¿Quién es Jack Smith, el fiscal especial que acusó a Trump por el manejo de documentos clasificados?
Smith fue elegido por su experiencia en la presentación de casos de alto riesgo contra políticos en Estados Unidos y en el extranjero. El exmandatario republicano enfrenta un cargo en virtud de la Ley de Espionaje, así como otros por obstrucción de la justicia, destrucción o falsificación de registros, conspiración y declaraciones falsas.
Jack Smith, el fiscal especial de Estados Unidos que presentó cargos penales contra el expresidente Donald Trump por la retención de registros gubernamentales clasificados, es un veterano del Departamento de Justicia, que tiene fama de ganar casos difíciles y de alto riesgo contra criminales de guerra, mafiosos, policías corruptos y políticos en Estados Unidos y en el extranjero.
El de Smith no es el único proceso que enfrenta Trump; el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, acusó en abril al exmandatario republicano de 34 delitos graves de falsificación de registros comerciales relacionados con el pago de dinero para silenciar a la estrella porno Stormy Daniels antes de las elecciones estadounidenses de 2016.
A juicio del diario The New York Times, la segunda acusación “en muchos sentidos eclipsa a la primera en términos de gravedad legal y peligro político”. Esta acusación “la presenta un fiscal federal que representa a la nación en su conjunto, el primero en la historia de Estados Unidos contra un expresidente, y se refiere a los secretos de la nación”, indicó el periódico.
Nombrado en noviembre pasado por el fiscal general Merrick Garland para hacerse cargo de dos investigaciones del Departamento de Justicia que involucran a Trump: una sobre su intento de anular las elecciones de 2020, incluido el período previo al ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021, y la otra sobre la retención de documentos clasificados por parte del exmandatario, los cuales fueron encontrados en su residencia de Mar-a-Lago, en Florida.
En un discurso en el que anunció el nombramiento del fiscal especial, Garland describió a Smith como la “elección correcta para completar estos asuntos de manera imparcial y urgente”. “A lo largo de su carrera, Jack Smith se ha forjado una reputación como fiscal imparcial y decidido, que dirige equipos con fuerza y enfoque para seguir los hechos dondequiera que los lleven”, dijo Garland.
Jim Trusty, el abogado de Trump, dijo el jueves en CNN que su defendido enfrenta un cargo en virtud de la Ley de Espionaje, así como cargos de obstrucción de la justicia, destrucción o falsificación de registros, conspiración y declaraciones falsas. El expresidente escribió en Truth Social que el Departamento de Justicia le había informado que había sido acusado y que estaba “citado a comparecer en el Tribunal Federal de Miami el martes a las 3 p.m.”.
La investigación se intensificó en las últimas semanas con varias entrevistas de alto perfil y un exfuncionario de la Casa Blanca que les dijo a los fiscales que Trump conocía el proceso adecuado para desclasificar documentos y lo siguió correctamente en ocasiones mientras estuvo en el cargo, socavando las afirmaciones de Trump de que automáticamente desclasificó todo lo que se llevó a Mar-a-Lago.
Trump ha negado haber actuado mal. Él y sus aliados han criticado la investigación como partidista y como armamento del gobierno federal. “La administración corrupta de Biden ha informado a mis abogados que he sido acusado, aparentemente por el engaño de las cajas”, escribió Trump en Truth Social.
Trump y los republicanos del Congreso han acusado al Departamento de Justicia de llevar a cabo una investigación políticamente motivada para destruir las posibilidades de Trump de retomar la Casa Blanca, incluso mediante la filtración de detalles del caso, indicó The New York Times. Pero los funcionarios del departamento han dicho que Smith, de 54 años, tiene la intención de realizar una investigación justa en secreto, y el fiscal especial se ha negado incluso a reconocer las preguntas de los reporteros que se le han acercado fuera de su oficina en el noreste de Washington.
Por otro lado, ABC News informó que la acusación penal contra Trump será supervisada, al menos inicialmente, por Aileen M. Cannon, una jueza federal a quien un tribunal superior criticó por una serie de fallos que fueron inusualmente favorables a Trump durante las primeras etapas de la investigación, según dijeron cinco personas familiarizadas con el asunto.
The New York Times señaló que no estaba claro si la juez Cannon permanecería asignada durante todo el caso de Trump.
