principales financistas de campañas políticas, en la época previa a que se regulara el mecanismo de aportes. "Abiertamente, absolutamente", contestó a Revista Capital el 2012, cuando le recordaron que lo había hecho con varias campañas presidenciales.

Y de ahí para abajo. Sus redes recorren distintos partidos y llegan fuera de la política también. No le faltan firmas cada vez que el Congreso ha hecho su parte, como cuando en enero último el Senado aprobó el proyecto de acuerdo para hacer gestiones "necesarias para dar auxilio al empresario Carlos Cardoen Cornejo ante Interpol por la mantención ilegal de la Alerta Roja, y plantee ante ese organismo su preocupación por la falta de adecuación de sus prácticas institucionales a los estándares internacionales de derechos humanos".

Hubo 26 votos a favor y una abstención. La del RD Juan Ignacio Latorre. Se abstuvo porque "hay una acusación muy grave en su contra por armas y bombas de racimos involucradas en una guerra. Él alega inocencia; ahora podrá defenderse en tribunales. Es positiva esta solicitud de extradición y que él pueda enfrentar a los tribunales. Si es inocente, liberará de la imposibilidad de salir del país, pero tendrá que enfrentar y confiar en la justicia de Estados Unidos".

El senador asegura que es "una persona influyente, poderosa, un empresario que ha tratado de generar redes transversales con el mundo político para que intercedan en su favor y lo defienden. Así me explico que se haya presentado ese proyecto de acuerdo y que haya tenido bastante apoyo, pero yo no soy parte de esas redes políticas, y no me interesa tener ningún vínculo con él".

Pero el diputado UDI Ramón Barros, también colchagüino y tan, tan amigo suyo que hasta la jefa de su oficina distrital, Gabriela Cardoen, es prima hermana suya, dice que "más allá de los juicios netamente políticos, lo que tiene Carlos es un reconocimiento a que ha sido un hombre inquieto e integrador, sin barreras políticas para conseguir objetivos determinantes para Colchagua".

Otro gremialista, el senador por la misma zona Alejandro García-Huidobro, dice que "él ha tenido siempre una muy buena relación con todo el mundo político, y también con todo el mundo social. Jamás ha tratado de abanderizarse con un sector político; es absolutamente transversal. Es independiente y tiene su propia visión sobre algunas cosas. En la parte económica puede pensar más cercano a la centroderecha, pero también ha sido un empresario preocupado de la parte social".

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