Abogado, deportista y fiscal
Smith nació el 5 de junio de 1969 y creció en un suburbio de Syracuse en Nueva York. Se graduó de la Universidad Estatal de Nueva York en Oneonta en 1991 y luego asistió a la Facultad de Derecho de Harvard.
En la década de 1990, fue fiscal en la oficina del fiscal de distrito de Manhattan y posteriormente ocupó un puesto similar en la oficina del fiscal federal en Brooklyn. The New York Times señala que en los años 2000 ascendió a una serie de puestos de supervisión, incluido el de jefe de litigios penales, monitoreando a decenas de fiscales que investigaban casos relacionados con pandillas, delitos violentos, fraude financiero y corrupción pública.
Durante ese tiempo, conoció a Marshall Miller, ahora vicefiscal general asociado principal del Departamento de Justicia, con quien trabajó durante una investigación sobre el brutal asalto de Abner Louima, un inmigrante haitiano que fue agredido sexualmente por la policía con una escoba dentro de un recinto de Brooklyn en 1997, indicó el periódico. Miller jugó un papel decisivo en la selección del Smith como abogado especial, ya que, a su juicio, la independencia y agresividad lo convertían en la persona ideal para el trabajo, según varias personas con conocimiento de la situación.
En conversación con la agencia Reuters, sus amigos lo describieron como tan tenaz en la búsqueda de que se retiren los cargos penales para los inocentes como lo es para ganar las condenas de los culpables. “Si el caso es procesable, lo hará”, dijo Mark Lesko, abogado de la firma Greenberg Traurig LLP que trabajó con Smith cuando ambos eran fiscales en la Oficina del Fiscal Federal en Nueva York. “Él no tiene miedo”, aseguró.
En cambio, la campaña de Trump acusó a Smith de tener un “sórdido historial de ataques a conservadores”. El grupo Make America Great Again (MAGA) publicó una lista de los supuestos ataques de Smith a republicanos usando citas de periodistas de medios conservadores y políticos como el senador texano Ted Cruz, destacó Forbes.
La experiencia del fiscal especial, dijo CNN, abarca desde el enjuiciamiento de un senador estadounidense en ejercicio hasta la presentación de casos contra pandilleros que finalmente fueron condenados por asesinar a agentes de policía de la ciudad de Nueva York. Después de servir como fiscal a nivel local y federal, así como un período en la Corte Penal Internacional, Smith supervisó casos de corrupción como jefe de la unidad de Integridad Pública del Departamento de Justicia de 2010 a 2015.
Smith era el jefe de la sección cuando el departamento no logró condenar al exsenador demócrata y candidato a vicepresidente John Edwards, en un caso por violaciones de las leyes de financiamiento de campañas en 2012, así como cuando el entonces gobernador de Virginia, el republicano Bob McDonnell, fue acusado en 2014 por cargos federales de corrupción. También supervisó la investigación sobre el exlíder de la mayoría en la Cámara de Representantes, el republicano Tom DeLay, y cerró la investigación en 2010 sin presentar cargos.
Smith continuó sirviendo como fiscal federal adjunto para el Distrito Medio de Tennessee, y asumió el cargo de fiscal federal interino a principios de 2017. Más tarde ese año, se convirtió en vicepresidente de litigios de Hospital Corporation of America, uno de los mayores proveedores de servicios sanitarios de Estados Unidos.
En los últimos años, Smith vivió fuera de Estados Unidos como fiscal jefe del tribunal especial de La Haya, cargo que asumió en 2018 y en el que investigó crímenes de guerra en Kosovo. Ganó la condena de Salih Mustafa, un excomandante del Ejército de Liberación de Kosovo que dirigía una prisión donde se torturaba durante el conflicto de independencia de 1998-1999 con Serbia.
A nivel personal, Smith es un ávido corredor y ciclista que comenzó a competir en triatlones en 2002, aunque inicialmente era un nadador débil que apenas podía completar una sola vuelta, indicó The New York Times. Desde entonces, ha participado en al menos nueve triatlones Iron Man completos, entre ellos en Alemania, Brasil, Canadá y Dinamarca.
En la década de 2000 fue atropellado por un camión mientras andaba en bicicleta, fracturándose gravemente la pelvis. “Después del choque, siempre estaba lidiando con alguna lesión”, dijo en una entrevista en 2018. “Pasé varios años viendo a muchos, muchos, muchos terapeutas sin una mejora real”.
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